Capítulo 4

Kaylee y Lily me sonrieron desde sus puestos. Al lado de la pequeña bruja estaba su tío que también me saludaba con su cabeza. 

Una mujer representaba a los ángeles e iba vestida con una túnica blanca que le llegaba al suelo. La mujer se levantó, su cabello dorado brillaba con la luz que entraba por la ventana que tenía detrás de ella y sus ojos, fríos como el hielo, eran marrones.

—Infórmanos de la situación, Portadora—me dijo. Su tono de voz era fría.

Miré a todos los que estaban, mi labio tembló y caminé para disipar los nervios. O también para que no se percatasen de ellos.

—Jefes de sus re

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