—No había necesidad, Connor me trajo— Se me escapa un bostezo bastante ruidoso.Me levanto de mi lugar y empiezo a quitarme el vestido, pero el cierre se ha atorado. Me pongo nerviosa al sentir las manos de Baker, que, sin esfuerzo alguno logran bajar el cierre por completo, le miro de forma breve y agradezco la ayuda, antes de que pueda alejarme de él, mete las manos por la abertura y toma mis senos, apretándolos con fuerza.—Dejamos algo pendiente.Dejo caer el vestido al suelo, Derek empieza a besar mi cuello y mordiéndolo un poco, unos pequeños gemidos se me escapan y me dejo llevar por el momento. Ahora estoy entregándome a él por completo, notando claramente la diferencia ya que no para de gritarme lo mucho que me extrañaba y yo también le digo lo mismo.A la mañana siguiente me despierto temprano gracias a la alarma de Derek, levanto la mirada hacia él y una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios. Con mucho cuidado me levanto de la cama y me dirijo al baño.Estando arreglada m
—Maldito cabron.... — Sisea mi hermano molesto, me toma de la mano con fuerza y me acerca a él. —Ten cuidado con él Trisi, no quiero que te veas involucrada con ese tipo de personas.—Tranquilo, el señor Villanueva es un hombre razonable y estoy segura de que podremos llegar a un acuerdo— Le susurro delicadamente.—Me alegra saber que mis sospechas eran ciertas, pero me siento sorprendido de que ustedes dos sean hermanos.—Brandon es un hombre bastante inteligente y razonable, pero cuando se enoja pierde el control.Sonríe de una forma extraña y como me mira es igual de rara, trago saliva con dificultad por el miedo que tengo. Armando me dice que le siga para que podamos hablar sobre la fianza de mi hermano y sobre la compensación que debe recibir por los daños causados, antes de irme con él, me giro hacia Connor y le entrego un pedazo de papel, en él tiene escrito el número, le digo que lo único que necesita decirle es que venga a la comisaria por parte de Williams.Mi hermano no me
Sin dudarlo dos veces corro hacia él, tirándome a sus brazos, Brandon acaricia mi cabeza con mucho cuidado, de la emoción, me he puesto a llorar. Mi hermano se acerca a mi oído y susurra con mucho amor y cuidado que no debo llorar, que todo va a estar bien a partir de ahora, cuando habla, me abraza con más fuerza.—Ya Trisi, sabes que no me gusta escucharte llorar, además de que eso significa que me vas a vaciar la cartera.No puedo evitar reírme de sus palabras, ya que él tiene razón, hicimos un trato desde que éramos niños, siempre que me hiciera llorar, tendría que invitarme un helado, pero para su mala suerte, los helados que me gustan mucho son algo caros.Estando más tranquila, pasamos a la recepción a recoger las cosas de mi hermano para después salir del edificio. Él toma su teléfono que previamente guardo en su bolsillo y empieza a revisarlo, luego una media sonrisa se dibuja en sus labios.—Sabes, creo que me voy a volver gigolo.No puedo evitar poner una mueca de desagrado
Derek.Mientras estoy trabajando, no puedo dejar de pensar en la cena de anoche, de cómo Tris se retorcía de forma disimulada en su silla, como me suplicaba con la mirada que la dejara tranquila, pero no me pude resistir a tocarla, en especial por ese vestido que llevaba, se veía tan sensual.Después de que ella se fuera con aquel hombre, me despedí de mi hermano y fui a dejar a Rose a su casa, ella quería quedarse conmigo, pero yo no, estaba necesitado de Astrid y no pensaba dejarla ir.Apenas llegué a nuestro departamento, hablé con Rayan y le pedí información sobre todo el círculo social e íntimo del hermano de Astrid, él no parecía sorprendido de que le dijera que ella tenía un hermano, de hecho, hasta me dijo su nombre y yo no me impresione de que él lo conozca, teniendo en cuenta de que su fuerte es la información.Mientras me daba una ducha, me envío información sobre Brandon y una foto de él, me impresionó saber que él también era un pelirrojo, incluso Rayan quería incluirlo e
—Sal de aquí, esto se va a poner feo— Estoy tan enojado que mi voz se ha puesto ronca.Como todo un cobarde, Armando se levanta de un salto de su lugar y se aleja del escritorio, arrinconándose en la esquina superior de la oficina, a mi derecha escucho como el sillón es arrastrado, dándome a entender que Tris también se ha levantado.—¿Q-Que va a hacer? — No me gusta escucharla asustada.Sé que, si ella ve esta parte tan peligrosa de mí, no va verme de la misma forma... no quiero que ella se lleve una mala impresión de mí, no entiendo porque me interesa mucho esto ni porque me preocupa, supongo que ella ya ha sufrido mucho por todo esto y no quiero asustarla más... no lo sé, solo... no quiero que me vea así.—Voy a sacar a relucir la peor parte de mí y no creo que quieras verlo— Un fuerte resoplo se me escapa, espero que Tris me haga caso. —Si lo vieras, cambiaria drásticamente tu percepción de mí.Ella me toma del brazo, puedo sentir como tiembla, la miro de reojo y me recuerda a un
Su hermano agarra la otra pata y se la come, esto hace que ella se moleste bastante y le quita un pedazo de helado a su hermano, ambos se ponen a discutir de forma infantil, para al final, terminar compartiendo sus helados. Ver su actitud y la forma en cómo se llevan, me hace compararme a mí y a mis hermanos, es verdad que sus vidas no me interesan ni me importan, ya que son lo suficientemente grandes para saber qué hacer con ellas, pero si me piden ayuda o si descubro que están en aprietos, no voy a dudar ni un segundo en irlos a socorrer... al final, son mis hermanitos.Terminamos de comer y me “ofrezco” a llegar a Tris a su escuela, su hermano me agradece y se va al igual que su amigo. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios por la clara ingenuidad de su hermano, hasta me siento un poco mal porque me dio las gracias.Esta noche decido pasarlo tranquilo, como era de esperar, a Tris se le ocurre hacer algo entre los dos, primero quería ir a la terraza a ver las estrellas y luego
Astrid guarda las cosas en la caja y lo vuelve a llevar a la habitación, tomo una gran bocanada de aire y la sostengo por un rato, tratando de tranquilizarme, pero es obvio que me va a costar mucho trabajo, en especial porque mi hermano me está desafiando de forma descarada. Parece ser que Mateo quiere sufrir en carne propia de lo que soy capaz.Durante todo el sábado estuvimos muy tranquilos, me siento muy aliviado de tener un día bastante tranquilo hasta la noche, que es cuando las cosas cambian de forma drástica. Para el domino, Tris y yo nos quedamos en el cuarto, ella está haciendo unas tareas mientras yo leo un libro, a ninguno de los dos nos apetece salir y me siento aliviado de que ella no sea una mujer de antros ni fiestas de fines de semana. Nuestra paz se ve interrumpida por el sonido de mi celular, busco el aparato con mi mano sin apartar la vista de mi lectura, apenas lo tocan mis dedos, lo acerco a mi oído al tiempo que contesto la llamada.Al otro lado escucho la voz de
Astrid. Me siento a completa merced de los hermanos de Derek y para empeorar las cosas, él se ha ido a no sé dónde, dejándome sola. Diana no deja de tirar de mi con mucho entusiasmo, su alegría es demasiado contagiosa, pero no puedo sacarme de la cabeza que no debo alejarme mucho de Derek, en especial con Mateo cerca. Mientras paseamos, no dejo de sorprenderme por lo hermoso que es el lugar, un ligero brillo se posa sobre mis ojos, haciendo que los entrecierre un poco. Estando algo aturdida busco el origen de la luz y para mi sorpresa, me encuentro con una enorme piscina algo escondida, el agua se ve tan clara que invita a darse un chapuzón. El sonido del agua siendo agitada me saca de mi pequeño deslumbramiento, en la orilla se encuentra su hermana.... no recuerdo el nombre de su hermana, aunque en realidad dudo que sea una, ya que no se parece en nada a ninguno de ellos. —Alexia ¿Quieres meterte? — Vocifera Diana desde la distancia. —Me encantaría, pero no he traído el bañador.