Mientras caminamos, puedo escuchar a una mujer murmurar que, no puede creer que Derek tenga otra novia tan bonita, pese a la horrible cicatriz que tiene sobre su rostro, que es un hombre afortunado porque todavía haya mujeres que se fijen en él, aunque lo más seguro es por su dinero. El comentario de la señora me ha hecho enojar demasiado, que, sin dudarlo, me suelto de Derek y me dirijo hacia ella, plantándome con firmeza frente a la mujer.

Le he reprochado por las cosas tan horribles que dijo de Derek, diciéndole que ella no es nadie para hablar de nuestra vida privada y que, para mí, él es un hombre bastante atractivo sin importar la marca de su rostro, que yo estoy muy enamorada de Derek, que en la vida no todo es el dinero. Al ver que me estoy alterando demasiado, el señor Baker pone sus manos sobre mis hombros y me aleja de la señora, que no hace más que mirarme conmocionada por la forma en la que le he hablado.

—Tranquila Astrid— Acaricia con suavidad mi piel, esperando a que m