Al día siguiente, al no tener clases, me he quedado acostada en la cama un rato más junto con Derek, que tampoco tiene que ir a la oficina. No puedo dejar de verlo mientras duerme, se ve tan tranquilo y relajado, que parece otra persona, he pasado algunos mechones de su cabello hacia atrás para que no le estorben.

—Creí que seguirías durmiendo, teniendo en cuenta que te estuviste quejando toda la semana por tener que ir a entregar tus proyectos desde muy temprano.

—Sí, pero... hace frío y eso no me deja dormir.

Se gira hacia mí, luego me atrae hacia él para acurrucarme contra su pecho, sentir su calor sobre mi cuerpo me permite relajarme y vuelvo a cerrar los ojos, durmiéndome un par de horas más. De momentos escucho la respiración de Derek, que es tan suave y relajada, que me tranquiliza.

Gran parte del día nos la pasamos acostados en la cama, ninguno de los dos quería salir de debajo de las sábanas por el frío que hace, pero lamentablemente tenías que hacerlo ya que teníamos que arr