Narra Peitton.
Martes 22 de marzo 2022.
Con fastidio me dirijo al espejo mientras abrocho mi camisa con cuidado de no arrugarla. Mi padre siempre me ha recalcado que un hombre debe vestir sin ninguna arruga.
Me veo al espejo con una corbata sobrepuesta para confirmar si me combina y desisto de ponérmela porque pienso que es demasiado. Solo voy a bajar para desayunar. Voy a mi mesa de noche por mi celular y mi cuerpo se eriza cuando leo: “Solicitud no aprobada”. Con molestia arrugo la hoja y la tiro en la cesta de la basura. Sé que no podré ocultar para siempre la verdad pero sí puedo alargar el momento en que mi padre se entere.
Tomo mi teléfono y salgo de mi habitación cerrando la puerta. Sin embargo, el sonido de un objeto caer hace que me devuelva, y así es como termino abriendo la puerta y observando el porta-retrato de mi madre tirado en el suelo.
Lástima que no puedo hacer lo mismo que hice con la solicitud.
No lo he botado porque mi Nana me hizo prometer que lo conservaría. Ella era la mujer más importante de mi vida. Me crió hasta que murió cuando yo tenía 10 años.
Tomo el porta-retrato en mis manos, detallo la imagen de mi progenitora; sus ojos azules, cabello rubio y una sonrisa que la hacían ver como un ángel. Era hermosa y el parecido conmigo es evidente.
Tal vez debería cambiarlo y colocar la foto en un porta-retrato mejor.
Pienso al observar las grietas en el vidrio, pero desisto de la idea al recordar una escena con mi padre.
—Papi… —Lo llamé logrando que dejara de ver la botella de cerveza vacía —¿Por qué a mis amigos los llevan sus mamis y a mi no? —Pregunté lleno de curiosidad.
A mis seis años no sabía qué era tener una madre y nunca le tomé importancia hasta que comencé a asistir a la escuela y observé a mis compañeros con sus madres y vi lo cariñosas que ellas eran con sus hijos. En ese momento empecé a sentir que algo me faltaba.
Mi padre siempre ha velado por mi bienestar material pero nunca ha sido una persona afectuosa, ni con las amantes que tiene.
—Porque tu madre te abandonó cuando cumpliste 2 años.
Esas palabras bastaron para que mi corazón se agrietara, ¿por qué mi madre me abandonaría?, ¿qué cosa mala había hecho? ¿Había algo mal en mí para que lo hiciera?
Ese día quedó marcado para siempre en mi corazón y mi Nana se dio cuenta de ello, por eso sé que le dolía cuando comencé a rechazar sus muestras de afectos. Y es que si mi madre me había abandonado, la persona que más debió amarme y cuidarme en este mundo ¿Por qué debería creer que las muestras de cariño de otras personas son sinceras?
El cariño de mi Nana sí lo era y tarde me di cuenta. Al morir recordé todos los momentos lindos que tuvimos, desde el cómo hacía todo lo posible para hacerme reír, hasta las noches en vela que pasó cada que me enfermaba.
El día que murió sentí el dolor más profundo, días antes ella me hizo prometer que no botaría la foto de mi madre y que algún día entendería las razones del porqué tuvo que irse.
Bajo las escaleras sin ánimo, tatareando una canción que representa mi estado actual: triste y nostálgico por los recuerdos que me embargaron. Hace tiempo que no desayuno con mi padre y eso me tiene algo inquieto porque sé el motivo de este encuentro. No le diré lo que él desea saber, porque estoy cansado de que me maneje como un títere y si aún tuviera la intención de hacerlo la repuesta no sería lo que él espera.
Arrugo el entrecejo cuando observo a una desconocida sentada en la mesa con un babydoll transparente que deja ver sus senos. Mi padre lo ha arruinado de nuevo; un momento padre e hijo como siempre lo solía hacer cuando iba con una mujer diferente a mis eventos escolares.
—Buenos días —Digo serio, recibiendo una sonrisa de parte de la mujer.
—Buenos días, hijo —Me responde la desconocida causando en mí desagrado.
La miro serio y su sonrisa desaparece. Mi padre ni siquiera responde mi saludo y me ignora leyendo el periódico el cual lo tapa completamente, solo puedo ver sus muñecas y me llama la atención que no se le ven las mangas de la camisa abrochadas.
—Tu padre me dijo que nos tienes una gran sorpresa —Dice la mujer emocionada.
Todas las mujeres con la que sale mi padre tienen dos cosas en común: su característica física: morena, bajas, y ojos marrones, totalmente diferente a mi madre; y creen que porque mi padre se acueste con ellas, las trae a la casa, “les presenta a su hijo”, ya tienen una relación seria con él y se sienten con el derecho de meterse en mi vida.
Si supiera que en unas semanas otra estará en su lugar ni volteara a verme.
La empleada nos sirve el desayuno, y mi padre me deja el periódico a un lado confirmando mis sospechas; él no trae puesto una camisa sino una camiseta y sigue sin mirarme y saludarme. Me siento estúpido por durar horas en mi habitación en arreglarme para evitar una diferencia entre los dos como antes.
Si antes estaba considerando no decirle lo que él desea, su actitud solo fortalece mi decisión.
Permanezco callado mientras la aún desconocida habla intentando encajar, mi padre y yo la escuchamos en silencio. Pobre, aún sigue intentando. ¿Será que no se ha dado cuenta? No sé su nombre, a mi padre no le ha importado presentármela.
—¿Entonces? —Habla mi padre mirándome por fin.
Yo tomo un poco de agua para pasar mi bocado.
—¿Desde cuándo cambiaron las reglas de la casa? —Le pregunto molesto, cambiando el tema. Pero el miedo me invade cuando nuestras miradas son desafiantes.
La mujer mira de un lado a otro nerviosa.
—No es lo que te pregunté —Responde dejando los cubiertos a un lado del plato.
—Realmente no has preguntado nada en concreto… —Quito la servilleta de mi cuello para limpiarme con ella —Pregunta lo que quieres saber —Odio que piense que todo el mundo tiene que saber lo que él quiere escuchar —Pero antes dime: ¿desde cuándo comemos informal en esta casa?
Mi cuerpo se tensa cuando escucho el plato de vidrio caer en el suelo, mi padre lo ha tirado enojado.
—¡Yo soy el pongo las reglas en mi casa y el único que las puede romper! —Responde golpeando la mesa.
Siento la adrenalina recorrer mi cuerpo así que aprieto mis puños. Debo controlarme o todo empeorará.
—¿Quedaste en la academia militar?
Lo miro con odio y en silencio niego.
—No lo sé… —Respondo antes de que se levante, lo ha hecho antes y no termina bien.
—Eres el único que no lo sabe ya a los hijos de mis amigos le dieron respuesta.
—No tengo idea del porqué no tengo respuesta —Respondo metiendo un bocado de comida en mi boca.
Tengo ganas de salir de aquí, pero sin la autorización de él no puedo hacerlo.
Observo cómo le hace una seña a su amante. Y segundos después ambos suben las escaleras. Imagino que van a su habitación.
Respiro profundo conteniendo mis lágrimas porque no le daré el gusto de verme débil. Tengo unos pocos minutos de paz. Y no le presto atención a los pasos apresurados que bajan las escaleras, solo siento el golpe en mi mejilla que me hace caer de la silla.
Otra vez no…
Desplomado en el suelo observo a mi padre con el rostro enfurecido y me toma por el cuello de la camisa.
—¡Por lo menos ten los pantalones como un machito de afrontar tus problemas!
—¡Déjalo! —Escucho los gritos de la mujer que intenta quitármelo de encima —¡Voy a llamar a la policía! —Lo amenaza, logrando que mi padre me suelte y se aparte de mí.
—¡Largo!, ¡no te metas en mis asuntos con mi hijo! —La corre y ella me mira con miedo como pidiendo aprobación para irse y dejarme solo.
Me levanto del suelo sobando mi cara.
Estoy tan acostumbrado, pero sigue doliendo igual que la primera vez.
—¿Estás bien? —Cuestiona la mujer.
Es la primera vez que una de las aventuras de mi padre se preocupa por mí.
—Sí, vete… —Por más que quisiera no estar solo con mi padre no puedo arrastrar a otra persona para se convierta en víctima del hombre que tengo a mi frente.
La mujer me mira con tristeza y siento como si esta escena ya la he vivido, ¿será que mi madre pasó por una situación similar?
Si esa fue la razón nunca podría juzgarla, pero aun así eso no justifica que dejara a su hijo en manos de un monstruo.
Narra Peitton.Martes 22 de marzo 2022. Lavo mi cara con agua fría, necesito refrescarme así que voy a la cocina para buscar algo de tomar. Posterior a ello me quitó la parte superior del pijama, pero al hacerlo siento ardor en mis hombros por lo que paso mis dedos sobre mi piel y veo rasguños.—Joder… —Susurro enojado.No me gusta que las mujeres se pasen del límite queriendo tener el control para volverme sumiso cuando es evidente que soy dominante. Ese es mi problema con Abigail. Soy el que la quiere tener en cuatro y azotarla como se me plazca, tomar su cabello azabache y ver la carita excitada que tiene para darme hasta hacer que lleguemos al clímax máximo.No soy al que le gusta que lo tomen del cabello y le rasguñen la espalda. Y es por eso, que en cada encuentro que hemos tenido la situación se vuelve
Narra Logan.Martes 22 de marzo 2022.—¿Y Bibi? —Mi corazón se acelera cuando la voz de Liana habla mientras balancea sus pies en el aire estando sobre la butaca —¿Por qué ya no hablas de ella?Me alzo de hombros mientras busco en mi mente una respuesta que pueda entender, pero no la consigo. La verdad es que no quiero seguir ilusionándome. Y siento que es suficiente con solo pensarla y amarla en silencio.—Eh… es complicado.—¿Ya no la quieres? —Muerde el sándwich que prefirió comerse aquí ya que por alguna razón los dos nos levantamos muy temprano.—Deja las preguntas para tus profesores, Liana —Me siento a su lado para comer también, y me sorprendo cuando ella suelta su comida y con sus manitos toma mi cara haciendo que la vea a los ojos, tal como suelo hace
Narra Noah.Viernes 25 de marzo 2022.—Necesitamos que dejen de evitarnos —Natanael es quien habla por los dos.Siempre he sido el intermediario en los conflictos a mí alrededor, pero esta vez no soy capaz de serlo.Me siento decepcionado en todos los sentidos. Es como si todo lo que en mi vida creí y amé nunca fue real.Mamá me admitió que le fue infiel a mi padre. Y aunque yo no sea un chiquillo me afecta como si fuera el fin del mundo.Se van a separar, veo en los ojos de mi padre que jamás la perdonará, y tampoco tengo la valentía de pedirle que le dé una oportunidad. No tengo la moral después del rollo en que me he metido.—¿Se separaran? —Cuestiono viéndolos, tomando con fuerza el teléfono con la llamada de mi hermano activa.—No —Mamá niega pero no es capa
Narra Bibiana. Viernes 25 de marzo 2022. Me termino de acomodar al ritmo de mi canción favorita. Al estar lista bajo corriendo las escaleras, no obstante, reduzco la velocidad cuando recuerdo que a mi madre estos sonidos la molestan. Es por eso que para escuchar música tengo que usar siempre audífonos, entre otras cosas. Suena mi teléfono y mi estómago se retuerce de la emoción al ilusionarme con la idea de quién será el mensaje. Logan: Espero que tengas un buen día. Suerte. Resoplo con desgana. Por un momento pensé que Peitton tendría la delicadeza de escribirme al menos un “suerte”. Todos mis amigos saben que hoy es un día importante. Yo: Gracias. Sé que no debería ser cortante con èl. Después de todo, Logan siempre ha estado para mí. Fue al primero que conocí de mis tres amigos, solíamos ser muy unidos, pero al conocer a Noah y Peitton las cosas cambiaron. Ni siquiera me di cuenta cuando mi relación con Logan comenzó a pesar, a tornarse incomoda y distante. Y aunque debo aleg
Narra Noah.Viernes 22 de abril del 2022.—Tienes que detenerte y respirar. Oye —Escucho las palabras pero no entiendo lo que quieren decir —¡Noah! Hermano, mírame y respira.Mis ojos empañados se dirigen a la pantalla de mi teléfono.—¿No conoces a alguien que pueda ayudarme? ¡Nadie!Cuelgo porque Natanael está llorando también al no darme respuesta y no puedo verlo.Me siento abandonado, como aquella primera vez que tras tanto trabajo a mis padres se les olvidó buscarme al colegio, y con miedo tuve que aventurarme a ir solo a casa; enfrentándome a las personas grandes que sentía me harían daño, a las calles que parecían tener el mismo rumbo, los mismos nombres, el mismo silencio y a ese regaño de mi hermano porque estuvo buscándome por horas como un loco.Hacía mucho que no experimentaba ese sentimiento, pero esta vez es mucho más intenso porque nadie me ve a los ojos y me da una respuesta de en dónde está lo que busco.Un mes.Ha pasado un mes desde su desaparición oficial y sus pad
Narra Abigail.8 de Marzo del 2022.Más que divertido, sentir que estaba moviendo las piezas del juego a mi conveniencia, era placentero.Vi a la distancia a Logan partir con ella y me aferré a la cintura de Noah con fuerza.Él también debía caer pronto; pero yo me encargaría de forma inteligente de que ello ocurriera.Sentí que mi cuerpo se estremeció de la excitación que me causó ver la cara de Bibiana cuando Peitton se negó llevarla y la de Peitton cuando decidí irme con Noah. Siempre fue satisfactorio saber cómo podía mover hilos por hilos para que todo saliera a mi conveniencia. Como cuando movía mi látigo en la mazmorra; en los ojos de los sumisos podía mirar cómo el brillo de lujuria y placer se cambiaba por dolor, un dolor agudo que no solo salía por sus bocas en quejidos que me excitaban, sino que brotaba por sus pieles, tan mojados como mi feminidad por el espectáculo. No fui una dominatrix, porque mi principal motivo no fue darle el placer a la otra persona; yo solo buscaba
Lunes 23 de mayo de 2022.Narra Peitton.—¿Cómo ha estado Noah? —Le pregunto a su madre después de llevar unos minutos hablando mientras masajeo mi cien para intentar calmar mi dolor de cabeza.Estoy retardado y esta cola en el transito parece no querer avanzar. Pensé que los padres de Noah postergarían el divorcio por la situación que está pasando su hijo, pero por lo que me contó la señora me equivoqué. Tal parece que las cosas se complican cada vez más con su esposo.No debe ser fácil para mi amigo y debe estar sintiendo que su mundo se le está viniendo encima. Me causa ansiedad el silencio de la señora, necesito buscar un atajo para esquivar el tráfico porque voy tarde, pero sé que esta llamada es importante. Luego de un pesado suspiro por fin me responde:—No sé nada de él… —Mi pecho se oprime porque no puedo evitar que la angustia me invada —Justo te llamaba para preguntarte por él y…—No —Me apresuro a responder —Lo he llamado e ignora mis llamadas y las de nuestros amigos —Ci
Martes 24 de mayo de 2022.Narra Noah.Ahora cuando cierro los ojos lo único que puede mi mente ejecutar son imágenes consecutivas que me llevan desde el día Cero, hasta un número indescifrable.El día Cero fue cuando la vi llegar al salón en nuestra primaria; con una coleta alta, ojos saltones profundos, algo nerviosa pero al mismo tiempo determinante. Desde ese día jamás paré de verla.Y ahora ya no podré verla nunca más.El corazón se retuerce en los restos de mi piel ardiente. Estoy en el número indescifrable de dolor.La noche en la que Peitton me dijo aquello pensé que era una m*****a broma. Que, al final, Abigail sí había resultado tan malvada, al punto de jugar de esa forma conmigo para que la olvidase. Pero su cuerpo sin vida en esta urna que veo y no he dejado de tocar es lo más real y doloroso que mi tacto ha sentido.Tan real como el hecho de que sé que jamás tendré una vida después de esto.—Es hora —Mi madre me toma el hombro, yo la aparto con sutileza.La mirada que no