Capítulo 8SIENNA—Lo sé, Corbin. Es solo que él dijo que le diéramos un par de días más para pagarte. —No, no. Las cosas no funcionan de esa manera. ¡Aquí quién no paga hay que recordarle porque no deben meterse donde no deben! ¿O tengo que encargarme yo mismo? —No señor, yo me encargo enseguida. —Un día John, un día no más. Ahora dime, ¿ya organizaste la carrera de mañana? —Sí claro, eso ya está súper listo. ¿Por qué? —Quiero que prepares a Katy para mañana. —¿En serio lo hará? Usted nunca se involucra en esas cosas. —Solo será por diversión nada más. —Ok. Bueno, ya es hora de irme, nos vemos mañana.—Recuérdalo, John. Solo un día más. No damos segundas oportunidades.—Si, señor.Me retiré rápidamente antes de que Corbin pudiera escucharme. La conversación que acababa de ser testigo me dejó en un mar de dudas. ¿Sobre qué demonios estaban hablando? Justo en ese momento, cada palabra resonaba en mi mente, como un eco divagante que se negaba a desvanecerse. Sentí una me
Capítulo 9CORBINEstaba tan malditamente molesto por todo lo que estaba pasando. Las carreras de motos ya no me estaban produciendo tanto dinero como antes, gracias a los malditos policías que cada vez se volvían más pesados, poniendo en riesgo no solo mi negocio, sino toda la dinámica del underground. Mi mundo se había vuelto un caos, y en el fondo lo sabía: los tiempos de gloria se desvanecían.Tenía a Ben otra vez sobre mí, presionándome para que aceptara hacer el último encargo. Después de esto, podría retirarme, y mi deuda con él se saldarían. Mi trabajo no era fácil, porque conlleva muchos enemigos con los que lidiar, y el riesgo siempre estaba a la vuelta de la esquina. Con cada misión, la tensión aumentaba, y el filo de la navaja por el que caminábamos se volvía más y más agudo.Este sería mi último trabajo para mi viejo amigo Ben. Él me enseñó todo lo que sé, cuidó de mí cuando me encontró en las frías calles muriendo de hambre. Desde entonces he estado con él, pero ya era h
CAPÍTULO 10SIENNA¿Cómo rayos iba a hacer para que Corbin no viera a mis padres?«Piensa, Sienna, piensa.»Saco mi móvil del bolso y le envío un mensaje a mi madre.—¿Mamá, quién está contigo en la clínica? —presiono enviar y, unos segundos después, obtengo su respuesta.—Tu padre, pero ya tiene que irse. Y Ava. —Genial, Corbin no la conocía a ella.Le escribo otra vez.—Necesito que tú y mi padre vayan a la cafetería y me esperen ahí. Corbin ha decidido llevarme y no quiero que los vea, él aún no sabe nada. Dile a Ava que me espere fuera de la clínica. Ya estoy llegando.—Está bien. Pero tú y yo hablaremos, jovencita.No respondo, pues sé de qué tenemos que hablar, y sé que tiene razón. Pero no creo que este sea el mejor momento.—Llegamos —dice Corbin. Levanto la vista y ahí está Ava.—¿Ves aquella chica de cabellos rubios y un tanto desaliñados?—Sí.—Para junto a ella. Es mi amiga, lleva rato esperándome.—Pero... pensé que tus padres estarían aquí —él hace lo que le pido y se de
Capítulo 1LA ACTUALIDADSIENNAPensar que las cosas podrían ser peores era quedarse corto. Aquí estaba yo, tratando de alcanzar una estantería para colocar los nuevos vasos de vidrio que habían llegado; nunca pensé que mi estatura (1.60) llegaría a ser un problema hasta ahora. Tara, la gerente del lugar, me había asignado organizar todo el bar, aunque sentía que lo hacía más que todo por venganza; aunque desconocía el motivo. Llevaba trabajando en el nuevo restaurante casi un mes y me había mudado de San Diego a San Francisco alrededor de un mes y medio. Los días eran agitados, y cada día me esforzaba para adaptarme a este nuevo entorno. El restaurante se había abierto recientemente, y aunque parecía tener éxito, la presión del trabajo era abrumadora. Cada vez que me cruzaba con Tara, se notaba que estaba estresada; sus ojos reflejaban la preocupación y la carga que llevaba. Me preguntaba si alguna vez sería capaz de lidiar con todo ese estrés, siendo nueva en la ciudad.—Baja de ah
Capítulo 2 CORBINCINCO AÑOS ANTES. Nunca había contemplado un par de ojos tan cautivadores hasta que la vi salir de aquel auto, con su vestido corto de verano ondeando. El viento revolotea su largo cabello rojo, que cae en delicados rizos. Sin embargo, lo que realmente me roba el aliento es esa sonrisa suya, que irrumpe en mi oscura y solitaria existencia como un rayo de luz. No la había visto antes por el vecindario; pero, tras haber estado fuera de casa más de dos meses y regresar apenas anoche, me preguntaba quién podría ser mi nueva vecina.Al descubrir con quién se divierte, mi alegría se apaga de inmediato: es un hombre mayor, bien vestido, que parece disfrutar de su compañía.—¡Oye, pero si eres un tramposo! —dice riendo la hermosa joven. Siento celos al instante. Su dulce voz es como una suave melodía en un susurro. Camina hasta él y lo abraza.—Mi pequeña niña no sabe perder. Ven, vayamos a contarle a tu madre quién es el mejor comiendo donas.—¡Oh, papá! —dice aún riendo
Capítulo 3 LA ACTUALIDAD CORBINMe encuentro sentado en mi escritorio, rodeado de papeles desordenados y la luz tenue que apenas ilumina la habitación, cuando escucho esa risa que jamás podría sacar de mi cabeza, aunque quisiera. Es una risa alegre y despreocupada, capaz de traer recuerdos de días pasados. Mis entrañas se contraen y un escalofrío recorre todo mi cuerpo, llenándome de sensaciones que preferiría ignorar. Sin poder resistirlo más, me levanto de mi silla y salgo de mi oficina, dirigiéndome directamente a la cocina, donde la risa parece ser más intensa.Abro la puerta y allí está ella, riendo a carcajadas, con los brazos cruzados sobre su estómago, lágrimas asomando en sus ojos a causa de tanto reír. La imagen es tan fresca, tan viva, que me resulta difícil no quedarme paralizado por un instante. Miro a Ian con el ceño fruncido; me pregunto en qué estará pensando al verla. ¿Por qué demonios está lleno de harina, como si hubiera tenido un accidente en la cocina? Él me ve
Capítulo 4 LA ACTUALIDAD SIENNANo entendía por qué Corbin actuaba de esa forma, ni tampoco podía comprender el hecho de que casi asesinará a Ian con la mirada. Lo vi mientras él fruncía el ceño, sus ojos destilando una ira silenciosa que enviaba escalofríos por mi espalda. Ayudo a recoger el desastre en la cocina antes de que mi turno termine; el restaurante sigue bullicioso, y la mezcla de platos y vasos rozando aumenta la presión en el aire. Sabía que debía llegar a casa, aunque no tuviera a nadie que me recibiera al entrar, al menos no por ahora.Una vez que termino de ayudar en la cocina, me despido de Ian con una ligera sonrisa. Me dirijo al cuarto de empleados para buscar mis cosas, el sonido de mis pasos resonando en el suelo de azulejos fríos. Abro mi casillero y saco mi bolso, sintiendo un ligero alivio al deshacerme de la chaqueta de trabajo que siempre parecía apretar mi pecho.—¿Ya has terminado? —su voz ronca y profunda resuena en el pequeño espacio, haciendo que me es
Capítulo 5LA ACTUALIDAD CORBINDios, no puedo continuar así. Ha pasado mucho tiempo desde que soñé con Sienna, pero desde que apareció Maddie, mi mente se ha convertido en un lío de recuerdos y confusiones. Necesito concentrarme en mis propias cosas; hay asuntos mucho más importantes en los que debo pensar que revivir viejos recuerdos del pasado.—Ya te lo he dicho, John. No quiero errores. Tiene que ser un trabajo limpio.—Sí, Señor. En eso estamos. Verá que todo irá como usted espera. Los pedidos llegarán hoy por la tarde, yo me encargaré. Y también conseguiré lo que me has pedido.—Eso espero, John. —Finalizo la llamada. Cuando deseas que un trabajo se haga bien, lo mejor es hacerlo uno mismo, pero John es mi mano derecha y nunca me ha fallado. Necesito ese informe en mi oficina hoy mismo.Salgo de mi casa y me dirijo hacia mi camioneta. Tengo que llegar al trabajo más que nunca. (####)Maldita sea. Esa voz otra vez, ¿por qué tiene que ser tan condenadamente dulce? Maddie está e