CAPÍTULO 13 SIENNASalgo lo más rápido que puedo de este lugar. Me da pesar no poder despedirme de Ian, pero le enviaré un mensaje a su móvil más tarde. Corro hasta mi auto y me subo en él; arranco el motor sin mirar atrás. Una vez más, me alejo del hombre que amo y, aunque la emoción me embarga, las lágrimas pican en mis ojos, amenazando con derramarse en cualquier momento. Debo ser fuerte y resistir, al menos por ahora...Manejo sin rumbo fijo, buscando aclarar mis ideas. Me alegra saber que Ava está en casa cuidando de Eric; no puedo permitir que él me vea en este estado de vulnerabilidad. Mientras acelero, decido llamarla y contarle todo lo que ha ocurrido. Al segundo repique, ella contesta.—¿Y? ¿Cómo te fue? —es lo primero que me dice, intriga evidente en su voz. —Lo sabe. Sabe la verdad —suelto, sin más preámbulo, sin saber muy bien cómo más explicarlo. —Cuando dices que sabe la verdad, ¿quieres decir que sabe todo? —No. Por supuesto que no. Pero sí sabe quién soy. Sabe
CAPITULO 14CINCO AÑOS ANTESSIENNA—Me voy de viaje —dice mirando el frente de su casa desde el porche de la misma, apoyando los antebrazos en la barandilla. Sin querer hacer contacto visual conmigo. Sabía que odiaba cuando tenía que marcharse.—¿Otra vez? Y, ¿esta vez me dirás a donde te vas? —sabía que era tonto preguntar, pues nunca me lo diría. Siempre se va por más de quince días.—Amor...—comienza a decir.—No, está bien, entiendo. De verdad. Son cosas de trabajo —Lo corto. Se voltea y toma mi cara entre sus fuertes manos.—Joder, sabes que te amo más que a mi jodida vida. Así que no quiero que esta hermosa cabecita tuya piense que tengo a otra en alguna parte. Porque mi corazón solo te pertenece a ti, ¿entendido? —asiento un par de veces con la cabeza entre sus manos.—¡Respóndeme! ¿Lo has entendido? —su mirada es de pura ira contenida, pero, ¿De qué va esto? No he dicho nada malo. Su agarre se vuelve más fuerte.—Me... me lastimas.—¡Maldita sea! Lo siento. Pero es que no qu
CAPÍTULO 15CINCO AÑOS ANTESSIENNA—Yo también lo he disfrutado mucho. —Está serio y pensativo—. ¿Quieres que acabemos este día aún mejor?¡Ay, Dios! —Sí —jadeo.—Ven aquí.Doy un paso adelante, le pongo las manos en el pecho de acero y levanto la cabeza para buscar su mirada. Pasamos unos instantes en silencio, contemplándonos, antes de que sus labios tomen los míos y me catapulten al instante a mi lugar favorito del universo, Corbin.Hacer el amor con Corbin es realmente fantástico, aunque a veces es un poco exigente y controlador, pero lo amo a sí mismo. Todo de él.Corbin toma mi trasero entre sus manos y me alza para que envuelva mis piernas alrededor de su cintura, y eso hago. Me agarro a él cuando me levanta y me apoya contra su cuerpo. Nuestras lenguas entrelazadas se acarician despacio. Me lleva a la cama, se tumba encima de mí y me coloca las manos por encima de la cabeza. No me las sujeta, pero sé que es ahí donde quiere que las deje.Abandona mi boca y se sienta. Me mira
Capítulo 16CINCO AÑOS ANTES.SIENNA.—Todavía no, pequeña —me dice con dulzura, y aprieta con fuerza en su embestida.Trato de concentrarme todo lo que puedo, pero con Corbin besándome con tanta delicadeza, la verdad es que va a costarme. Le clavo las uñas en la espalda, es una señal sin palabras de que ya me encuentro cerca y que no podré aguantar mucho más. Gruñe, me muerde el labio y empuja hacia adelante. —Juntos —masculla contra mi boca.Asiento y aumenta la intensidad de sus arremetidas para acercarnos a ambos al éxtasis supremo. —Ya casi estoy, nena —gime. —¡Corbin!—Espera. Espera un poco —dice con suavidad, y se clava una vez más dentro de mí, ejecutando una rotación tan profunda con las caderas que me resulta deliciosamente dolorosa. Los dos gritamos.—¡Ahora!Sale y vuelve a entrar, más fuerte. Me libero. Noto que palpita y tiembla dentro de mí mientras ambos engullimos los gemidos del otro y nos entregamos al placer. Siento que descendemos en una caída apacible y p
CAPÍTULO 17 CORBIN—¿Qué demonios se supone que deba hacer? ¿Ir y obligarla a que me dé respuestas, cuando yo fui el que la dejó en primer lugar? ¿Y luego qué? ¿Decirle: “Oye, tengo que matar a tu padre, no es nada personal”? —me paso las manos por el pelo y me tiro de ellos con frustración. Cojo la lámpara de mi escritorio y la lanzo contra la pared. Estoy muy cabreado.—A ver, muchacho, cálmate en primer lugar. No vas a conseguir nada destrozando la oficina. —Suspiro y giro a verlo. Ya le había hecho un agujero a la puerta y destrocé las cortinas de las ventanas. —¿Ya has intentado hablar con ella? —Bajo la cabeza y niego al tiempo que doy un suspiro derrotado. —No, John. No he hablado con ella aún. Dije que le daría tiempo.—¿Cuánto tiempo es tiempo para ti?—No lo sé. Un par de semanas, quizás.—O sea, le estás dando el tiempo suficiente para escapar. Ahora, mi pregunta es: ¿cuánto tiempo tienes tú para tu última misión? —Me había olvidado de eso, esto se pone cada vez peor. P
CAPÍTULO 18CORBIN—Ayudarte, así que sube e indícame dónde debo estacionarlo.Justo cuando va a protestar, su móvil suena. Mira la pantalla antes de contestar.—Hola... sí, ya estamos aquí.Se hace el silencio mientras la otra persona habla.—No he podido contestar el teléfono fijo porque aún no estoy en el apartamento. Tuve un... contratiempo. Nada de qué preocuparse.Camina de un lado a otro mientras se enrolla un mechón de su cabello en el dedo índice.—Lo sé. Está bien. También te quiero.Silencio.—Vamos, Graham, sabes que sí. Es solo que ahora estoy ocupada.¿Quién diablos era Graham? ¿Y por qué ella lucía tan nerviosa? ¿Acaso es el papá de Eric?—Eric está dormido y tengo que llevarlo a la cama... sí, de acuerdo, nos vemos la semana que viene... claro, ahí estaré. Besos, te quiero.Termina la llamada y voltea a verme. Frunzo el ceño y entrecierro los ojos, lanzándole una mirada asesina. Aprieto el volante con tanta fuerza que los nudillos se me ponen blancos. Estoy tan cabread
CAPÍTULO 19CORBIN—Hola. ¿Podríamos dejar de actuar como si fuéramos unos extraños que recién se conocen? Sería más fácil para ambos. —Está bien. Así que dime, ¿a qué has venido? —Tenemos mucho de qué hablar. Tengo preguntas y tú las respuestas. —se toca el cabello con nerviosismo—. Y esta vez no vas a huir de mí y no darme las respuestas que quiero. —Era una cara dura, teniendo en cuenta que yo le debía a ella las mismas respuestas. Asiente, endereza su espalda y me mira directo a la cara, sin ninguna expresión reflejada en ella. Ya no era la pequeña chica a la que solía proteger; esta chica era fuerte, segura, confiada en sí misma. —Bien, dime qué quieres saber. —¿Por qué no empezamos desde el principio? ¿Te parece? —suspira. —Como verás, tengo un hijo. —Lo dice como si no me hubiera dado cuenta de ese hecho. Solo de imaginarme a ella con otro me da ganas de matar. Asiento y ella continúa—. Llevo años buscándote. Fue entonces cuando te vi entrar en tu restaurante. Claro, ante
CAPÍTULO 20 SIENNACorbin me observa desde el otro lado de la estancia, ignorando por completo mi petición de que se marche. Esto sí que no había cambiado, siempre será el mismo hombre obstinado y terco que conozco. Sus ojos azules se oscurecen y los entorna. Su mirada ha pasado de suave y tranquilizadora a oscura y peligrosa. Comienza a avanzar hacia mí, con suaves y lentos, pero precisos movimientos, como un depredador acechando a su presa. ¿Por qué rayos le habré dicho eso? Era solo mi loca necesidad de saber si aún me seguiría queriendo si supiera que he estado con otros hombres... Soy una estúpida.—Espero que no sea cierto. Y una mierda si crees que voy a irme ahora —dice, mientras su pecho comienza a agitarse frente a mí. Su mandíbula se tensa hasta el punto de querer partirse. Así es exactamente como me hace sentir a mí, que él venga aquí y haga como si nada hubiera sucedido. Me quedo estupefacta.—¿Qué pasa? —pregunta.—No puedo negarte algo que sí ocurrió —espeto. Estoy t