Varios días después: 23 de diciembre
Estos últimos días han sido un sube y baja de emociones, hemos estado durante muchos algunos días fuera del país por negocios y otros en otras ciudades ya más cercanas a casa que nos permitían estar con Mia ya que usualmente íbamos y veníamos en el día. Sin embargo, no hemos tenido tiempo para hacer una de las cosas más importantes y por eso nos toca estar hoy aquí sentados en esta sal de espera de esta clínica esperando por su turno. —¿A que hora llegaba tu familia de Miami? — Me pregunta mirando el reloj una vez más y sonrió.
—Hay tiempo, no te preocupes, faltan como tres horas— Le recuerdo y es que en verdad esta nerviosa, pero no es para menos, es la primera vez que pasaremos navidad juntos y a eso le debemos sumar el hecho de que nuestras familias se reúnan.
<—Todavía no lo puedo creer— Murmura cuando vamos camino al aeropuerto para recoger a mis familia.—Dos— Es lo único que puedo decir y agradezco que Mia este con sus abuelos.—Nada puede ser normal contigo, ¿no? — Me regaña divertida y no sé si por los nervios o que, los dos nos reímos.—Creo que lo hemos hecho con muchísima pasión— Bromeo entre risas.—Demasiada… mira que concebir dos… ufff…— Comenta y al frenar frente al semáforo que esta en rojo, llevo una de mis manos sobre su abdomen.—Nos vamos a organizar, verás que todo estará bien, estos niños serán inmensamente amados— Le digo mirándola y lleva su mano sobre la mía.—No lo dudo, pero sabes que es normal sentir miedo, con Mia me paso igual— Me cuenta.—¿De v
No cabe duda de que todo es mucho más fácil en la vida cuando la familia te apoya en la relación con quien ahora es mi esposa. Las risas, las charlas, y los recuerdos se crean con facilidad en medio de momentos como estos. El pent-house no es tan grande como para que mis padres, mis hermanos, cuñados y sobrinos se quedaran con nosotros; por lo que les di la llave de mi casa para que se hospedaran ahí, pero claro, todavía no se han ido porque están demasiado entretenidos con mi esposa. Miro la hora y ya son las ocho y treinta… 《Tengo que salir ya o no llegare》Pienso y rápidamente busco mi billetera y mi celular.Me acerco a Sofí aprovechando que esta sola en la cocina y le sonrió —Muñeca, tengo que irme un ratito, ¿sí? — Le dejo saber y me mira un poco confundida.—¿A esta hora? — Me cuestiona.—El detective tiene informació
El silencio pareciera ser eterno en está habitación donde estamos abrazados en nuestra cama después de haber hablado de todo lo que descubrió el detective. No fue fácil contarle todo, sobre todo porque también ha significado recordar lo de aquel accidente y la perdida de nuestro bebé, pero tampoco quería ocultarle nada, si hay una cosa que no quiero en nuestra relación es que tengamos secretos —¿Qué haremos ahora? — Me pregunta de repente y no dejo de acariciar su cabello.—Eso es algo que debes decidir tú muñeca… es decir, si me preguntas a mi, no dejaría que Mía fuera a la casa de Guillermo y esa mujer nunca más y obviamente haría lo que fuera para que le pusieran una orden de restricción, pero es tú decisión— Explico con toda honestidad.—¿Crees que Guillermo sabía de todo esto?
Al día siguiente: 24 de diciembre Deberíamos estar extremadamente felices porque toda nuestra familia esta sentada alrededor de esta increíble mesa que ha preparado mi suegra y que va acorde a la hermosa decoración que hay en toda la casa, pero la verdad es que Sofí y yo estamos un poco preocupados por todo lo de Charlotte y nerviosos por dar la noticia de que tendremos mellizos. Ver a toda nuestra familia conversando de manera tan amena y riendo de distintas bromas que hacen mi hermano y mi cuñado nos hacen sentir muchísimo mejor y olvidar se ese problema que significa Charlotte en nuestras vidas por un momento. Tomo la mano de mi esposa por encima de la mesa y le doy un tierno beso mirándola a los ojos —¿Les decimos ya? Faltan diez minutos para que den las doce— Le pregunto y asiente. —Creo que ya es hora— Murmura y sonrió. —De cuerdo— Digo y respiro profundo para después ponerme de pie y tomar mi copa —Perdonen que interrumpa este momento—
Dos años después Desde el día que mi vida se cruzo con la de Sofía en aquel café, me di cuenta de que el amor había llegado y a partir de aquel instante todo fue una bella aventura en mi vida. Gracias a la vida, esta mujer se siente igual que yo y conseguimos construir una bella historia de amor donde hemos formado una bella familia. La veo jugando con nuestros hijos en el jardín y sonrió como un tonto al recordar la manera que me temblaron las piernas el día del parto de Samuel e Iván. Ese día fue sin duda alguna el más feliz de todos, pero ahora que en cinco meses lo vamos a repetir con nuestra pequeña Maia, me doy cuenta de que junto a Sofía la felicidad es perpetua. Claramente los momentos difíciles también han jugado su papel y de cierta manera nos han hecho crecer como pareja, la perdida de aquel bebé fue sin dudas lo peor de todo, pero dicen que la vida de alguna manera te recompensa por lo malo, ¿no? claramente nuestro hijo no será reemplazado y siempre forma
31 de agostoLa luz natural que suele asomarse por la amplia ventana de mi oficina comienza a desaparecer con el trascurso de los minutos dejándome saber que será una más de esas noches donde llegare tarde a mi casa. Releo la serie de contratos que debo firmar en los próximos días, y bebo otro sorbo de mi café que ya está más que frio. Mientras que hago esto pienso en todo lo que debo resolver antes de irme y hago notas mentales para no olvidarme de nada, hast
Rose ha sido muy amable en traernos una taza de café a cada uno a pesar de la negativa inicial de Sofía. Ella me mira seriamente y todo indica que esta esperando a que hable, al menos eso es lo que yo interpreto. Bebe un sorbo de su café y vuelve a mirarme —Entonces, ¿de que quieres conversar? — Pregunta firme, y realmente me llama mucho la atención su actitud fría y distante. Entiendo que apenas nos hemos conocido hace unos minutos, comprendo que no somos amigos, confidentes, ni nada parecido, pero ¿es necesario ser así? En otra ocasión no hubiera admitido este tipo de actitudes de parte de nadie que este a punto de contratar, pero por alguna razón, me gusta que sea así; la h
Al día siguiente: 8 de septiembreNueva YorkCarlos estaciona el auto frente al edificio donde vive Sofía y por ende donde he quedado en recogerla para ir juntos a al hotel Stewart, y le envió un mensaje de texto para dejarle saber que hemos lle