Varias horas después: Madrugada del 23 de septiembre
Atlanta, Georgia
Almuerzo, reuniones, firma de contratos, y una ultima reunión en un bar, en fin... todo esto me ha mantenido lejos y a la vez cerca de ella y no puedo más. Camino de un lado a otro de esta habitación de hotel y miro el reloj una vez más. Una de la mañana. Me debato entre salir de este cuarto e ir al suyo o morderme la boca y dejarme consumir por estas ganas de hablar, de besarla, de hacerle el amor... Me decido por la primera opción. Tomo valor, abro la puerta de mi habitación, pero para mi sorpresa me la encuentro a ella frente a frente. —Iba a buscarte. — Digo nervioso y observo el albornoz de seda color negro que lleva puesto. —Entra, no quiero que te vean así.— Me quejo y la jalo de la mano para que entre y luego cerrar la puerta detrás de ella.
Me sonríe &
—Me tengo que ir guapo...— Me dice cuando le sujeto por la cintura y pego su cuerpo al mío.—Quédate un rato más, aún es temprano...— Me quejo y ríe.La aprisiono con mis dos brazos y acerco mis labios a su cuello. Le beso detrás de su oreja y ríe nerviosa —Guapo.... Que ya noto por donde vas, pero de verdad... ya ha amanecido. — Me repite.—¿No pensaras en dejarme así? ¿no?— Pregunto eliminando toda la distancia entre su cuerpo y el mío y dejándole sentir la manera en que ella me altera.Muevo su cabello a un lado para verla y está mordiendo sus labios. 《Me encanta...》 Se las ingenia para girarse y que quedemos de frente. Me sonríe, lleva sus manos a mi rostro y me mira fijamente —Eres un pequeño demonio.— Bromea.Muerdo mis labios y me acerco a su oído —Te daré ver
Entro al café del hotel, y allí la veo a ella sentada junto a Carlos y Luis. Intento mantener mi contacto visual con ella al mínimo, pero es imposible. Me quita el aire tan solo verla. Vuelvo a revivir en mi mente todo lo que hemos hecho y todo lo que nos hemos dicho en mi habitación y se altera todo mi ser. Sacudo mis pensamientos, respiro profundo, y me acerco a ellos —Buenos días a todos.— Digo de la manera más neutral que puedo y luego tomo asiento en la única silla que hay libre y es justo la que está al lado de ella. —¿Cómo has amanecido?— Le pregunto directamente a ella.—Bien, ya he hablado a mi casa y Mía está de maravilla. Eso me tiene más tranquila. — Me dice como si nada y sonríe —¿Y tú? ¿Preparado para la gala de esta noche? ¿Ya has preparado tu discurso? — Me pregunta mirándome fijame
Horas más tardeEstoy sentado frente a ella en esta mesa, en un restaurante apartado en Atlanta, y el cual tiene una vista increíble. Sus ojos avellana brillan de una manera especial a causa de los rayos de sol que nos cubren y yo estoy perdido viéndola, se ve tan relajada, tan bella, y tan ella que me hace sentir el hombre con más suerte del mundo.—Te ves hermosa.— Le digo rompiendo nuestro silencio momentáneo.Ella me mira, sonríe y sostiene su copa de vino —Tú también te ves muy guapo. Pareces otro aquí en este lugar y solos.— Me dice sin apartar su mirada de la mía.—Nos conocemos tanto, pero a la vez tan poco...— Comento y bebo un sorbo de agua ya que nunca me gusta tomar alcohol antes de dar una charla.Ríe nerviosa — Es que lo nuestro ha comenzado de una manera poco convencional. — Dice bajito.—Digamos q
Falta un poco para que salga a dar mi charla y esta especie de camerino que me han dado para esperar cómodamente a mi turno, parece frio y desolado sin ella. Muero porque entre por esa puerta y me de uno de esos besos que ella sola puede darme, pero sé que debemos disimular frente a mis empleados y al resto de los empresarios que están aquí. Lo nuestro debe parecer tan solo una relación entre un empresario y una asesora comercial, pero honestamente se me hace demasiado difícil disimular cuando muero por ella cada vez que la veo.Casi como llamándola con mis pensamientos, Sofía entra a la habitación con esa sonrisa típica que utiliza para hacerse la profesional, pero que a mí me roba mil suspiros y cierra la puerta detrás de ella. —¿Todo listo ya?— Me pregunta acercándose a mí con su Tablet en la mano —Queda como media hora.— Me informa y la miro fij
24 de SeptiembreNueva YorkCuantas ganas de despedirme de ella con un beso que tenía, cuantas ganas de decirle que la amaba, y cuantas ganas de bajarme del auto y quedarme a pasar la noche con ella en su departamento; pero, no pude hacer nada de eso. Tuve que aguantarme las ganas y despedirme con dos besos en la mejilla y decirle que nos veíamos mañana para acordar todo lo de la próxima negociación.《¿Cómo voy a hacer para poder dormir sin ella a mi lado?》 Las últimas dos noches han sido mágicas y llenas de amor y placer; en pocas palabras, han sido perfectas. Saco mi móvil del bolsillo y asegurándome de que ninguno los que esta aquí me vea; le envió un mensaje."Apenas te has marchado y ya te echo de menos como un loco."Me quedo mirando la pantalla por algunos segundos, y supongo que debe estar saludando a su hija y llen&a
Veo en lo que se ha convertido la agenda, y sé que debería estar preocupado o al menos estresado, pero al mismo tiempo, saber que ella estará conmigo en cada uno de estos compromisos me hace ver las cosas de otra manera, eso sin contar lo bueno que es esto para la empresa. Pienso que todo esto es diferente, mis viajes de negocios serán hechos con quien es mi novia y definitivamente las cosas se pondrán muy interesante.—¡Hola Kilian!— La escucho decirme haciendo que su voz sea como la de una niña, y al darme la vuelta muero de amor. Tiene a Mia entre sus brazos y la pequeña refriega sus manos por sus ojos; aún sigue algo dormida.Sin pensarlo dos veces, me levanto del sofá y camino hacia ella. —Hola pequeña...— Digo y me le quedo mirando con una enorme sonrisa —¿Cómo te sientes?— Le pregunto y sonríe tímidamente.—Bien
Mi mañana ha pasado jugando con Mia a las muñecas, y mi tarde ha sido preparando toda la agenda para lo que se viene los próximos meses de trabajo, respondiendo correos electrónicos, y por supuesto preparando las propuestas para los clientes junto a ella en su casa; supongo que alguna ventaja debe tener ser el presidente de la empresa. En estos momentos se me parte la cabeza y para relajarnos un poco he propuesto ver una película; lo que no imaginaba, es que fuese Mia quien elegiría. Está sentada sobre mi regazo viendo atentamente la pantalla y disfrutar de la última versión del clásico de Disney "La bella y la bestia." Debo admitir que es una buena película, pero me inclino más hacia las películas de terror donde mi novia me abrazase al asustarse. —Se ha dormido. — Susurra Sofí cuando Mia recuesta su cabeza sobre mi pecho.Observo a la pequeña, y efectivamente
Al día siguiente: 25 de septiembre—Kilian.— La escucho decirme al oído, pero prefiero hacerme el dormido. —Ven anda... tienes que irte, no quiero que Mia te encuentre aquí cuando despierte.— Continua.—Ummm... Murmuro y me doy la vuelta en la cama para poder verla. Sonrió al verle y es que, hasta despeinada, sin maquillaje, y con mi camiseta puesta es hermosa. —Que cool que es amanecer contigo.— Comento y ríe.—¿Qué cool? ¿Acaso eres un niño pequeño que utilizas esa palabra?— Bromea haciéndome reír también.Llevo una de mis manos a su cabello y enredo mis dedos en este —Supongo que si, es muy extraño lo que me sucede contigo, pero por momentos me haces sentir como un niño y por otros me haces sentir como un hombre. Tienes la capacidad de hacerme sentir muchísimas