En varias ocasiones la familia de Oliver acudió a su lado a visitarlos y así poder convivir con el pequeño Paul. Mientras que en otras ocasiones era ella quien iba a la cuidad para que estuvieran con él; habían adoptado una clase de ritual o rutina para que ambos pudieran estar al lado de su hijo tan frecuentemente como les fuera posible. Paul estaba creciendo de forma correcta y acordé a su edad. Apesar de las circunstancias de su nacimientos era un niño lleno de salud y alegría, era la luz de todos aquellos que estaban a su alrededor. Poseía una personalidad muy animosa y cariñosa, además de que era en verdad activo. Ese en particular era un hecho que había obligado a Emilia a ir hasta el límite de sus posibilidades. Había tenido que inventar mil y una formas para poder hacerse cargo de él, más todos y cada uno de sus esfuerzos habían válido por completo la pena, de eso no tenía la menor duda. Faltaba poco para que Paul cumpliera su primer año de vida y parecía estar preparado para
Una vez Oliver y Emilia se quedaron a solas con su hijo, este se le acerco.- Creo que él no es el único agotado, anda te ayudo - le dijo cargándola para levantarla del suelo y subir a la silla de ruedas.Una vez en su habitación le ayudo a cambiar a Paul y dejarlo rendido en su cuna, sobre la cual ambos se quedaron observándolo dormir.- No es porque sea su madre, pero es perfecto - le dijo sin poder evitar externar su sentir y es que este era demaciado poderoso.- Lo es, de eso no me cabe la menor duda - le respondió con la vista fija Paul.- ¿Que te preocupa? - le pregunto de pronto y es que al verla de reojo se dio cuenta de la expresión de consternación que se dibujaba en su rostro.- ¿Como sabes que algo me inquieta? - le pregunto, pues según ella había sido muy discreta al respecto.- Puedo verlo en tu rostro, no puedes engañarme -
- Eres un estupido y nunca dejaras de serlo. Cuando dije que no tenías motivo para sentir celos, nunca dije que fuese por nosotros, que en dado caso no tenemos nada formal y eso lo sabes bien; más no fue por esa causa que lo hice. Entre Javier y yo no hay, ni habrá nunca nada; a él no lo veo más que como un buen amigo, un hermano. Además de que es gay, he ido a verlo porque quería presentarme a su prometido con el cual estaba muy feliz y enamorado - le contó dejándolo en verdad sorprendido, pues jamás se espero una revelación como esa.- Emilia yo... - comenzó a decir, más las palabras no eran suficientes para descubrir lo confuso que se sentía ante lo que acababa de enterarse.- Nada Oliver; fue justo por eso porque no acepte casarme contigo, el matrimonio es más que romanticismo y los dos debemos aceptarlo. No somos verdaderamente concientes de la clas
Entonces de pronto algo sucedió que lo cambio todo, apareció Barbara llamando la atención de todos los presentes. Lucía más despampanante que nunca con un vestido rojo sangre a media pierna y escote griego, más con la espalda descubierta; sus zapatillas eran negros con un tacón de aguja altísimo, lo cual solo la volvia aún más imponente. Su maquillaje era cargado, pero no rayando en lo vulgar; sino que al parecer pretendía lucir seductora y lo había conseguido sin lugar a duda. Era toda una belleza de eso no cabía la más mínima duda.Tenía un plan transado para acabar con todos aquellos que eran los culpables de su sufrimiento; solo había tenido que esperar el momento oportuno para hacerlo. Para su fortuna este había llegado, esa noche daría el primer pasó para lo que se proponía y cuando terminara estaba segura de que desear&iacut
Cuando inicio aquella conservación quería llevarla por un camino en concreto y era hacerles ver qué ella no era de su clase, que no era como ellos; más todo había resultado de forma contraproducente. Ahora todos la veían casi como una heroína y estaba conciente que de intentar algo más en esos instantes, entonces sería ella quien resultará más afectaba, No era tan tonta como para hacer algo así y exponerse ante todos, en especial con lo que aún tenía que hacer.El resto de la cena se llevó acabo con cierta normalidad o al menos así lo parecía, pues en el fondo la familia no estaba muy conforme con la presencia de Barbara. Ella era no grata en su casa, más no podían decir nada por respeto a sus invitados.Ellos no estaban enterados de nada y no tenían porque estarlo, después de todo se trataba de asuntos meramente perso
Ambos entonces se quedaron en silencio, recostados sobre sus espaldas viendo el techo y así hasta que el sueño comenzó a afectarles.- Permíteme dormir aquí al menos por esta noche, te lo pido - le dijo demaciado cómodo y cansado como para irse, además de que necesitaba estar a su lado.Necesitaba sentirla cerca suyo, el calor que irradiaba su piel y su aroma envolviendolo.- Oliver, no se... - trato de negarse Emilia, más se sentía tan bien a su lado que le costaba hacerlo.- Solo sera dormir, te lo aseguro. Solo eso necesito - le dijo tratando de convencerla, hecho que no le costó en absoluto.Emilia solo pudo asentir.Luego de algún rato Oliver fue acercarse cada vez más a ella, aunque con lentitud para no llamar a su atención. Emilia en cambio si noto cuáles eran sus pretenciones, pero no se lo impidió y es que deseaba tenerlo a su lado tan
Un par de minutos después estaban en el coche rumbo al centro de la ciudad.Ambos se encontraban en absoluto silencio mientras recorrian las calles, en tanto que a su alrededor los rayos iluminaban el cielo nocturno y los truenos se escuchaban cada vez más cerca. La noche amenazaba con tormenta, de eso no había duda alguna.Luego de algún rato Oliver detuvo el auto, ayudando a Emilia a bajar de este y al hacerlo se dio cuenta del lugar en el que se estaba. Se encontraba a las puertas del edificio donde Oliver tenía su departamento, estaba segura de eso y es que jamás olvidaría aquel lugar.Con todos esos recuerdos frescos en su mente lo volteo a ver.- ¿Que hacemos aquí? - le cuestiono con cierta molestia y es que aquel no le parecía el mejor sitio para ir a festejar.- Ya lo verás, solo espera un momento - le pidió haciendo oídos sordos a s
Ambos entonces se quedaron viendo una vez más el uno al otro en completo silencio.- Si te soy honesta no tengo apetito - le dijo viendo aquella bandeja entre ellos aún intacta.- Yo tampoco - reconoció Oliver a su vez.- En ese caso lo mejor será que regresemos a la casa, que no me gusta estar separada de Paul por mucho tiempo - le dijo sientiendo como si le faltase un brazo si no lo tenia cerca suyo, después de todo no se había separado de él desdé que nació.- Espera un momento, que no solo te he traído aquí para cenar - reconoció pues no quería que se marchará, no antes de que pidiera decirle lo que necesitaba.- ¿Y que pretendías?, ¿seducirme acaso? - le pregunto con una sonrisa burlona en el rostro.Oliver en tanto y para su sorpresa asiento con cierta pena.- Era eso. ¡Valla!, ¿y que te detie