Entonces de pronto algo sucedió que lo cambio todo, apareció Barbara llamando la atención de todos los presentes. Lucía más despampanante que nunca con un vestido rojo sangre a media pierna y escote griego, más con la espalda descubierta; sus zapatillas eran negros con un tacón de aguja altísimo, lo cual solo la volvia aún más imponente. Su maquillaje era cargado, pero no rayando en lo vulgar; sino que al parecer pretendía lucir seductora y lo había conseguido sin lugar a duda. Era toda una belleza de eso no cabía la más mínima duda.
Tenía un plan transado para acabar con todos aquellos que eran los culpables de su sufrimiento; solo había tenido que esperar el momento oportuno para hacerlo. Para su fortuna este había llegado, esa noche daría el primer pasó para lo que se proponía y cuando terminara estaba segura de que desear&iacut
Cuando inicio aquella conservación quería llevarla por un camino en concreto y era hacerles ver qué ella no era de su clase, que no era como ellos; más todo había resultado de forma contraproducente. Ahora todos la veían casi como una heroína y estaba conciente que de intentar algo más en esos instantes, entonces sería ella quien resultará más afectaba, No era tan tonta como para hacer algo así y exponerse ante todos, en especial con lo que aún tenía que hacer.El resto de la cena se llevó acabo con cierta normalidad o al menos así lo parecía, pues en el fondo la familia no estaba muy conforme con la presencia de Barbara. Ella era no grata en su casa, más no podían decir nada por respeto a sus invitados.Ellos no estaban enterados de nada y no tenían porque estarlo, después de todo se trataba de asuntos meramente perso
Ambos entonces se quedaron en silencio, recostados sobre sus espaldas viendo el techo y así hasta que el sueño comenzó a afectarles.- Permíteme dormir aquí al menos por esta noche, te lo pido - le dijo demaciado cómodo y cansado como para irse, además de que necesitaba estar a su lado.Necesitaba sentirla cerca suyo, el calor que irradiaba su piel y su aroma envolviendolo.- Oliver, no se... - trato de negarse Emilia, más se sentía tan bien a su lado que le costaba hacerlo.- Solo sera dormir, te lo aseguro. Solo eso necesito - le dijo tratando de convencerla, hecho que no le costó en absoluto.Emilia solo pudo asentir.Luego de algún rato Oliver fue acercarse cada vez más a ella, aunque con lentitud para no llamar a su atención. Emilia en cambio si noto cuáles eran sus pretenciones, pero no se lo impidió y es que deseaba tenerlo a su lado tan
Un par de minutos después estaban en el coche rumbo al centro de la ciudad.Ambos se encontraban en absoluto silencio mientras recorrian las calles, en tanto que a su alrededor los rayos iluminaban el cielo nocturno y los truenos se escuchaban cada vez más cerca. La noche amenazaba con tormenta, de eso no había duda alguna.Luego de algún rato Oliver detuvo el auto, ayudando a Emilia a bajar de este y al hacerlo se dio cuenta del lugar en el que se estaba. Se encontraba a las puertas del edificio donde Oliver tenía su departamento, estaba segura de eso y es que jamás olvidaría aquel lugar.Con todos esos recuerdos frescos en su mente lo volteo a ver.- ¿Que hacemos aquí? - le cuestiono con cierta molestia y es que aquel no le parecía el mejor sitio para ir a festejar.- Ya lo verás, solo espera un momento - le pidió haciendo oídos sordos a s
Ambos entonces se quedaron viendo una vez más el uno al otro en completo silencio.- Si te soy honesta no tengo apetito - le dijo viendo aquella bandeja entre ellos aún intacta.- Yo tampoco - reconoció Oliver a su vez.- En ese caso lo mejor será que regresemos a la casa, que no me gusta estar separada de Paul por mucho tiempo - le dijo sientiendo como si le faltase un brazo si no lo tenia cerca suyo, después de todo no se había separado de él desdé que nació.- Espera un momento, que no solo te he traído aquí para cenar - reconoció pues no quería que se marchará, no antes de que pidiera decirle lo que necesitaba.- ¿Y que pretendías?, ¿seducirme acaso? - le pregunto con una sonrisa burlona en el rostro.Oliver en tanto y para su sorpresa asiento con cierta pena.- Era eso. ¡Valla!, ¿y que te detie
Emilia comenzó a abrir los ojos, encontrandose para su desconcierto y terror en medio de la obscuridad absoluta. Sentía mucho miedo, además de una tremenda confusión y es que no sabía con exactitud lo que le había pasado.Estaba un tanto adormilada y con dolor en la cabeza, lo último que recordaba era que alguien le había puesto un trapo mojado en la cara y aunque trato de liberarse le fue imposible, perdió el conocimiento en poco tiempo.Al darse cuenta de eso, también recordó que traía consigo a su hijo y sobre todo que en esos momentos no estaba con ella, lo cual le alteró enormemente. Comenzó a buscar en la obscuridad con desesperación, tratando de dar con él o quizás con alguna pista del lugar en el que se hayaba. Debía saberlo cuánto antes, todo con tal de garantizar mínimamente su seguridad y la de su hijo.
- Barbara calmate y recuerda. Cuando Oliver sufrió el accidente y quedo en sillas de ruedas tú lo dejaste. Cuando yo lo conocí ustedes no estaban juntos desde hacia un tiempo - le dijo intentando aparentemente en vano que recordara como es que pasaron en verdad las cosas.- Pero nos amábamos; ese solo fue un error, uno que podríamos corregir - le argumento segura de que era de ese modo.- Aun puedes - le dijo Emilia tratando de tranquilizarla.- Eso es mentira, tu no lo permitiste y no lo aras - le respondió apenas titubeando un instante antes de retomar su actitud.- Claro que lo hice, cuando descubrí mi embarazo me aleje y aun cuando Oliver me llevo de regreso a la casa jamas le dije que el bebé que esperaba era suyo; es mas nunca pensé en decírselo - le dijo con toda sinceridad al respecto.- Y aun así lo hiciste al final - le recordó Barbara.- Es v
Al escucharla Barbara comenzó a reír de pronto a carcajadas.- Eso no me importa ya, ¿sabes por qué?. Porque su castigo será aun peor que el mio, ustedes vivieran el resto de sus vidas sabiendo que fueron los culpables de la muerte de su hijo, que por su egoísmo él tuvo que morir. No soportarán la sola idea de estar juntos, porque siempre que se vean recordaran este momento y no volverán a ser felices nunca - le dijo presentándole un escenario que le aterraba hasta lo más profundo del alma.- Si te atreves a hacer eso te matare con mis propias manos, te lo juro Bárbara. Nada me imperara ensuciarme las manos con tu sangre, tenlo presente - le dijo con toda la furia contenida que tenía en su corazón.- ¿Y crees que eso me asusta maldita paralítica? - le cuestiono usando su discapacidad como el peor de los insultos.- Si es por eso que me haz
Oliver estaba al borde de la locura, cuando de pronto se le acerco Marcia. Deseaba hacerlo sentir mejor, brindarle un poco de consuelo; más estaba siendo imposible y es que la sola perspectiva de saberlos en peligro les destruía a todos.Entonces de pronto Paolo entro corriendo a la habitación.- Hemos encontrado algo - les dijo alterado y con la respiración dificultosa.Al escucharlo Oliver sintió un choqué de emociones tan poderosa que le hizo quedarse sin aire; pues por un lado estaba la posibilidad de encontrarlos sanos y salvos, mientras que por el otro estaba un final desastroso y terrible.Este se pudo de pie enseguida para acercarsele.- ¿De que se trata? - le pregunto con los nervios a flor de piel.Paolo entonces le mostró lo que tenia en las manos, mismo que resultaba ser un collar con un pequeño diamante.- Hemos encontrado esto a un metro de dónde