Ambos entonces se quedaron en silencio, recostados sobre sus espaldas viendo el techo y así hasta que el sueño comenzó a afectarles.
- Permíteme dormir aquí al menos por esta noche, te lo pido - le dijo demaciado cómodo y cansado como para irse, además de que necesitaba estar a su lado.Necesitaba sentirla cerca suyo, el calor que irradiaba su piel y su aroma envolviendolo.- Oliver, no se... - trato de negarse Emilia, más se sentía tan bien a su lado que le costaba hacerlo.- Solo sera dormir, te lo aseguro. Solo eso necesito - le dijo tratando de convencerla, hecho que no le costó en absoluto.Emilia solo pudo asentir.Luego de algún rato Oliver fue acercarse cada vez más a ella, aunque con lentitud para no llamar a su atención. Emilia en cambio si noto cuáles eran sus pretenciones, pero no se lo impidió y es que deseaba tenerlo a su lado tanUn par de minutos después estaban en el coche rumbo al centro de la ciudad.Ambos se encontraban en absoluto silencio mientras recorrian las calles, en tanto que a su alrededor los rayos iluminaban el cielo nocturno y los truenos se escuchaban cada vez más cerca. La noche amenazaba con tormenta, de eso no había duda alguna.Luego de algún rato Oliver detuvo el auto, ayudando a Emilia a bajar de este y al hacerlo se dio cuenta del lugar en el que se estaba. Se encontraba a las puertas del edificio donde Oliver tenía su departamento, estaba segura de eso y es que jamás olvidaría aquel lugar.Con todos esos recuerdos frescos en su mente lo volteo a ver.- ¿Que hacemos aquí? - le cuestiono con cierta molestia y es que aquel no le parecía el mejor sitio para ir a festejar.- Ya lo verás, solo espera un momento - le pidió haciendo oídos sordos a s
Ambos entonces se quedaron viendo una vez más el uno al otro en completo silencio.- Si te soy honesta no tengo apetito - le dijo viendo aquella bandeja entre ellos aún intacta.- Yo tampoco - reconoció Oliver a su vez.- En ese caso lo mejor será que regresemos a la casa, que no me gusta estar separada de Paul por mucho tiempo - le dijo sientiendo como si le faltase un brazo si no lo tenia cerca suyo, después de todo no se había separado de él desdé que nació.- Espera un momento, que no solo te he traído aquí para cenar - reconoció pues no quería que se marchará, no antes de que pidiera decirle lo que necesitaba.- ¿Y que pretendías?, ¿seducirme acaso? - le pregunto con una sonrisa burlona en el rostro.Oliver en tanto y para su sorpresa asiento con cierta pena.- Era eso. ¡Valla!, ¿y que te detie
Emilia comenzó a abrir los ojos, encontrandose para su desconcierto y terror en medio de la obscuridad absoluta. Sentía mucho miedo, además de una tremenda confusión y es que no sabía con exactitud lo que le había pasado.Estaba un tanto adormilada y con dolor en la cabeza, lo último que recordaba era que alguien le había puesto un trapo mojado en la cara y aunque trato de liberarse le fue imposible, perdió el conocimiento en poco tiempo.Al darse cuenta de eso, también recordó que traía consigo a su hijo y sobre todo que en esos momentos no estaba con ella, lo cual le alteró enormemente. Comenzó a buscar en la obscuridad con desesperación, tratando de dar con él o quizás con alguna pista del lugar en el que se hayaba. Debía saberlo cuánto antes, todo con tal de garantizar mínimamente su seguridad y la de su hijo.
- Barbara calmate y recuerda. Cuando Oliver sufrió el accidente y quedo en sillas de ruedas tú lo dejaste. Cuando yo lo conocí ustedes no estaban juntos desde hacia un tiempo - le dijo intentando aparentemente en vano que recordara como es que pasaron en verdad las cosas.- Pero nos amábamos; ese solo fue un error, uno que podríamos corregir - le argumento segura de que era de ese modo.- Aun puedes - le dijo Emilia tratando de tranquilizarla.- Eso es mentira, tu no lo permitiste y no lo aras - le respondió apenas titubeando un instante antes de retomar su actitud.- Claro que lo hice, cuando descubrí mi embarazo me aleje y aun cuando Oliver me llevo de regreso a la casa jamas le dije que el bebé que esperaba era suyo; es mas nunca pensé en decírselo - le dijo con toda sinceridad al respecto.- Y aun así lo hiciste al final - le recordó Barbara.- Es v
Al escucharla Barbara comenzó a reír de pronto a carcajadas.- Eso no me importa ya, ¿sabes por qué?. Porque su castigo será aun peor que el mio, ustedes vivieran el resto de sus vidas sabiendo que fueron los culpables de la muerte de su hijo, que por su egoísmo él tuvo que morir. No soportarán la sola idea de estar juntos, porque siempre que se vean recordaran este momento y no volverán a ser felices nunca - le dijo presentándole un escenario que le aterraba hasta lo más profundo del alma.- Si te atreves a hacer eso te matare con mis propias manos, te lo juro Bárbara. Nada me imperara ensuciarme las manos con tu sangre, tenlo presente - le dijo con toda la furia contenida que tenía en su corazón.- ¿Y crees que eso me asusta maldita paralítica? - le cuestiono usando su discapacidad como el peor de los insultos.- Si es por eso que me haz
Oliver estaba al borde de la locura, cuando de pronto se le acerco Marcia. Deseaba hacerlo sentir mejor, brindarle un poco de consuelo; más estaba siendo imposible y es que la sola perspectiva de saberlos en peligro les destruía a todos.Entonces de pronto Paolo entro corriendo a la habitación.- Hemos encontrado algo - les dijo alterado y con la respiración dificultosa.Al escucharlo Oliver sintió un choqué de emociones tan poderosa que le hizo quedarse sin aire; pues por un lado estaba la posibilidad de encontrarlos sanos y salvos, mientras que por el otro estaba un final desastroso y terrible.Este se pudo de pie enseguida para acercarsele.- ¿De que se trata? - le pregunto con los nervios a flor de piel.Paolo entonces le mostró lo que tenia en las manos, mismo que resultaba ser un collar con un pequeño diamante.- Hemos encontrado esto a un metro de dónde
Los padres de esta quedaron verdaderamente impresionados ante lo que tenían ante sus ojos y es que jamás se esperaron algo como eso. Aquello era una clara prueba de la locura que estaba presentando su hija y les asustaba no haberse dado cuenta antes, en especial por las repercusiones que eso podría tener.Ahora lo dicho por Oliver no les sonaba más como una locura, sino que cada vez tomaba más sentido y eso era horrible.Oliver quedó verdaderamente alterado al darse cuenta de que Bárbara no solo estaba guiada por el odio y la venganza, sino por la locura; lo cual sin duda la volvía aún más peligrosa. Les había estado vigilando por algún tiempo y él que se supone debía cuidarlos no se había percatado en absoluto, lo cual le hacía sentir en cierto modo culpable de lo que ahora ocurria.Sin perder ni un solo segundo comenzó a revisar to
Entonces de pronto su teléfono comenzó a sonar y lo tomo creyendo se trataba noticias sobré la salud de Emilia o quizás sobre la búsqueda que aún estaban haciendo los voluntarios, más al contestar se quedó de piedra al escuchar la voz de Barbara al otro lado de la línea. En un inicio eso le tomo tan por sorpresa que se quedó estático y sin voz, más apenas paso la impresión inicial volteo a ver al detective.- Es Barbara - les dijo cubriendo la bocina para que ella no le escuchará.En cuanto el detective le escucho mando a callar a todos a su alrededor.- ¿Que hago? - le pregunto asustado por cometer algún error y que eso fuese aún más contraproducente.Nunca había sido alguien inseguro, más cuándo se trataba de la vida de su hijo toda precaución era poca.- Trate de hacer que hab