Se acabaron los juegosFolliamiagos… folliamigos… folliamigos… ¿Somos folliamigos? Creo que así se les decía. ¿En qué momento cruzamos palabras de esa conversación? Ya no entendía nada… Cuando le dije que fuéramos amigos, era con la razón de serlo realmente, ¿no se supone que él también me veía como una amiga? O… he estado malinterpretado sus interacciones conmigo, pero si siempre se burla de mí, no podía gustarle. Siempre he tenido la simpleza de una ameba, no hay nada en mí que guste, nunca he sido popular ni tampoco he sido una mujer que llame la atención de los hombres.—¿Bajas o te bajo…? —inquirió Matt sacándome de mi cabeza.—¿Eh? —inquirí desconcertada, miré a mi alrededor y ya habíamos llegado. Sorprendida le miré estirando su mano hacia mí con una expresión de diversión. —Pues nada, te bajo yo… —me tomo de las caderas, bajándome de su moto, dejándonos a una peligrosa distancia, nerviosa, sentí mi cara, arder de la vergüenza, no podía ni mirarlo, sin pensar que estuve equivo
Deseada.—¡Se supone que tenemos que follar para que por fin lo entiendas! —me miro con tanta intensidad que sentí que me faltaba el oxígeno. En silencio le dirigí tímidas miradas, sin tener idea de cuáles eran las palabras idóneas que tenía que expresarle. Jamás me había topado con semejante realidad, ningún hombre en la vida me había dicho que gustara de mí. Pero sería una mentirosa hipócrita si no aceptara que también él llamaba mi atención de maneras que nunca había sentido.—Perdón… no debí gritarte, olvida lo que dije, si no te intereso estas en todo tu derecho de negarte… —abrí mi boca a punto de expresarle todo lo que quería de él, pero las palabras se quedaron atoradas al ver a la camarera llegar nuestro pedido, repaso a Matt con descaro.—¡Dios, gracias al cielo! Me estaba muriendo de hambre, gracias Agnes —le guiño un ojo y ella se le quedó viendo con una boba sonrisa. Aparte mis ojos… con un tremendo sentimiento de celos, y no por obtener la atención de Matt, sino porque m
En la oscuridad.Sus manos eran como el mismísimo fuego, abrazando mi piel a su paso… una y otra vez acariciaba el dorso del interior de mis piernas desnudas, provocando pequeños corrientazos en zonas que no sabía que se pudieran despertar. Solté un gemido intentando separarme de su desenfrenado vaivén. Matt decidido tomar mi quijada, profundizando más aquel beso, quitándome hasta el oxígeno, pose mis manos en su pecho.—M-Matt… podemos… un poco… —murmure con dificultad, mordió uno de mis labios separándonos mientras sostenía con firmeza mi quijada, paso su pulgar por mis labios y dijo.—Tienes que respirar por la nariz, y entreabre un poco más tu boca…. —Espera… —Volvió a besarme reteniendo mis manos sobre el mesón del lavado impidiendo que lo alejara, mordió uno de mis labios y lo jalo levemente, luego el otro… provocando que chocara contra el espejo, Matt se separó con la respiración acelerada.—Hueles delicioso… —indico acercándose a mi cuello entre besos húmedos y mordiscos le
Deseo salvaje.—Rápido Matt… tengo que entrar en el baño —intente maniobrar las llaves sin saber por qué estaba apurado, podría disfrutar de esta situación tan cómica. Abrí la puerta y Ángela entro con rapidez hasta mi habitación. Aquella Azaña me hizo sonreír, me hizo recordar aquella vez en mi habitación, solo un segundo me falto para besar esa boquita rezongona que tanto me tentaba, pero creo que esperar fue la mejor decisión como siempre en la vida… porque besarla en aquel baño después de estar conteniéndome por tanto tiempo, fue lo más liberador y desconcertante que me ha pasado en muchos años, pero hacía tiempo que no sentía el deseo licántropo tan fuera de control, no desde que la perdí…—Como vas Ángela, tanto pipi tenías… —dije con gracias dejando las llaves en mi buro, la puerta se abrió, me giré y se quedó en el umbral de la puerta, viéndome con intensidad.—Ahora que te pasa… —inquirí confundido, frunciendo el ceño, se acercó hasta mí lentamente con sus pies descalzos y si
Una nueva Angela Me giré en la cama estirándome entre las sábanas, al abrir mis ojos lentamente una silueta borrosa frente a mi parecía mirarme, confundida removí mis ojos y un Matt con una enorme sonrisa apoyado en su puño. —Buenos días dormilona… ¿has soñado conmigo? —sonrió con malicia, le mire detenidamente creyendo que esto era un sueño… le mire y no llevaba camisa. Pegue un respingo rápido y mire bajo las sábanas, donde estaban mis bragas, que fue lo que hice a noche… no recuerdo de nuevo. Le miré de nuevo y dije nerviosa. —¿Q-qué horas son? —Es lo único que preguntaras, porque yo se que hora quiero que sea —indico besando mi hombro deslizando sus ojos por mi espalda desnuda. Me levante nerviosa jalando las sábanas con fuerza, para taparme con ellas. —Y-yo t-tengo que irme a trabajar, ¿cómo no me levantaste matt? Ayúdame a buscar mis prendas, por favor… —increpe nerviosa caminando por todo el lugar, intentado recordar que hicimos a noche. —Lo intente, pero te veías tan cans
Mi otra mitad—Sé que estás ahí… y creo que es hora de que hablemos, ¿no lo crees… voz? —dije firme, aunque con miedo de lo que estaba a punto de despertar.«Por fin tienes la valentía de dirigirte hacia mí, humana… creo que estás lista.»—¿Que eres…? —inquirí con miedo aquello que le daba lógica.«Soy una parte de ti… por desgracia.»—Eso no es verdad, no existes, eres producto de mi mente… —indique asustada«Si soy producto de tu estúpida cabeza… como es que sientes esto…» —un silencio se creó en el ambiente, ansiosa, escuchaba el latir fuerte de mi corazón en la habitación. De repente una sensación de calor insana me embargo… apreté mi puño en mi pecho sintiendo que ardía, mis piernas temblaban lánguidas a punto de caer en el suelo.—Ya… basta por favor… ¡Para! —grité aquellas últimas palabras como si fueran mi llave a todo lo estaba sintiendo, cansada me senté en la cama aun sosteniendo mi pecho con la respiración a bocados.«Ahora lo entiendes… yo soy parte de ti»—Pues vete… ¡Dé
Las familias fundadoras.—Nuestras familias hicieron un trato, se supone que casándonos mostraríamos la fuerte unión que tiene todas las familias fundadoras, la gente adora la unión de quien son sus dirigentes… esto ya no se trata de ti y tus disgustos, se trata de décadas de un buen trato y unión.—Si tanto te importa la unión de las familias, cásate con kara… siempre fue mejor prospecto de esposa para ti, ¿no me lo decías siempre? Pues te dejo el camino libre, querido esposo. —Indique con una sonrisa sibilina, su abogada miro a mi abogado cuando Daniel soltó.—Muy bien, tus ganas… ¿Qué quieres para que este divorcio no continúe?—¿Que qué quiero…? Mi confianza, mi tiempo con una persona que solo pensó siempre en sí misma, mi dignidad que fue pisoteada por ti, cuantas veces te dio la gana… una y mil veces. Así que si, Daniel… te podría pedir que me devolviera todos mis años a tu lado porque fueron lo peor de mi vida. Deja ya de fingir que podemos salvar algo que nunca existió. —su re
Como animales part 1Metí la llave en la puerta y con una alegría llamé a Sky y Galaxy, pero no oí respuesta de su parte, extrañada de aquel silencio sepulcral entre mientras me quitaba la polera que llevaba, la colgué en el perchero.—¡¿Sky… Galaxy?! — miré mi celular y la última conversación fue hace unos minutos, no les habría dado tiempo a irse, ¿entonces… en donde estaban? Ya en el pasillo, cerca de las habitaciones, escuche unos ruidos estaños… ¿Y si alguien se había metido a la casa? Asustada tomé una sartén de la cocina y corrí con rapidez hacia la habitación, cuando abrí la puerta de la habitación soltaron un grito al unísono.—¿Ángela que haces? —gritaron, apartándose una de la otra, completamente desnudas.—¡A-a-y… dios mío! ¡Lo siento! —me giré con rapidez tapando mis ojos mientras escuchaba los ruidos de la ropa reacomodándose.—¡Ángela no conoces la palabra intimidad! Un poco más y nos atrapas en el clímax.—Lo sé… lo sé… lo siento, e-es que p-pensé que había u-un ladrón