Una nueva Angela Me giré en la cama estirándome entre las sábanas, al abrir mis ojos lentamente una silueta borrosa frente a mi parecía mirarme, confundida removí mis ojos y un Matt con una enorme sonrisa apoyado en su puño. —Buenos días dormilona… ¿has soñado conmigo? —sonrió con malicia, le mire detenidamente creyendo que esto era un sueño… le mire y no llevaba camisa. Pegue un respingo rápido y mire bajo las sábanas, donde estaban mis bragas, que fue lo que hice a noche… no recuerdo de nuevo. Le miré de nuevo y dije nerviosa. —¿Q-qué horas son? —Es lo único que preguntaras, porque yo se que hora quiero que sea —indico besando mi hombro deslizando sus ojos por mi espalda desnuda. Me levante nerviosa jalando las sábanas con fuerza, para taparme con ellas. —Y-yo t-tengo que irme a trabajar, ¿cómo no me levantaste matt? Ayúdame a buscar mis prendas, por favor… —increpe nerviosa caminando por todo el lugar, intentado recordar que hicimos a noche. —Lo intente, pero te veías tan cans
Mi otra mitad—Sé que estás ahí… y creo que es hora de que hablemos, ¿no lo crees… voz? —dije firme, aunque con miedo de lo que estaba a punto de despertar.«Por fin tienes la valentía de dirigirte hacia mí, humana… creo que estás lista.»—¿Que eres…? —inquirí con miedo aquello que le daba lógica.«Soy una parte de ti… por desgracia.»—Eso no es verdad, no existes, eres producto de mi mente… —indique asustada«Si soy producto de tu estúpida cabeza… como es que sientes esto…» —un silencio se creó en el ambiente, ansiosa, escuchaba el latir fuerte de mi corazón en la habitación. De repente una sensación de calor insana me embargo… apreté mi puño en mi pecho sintiendo que ardía, mis piernas temblaban lánguidas a punto de caer en el suelo.—Ya… basta por favor… ¡Para! —grité aquellas últimas palabras como si fueran mi llave a todo lo estaba sintiendo, cansada me senté en la cama aun sosteniendo mi pecho con la respiración a bocados.«Ahora lo entiendes… yo soy parte de ti»—Pues vete… ¡Dé
Las familias fundadoras.—Nuestras familias hicieron un trato, se supone que casándonos mostraríamos la fuerte unión que tiene todas las familias fundadoras, la gente adora la unión de quien son sus dirigentes… esto ya no se trata de ti y tus disgustos, se trata de décadas de un buen trato y unión.—Si tanto te importa la unión de las familias, cásate con kara… siempre fue mejor prospecto de esposa para ti, ¿no me lo decías siempre? Pues te dejo el camino libre, querido esposo. —Indique con una sonrisa sibilina, su abogada miro a mi abogado cuando Daniel soltó.—Muy bien, tus ganas… ¿Qué quieres para que este divorcio no continúe?—¿Que qué quiero…? Mi confianza, mi tiempo con una persona que solo pensó siempre en sí misma, mi dignidad que fue pisoteada por ti, cuantas veces te dio la gana… una y mil veces. Así que si, Daniel… te podría pedir que me devolviera todos mis años a tu lado porque fueron lo peor de mi vida. Deja ya de fingir que podemos salvar algo que nunca existió. —su re
Como animales part 1Metí la llave en la puerta y con una alegría llamé a Sky y Galaxy, pero no oí respuesta de su parte, extrañada de aquel silencio sepulcral entre mientras me quitaba la polera que llevaba, la colgué en el perchero.—¡¿Sky… Galaxy?! — miré mi celular y la última conversación fue hace unos minutos, no les habría dado tiempo a irse, ¿entonces… en donde estaban? Ya en el pasillo, cerca de las habitaciones, escuche unos ruidos estaños… ¿Y si alguien se había metido a la casa? Asustada tomé una sartén de la cocina y corrí con rapidez hacia la habitación, cuando abrí la puerta de la habitación soltaron un grito al unísono.—¿Ángela que haces? —gritaron, apartándose una de la otra, completamente desnudas.—¡A-a-y… dios mío! ¡Lo siento! —me giré con rapidez tapando mis ojos mientras escuchaba los ruidos de la ropa reacomodándose.—¡Ángela no conoces la palabra intimidad! Un poco más y nos atrapas en el clímax.—Lo sé… lo sé… lo siento, e-es que p-pensé que había u-un ladrón
Como animales part 2—Parece que te gusta jugar a las escondidas, cerdita… —ofendida de mi apodo, me miro con esos ojos chocolate profundo he intensos.—N-no te estaba espiando, yo… yo solo pasaba por aquí.—Qué casualidad… aunque es muy raro, porque te vi esconderte desde que te llegue —su rostro se tornó rojo de la vergüenza, agazapo su mirada y dijo.—Solo miraba, ¿qué pasa no puedo? Parecías muy ocupado a la próxima ni me acerco. —Alce mis cejas sorprendido, eso que sentía eran celos… reí levemente y dije.—Si estás tan celosa… entonces porque me haces esperar tanto. —abrumada por mis palabras indico.—Quien dice que estoy celosa, tú puedes hacer lo que quieras…. —dijo apartando su mirada —Y si me fui es porque tenía asuntos que resolver con mi familia y mi vida personal.—¿Con tu esposo? Volviste con él, ¿verdad? Galaxy me dijo que tu tardanza se podía ser que quisieras volver a tu vida de antes. —Parecía realmente desesperado por una respuesta, sus ojos no se perdían ninguna de
Con el peor de todos. Después de aquella conversación con Matt, me quedé pensativa de muchas cosas. Prácticamente, nos habíamos acostado, a punto de entregarme a él, pero yo no sabía ni una casa de Matt… era como si un aura de misterio a su alrededor lo envolviera, pero no solo él… Sky, Galaxy escondían algo de lo que ni ellos mismos hablaban entre ellos. ¿Qué era…? Cuando abrí la puerta de entrada de la empresa, me choqué con el señor Bleick que salía. —Vaya… qué coincidencia, señorita Ángela. —Acabó de llagar, buen día. De hecho… lo primero que iba a hacer era hablar con usted. —Mire su reloj y dijo. —Perfecto, entonces la invito almorzar. —Indico, sin esperar respuesta, atontada, sin saber si entrar y dejar mis cosas o perseguirle. Al final decidí seguirle —E-está bien… ¶ Al llegar al sencillo restaurante en donde parecía que le conocían porque el mercero lo recibió con una cándida sonrisa, nos dio una mesa para dos después de confundirme como la esposa de señor Bleick, y má
Lentamente. Me puse una bata del pijama de Sky que estaba colgado en el baño, me dirigí a la puerta principal y con cuidado la abrí intentando no hacer ruido, miré tras de mí asegurándome que no había despertado a nadie, y con más seguridad salí escabulléndome fuera del edificio de apartamentos. La noche fresca de verano golpeo mi piel, la media luna decoraba el cielo despejado con miles de estrellas como campaña. Ya en la calle abrazándome a mí misma, mire a mi alrededor y junto a un poste de luz se encuentra una moto aparcada mientras una hilera de humo subía al cielo para perderse en la oscura noche. Y casi como si tuviéramos una conexión universal, él sintió mi presencia y alzo su mirada encontrando la mía, sonrió con esa m*****a sonrisa que era mi perdición. Cuando me acerqué posándome frente a él, arranque el cigarro de su boca y dije. —Aun con esas payasadas de fumar —rio levemente cuando sentí un leve olor a alcohol. —Lo hago para no sentirme ansioso por ti —dijo con una gal
Aquel balcón.Tembloroso y adormilada, me levanté directa al baño, al sentarme en la tasa el cuerpo me tembló, parecía que mi cuerpo no estaba acostumbrado, ya no recordaba cuando fue la última vez que tuve sexo, pero se sintió muy bien… no sabes que necesitabas algo hasta que lo probabas de nuevo, esbocé una sonrisa. Me lavé las manos y cuando estaba a punto de salir me apoye en el marco de la puerta observando aquellas posaderas en bóxer y esa gigante espalda de nadador, mordí mi uña de mi pulgar con una media sonrisa mientras inclinaba mi cuello deleitándome de aquellas vistas. Camine hasta el balcón y tome prestada su camisa en el camino con toda la audacia que me daba el buen humor que fluía de mí.«Deja de mirarlo, pareces una tonta, solo fue sexo ocasional…»—Yo creo que la que le falta sexo es a otra»«No seas tonta, no confíes en él… te miente como todos los alfas posesivos que lo quieren todo, pero solo buscan una cosa… y es a su ser querido, A su alma gemela.—¿Qué? Porque