Las familias fundadoras.—Nuestras familias hicieron un trato, se supone que casándonos mostraríamos la fuerte unión que tiene todas las familias fundadoras, la gente adora la unión de quien son sus dirigentes… esto ya no se trata de ti y tus disgustos, se trata de décadas de un buen trato y unión.—Si tanto te importa la unión de las familias, cásate con kara… siempre fue mejor prospecto de esposa para ti, ¿no me lo decías siempre? Pues te dejo el camino libre, querido esposo. —Indique con una sonrisa sibilina, su abogada miro a mi abogado cuando Daniel soltó.—Muy bien, tus ganas… ¿Qué quieres para que este divorcio no continúe?—¿Que qué quiero…? Mi confianza, mi tiempo con una persona que solo pensó siempre en sí misma, mi dignidad que fue pisoteada por ti, cuantas veces te dio la gana… una y mil veces. Así que si, Daniel… te podría pedir que me devolviera todos mis años a tu lado porque fueron lo peor de mi vida. Deja ya de fingir que podemos salvar algo que nunca existió. —su re
Como animales part 1Metí la llave en la puerta y con una alegría llamé a Sky y Galaxy, pero no oí respuesta de su parte, extrañada de aquel silencio sepulcral entre mientras me quitaba la polera que llevaba, la colgué en el perchero.—¡¿Sky… Galaxy?! — miré mi celular y la última conversación fue hace unos minutos, no les habría dado tiempo a irse, ¿entonces… en donde estaban? Ya en el pasillo, cerca de las habitaciones, escuche unos ruidos estaños… ¿Y si alguien se había metido a la casa? Asustada tomé una sartén de la cocina y corrí con rapidez hacia la habitación, cuando abrí la puerta de la habitación soltaron un grito al unísono.—¿Ángela que haces? —gritaron, apartándose una de la otra, completamente desnudas.—¡A-a-y… dios mío! ¡Lo siento! —me giré con rapidez tapando mis ojos mientras escuchaba los ruidos de la ropa reacomodándose.—¡Ángela no conoces la palabra intimidad! Un poco más y nos atrapas en el clímax.—Lo sé… lo sé… lo siento, e-es que p-pensé que había u-un ladrón
Como animales part 2—Parece que te gusta jugar a las escondidas, cerdita… —ofendida de mi apodo, me miro con esos ojos chocolate profundo he intensos.—N-no te estaba espiando, yo… yo solo pasaba por aquí.—Qué casualidad… aunque es muy raro, porque te vi esconderte desde que te llegue —su rostro se tornó rojo de la vergüenza, agazapo su mirada y dijo.—Solo miraba, ¿qué pasa no puedo? Parecías muy ocupado a la próxima ni me acerco. —Alce mis cejas sorprendido, eso que sentía eran celos… reí levemente y dije.—Si estás tan celosa… entonces porque me haces esperar tanto. —abrumada por mis palabras indico.—Quien dice que estoy celosa, tú puedes hacer lo que quieras…. —dijo apartando su mirada —Y si me fui es porque tenía asuntos que resolver con mi familia y mi vida personal.—¿Con tu esposo? Volviste con él, ¿verdad? Galaxy me dijo que tu tardanza se podía ser que quisieras volver a tu vida de antes. —Parecía realmente desesperado por una respuesta, sus ojos no se perdían ninguna de
Con el peor de todos. Después de aquella conversación con Matt, me quedé pensativa de muchas cosas. Prácticamente, nos habíamos acostado, a punto de entregarme a él, pero yo no sabía ni una casa de Matt… era como si un aura de misterio a su alrededor lo envolviera, pero no solo él… Sky, Galaxy escondían algo de lo que ni ellos mismos hablaban entre ellos. ¿Qué era…? Cuando abrí la puerta de entrada de la empresa, me choqué con el señor Bleick que salía. —Vaya… qué coincidencia, señorita Ángela. —Acabó de llagar, buen día. De hecho… lo primero que iba a hacer era hablar con usted. —Mire su reloj y dijo. —Perfecto, entonces la invito almorzar. —Indico, sin esperar respuesta, atontada, sin saber si entrar y dejar mis cosas o perseguirle. Al final decidí seguirle —E-está bien… ¶ Al llegar al sencillo restaurante en donde parecía que le conocían porque el mercero lo recibió con una cándida sonrisa, nos dio una mesa para dos después de confundirme como la esposa de señor Bleick, y má
Lentamente. Me puse una bata del pijama de Sky que estaba colgado en el baño, me dirigí a la puerta principal y con cuidado la abrí intentando no hacer ruido, miré tras de mí asegurándome que no había despertado a nadie, y con más seguridad salí escabulléndome fuera del edificio de apartamentos. La noche fresca de verano golpeo mi piel, la media luna decoraba el cielo despejado con miles de estrellas como campaña. Ya en la calle abrazándome a mí misma, mire a mi alrededor y junto a un poste de luz se encuentra una moto aparcada mientras una hilera de humo subía al cielo para perderse en la oscura noche. Y casi como si tuviéramos una conexión universal, él sintió mi presencia y alzo su mirada encontrando la mía, sonrió con esa m*****a sonrisa que era mi perdición. Cuando me acerqué posándome frente a él, arranque el cigarro de su boca y dije. —Aun con esas payasadas de fumar —rio levemente cuando sentí un leve olor a alcohol. —Lo hago para no sentirme ansioso por ti —dijo con una gal
Aquel balcón.Tembloroso y adormilada, me levanté directa al baño, al sentarme en la tasa el cuerpo me tembló, parecía que mi cuerpo no estaba acostumbrado, ya no recordaba cuando fue la última vez que tuve sexo, pero se sintió muy bien… no sabes que necesitabas algo hasta que lo probabas de nuevo, esbocé una sonrisa. Me lavé las manos y cuando estaba a punto de salir me apoye en el marco de la puerta observando aquellas posaderas en bóxer y esa gigante espalda de nadador, mordí mi uña de mi pulgar con una media sonrisa mientras inclinaba mi cuello deleitándome de aquellas vistas. Camine hasta el balcón y tome prestada su camisa en el camino con toda la audacia que me daba el buen humor que fluía de mí.«Deja de mirarlo, pareces una tonta, solo fue sexo ocasional…»—Yo creo que la que le falta sexo es a otra»«No seas tonta, no confíes en él… te miente como todos los alfas posesivos que lo quieren todo, pero solo buscan una cosa… y es a su ser querido, A su alma gemela.—¿Qué? Porque
¿Puedes darme una explicación?Es alguna especie de rara manera para decirle a una chica que le llego su regla, ¿por qué era tan raro…? Empecé a reír sin poder parar hasta el punto de que mi estómago doliera, sentí la intensa mirada de Matt y aun así seguí riendo sin poder entender qué hacía con semejante personaje, creo que yo realmente era la loca… y por alguna razón no me disgustaba esta nueva faceta.—¿Qué tanto te da gracia? Hablo con mucha sabiduría.—Suponiendo que lo que dices tiene algún sentido, me estás diciendo que soy como un animal, porque solo las hembras o machos del reino animal excretan feromonas para llamar al sexo contrario y asegurar su reproducción, señor Mateo Salomón Wood… —la sorpresa cruzo su rostro levantándose sobre mí.—Así mucho tiempo que no escucha ese apodo… —me erguí curiosa, mirándole pensativo, y entonces pregunté.—¿Quién te llamaba así…?—Mi tío… Eduard, de hecho… tengo su nombre por él…—Entonces, ¡Es verdad!—¿El qué? — me miro con el ceño frun
El evento de la reina Cuando terminamos de desayunar y tener sexo de nuevo, sabré la mesa de su cocina, algo impensable para mí, pero ahí estaba… sucumbiendo de nuevo, cayendo en sobre la misma piedra, y me gustaba… me obsesionaba perderme en su boca y sentir la dureza de sus manos sobre mí. Respire hondo intentando calmar mi respiración. Apunté mi pantalón, cuando sentí sus labios besar mi nuca poco a poco. —Tengo que irme… mi jefe me necesita. —Lo sé... pero tengo que darte algo. —Me giré con expresión confusa, tomo una pañoleta azul y la amarro en mi muñeca. Alce mi mirada he inquirí. —Que… es esto. —Déjatela todo el día y aléjate de las multitudes por lo menos hoy… ira disminuyendo con el pasar de los días. Y si te sientes mal llámame inmediatamente… —No tenía tiempo para preguntar detalle, tenía que irme, si le hacía ilusión le haría caso, aunque no pegara nada con mi ropa formal, a veces no entendía a este hombre. —Está bien, lo que tú digas… ahora por favor llévame a la e