El evento de la reina parte 2 Miré mi muñeca y recordé el altercado con Bleick en su oficina, se había caído, y ni siquiera me di cuenta, suspira con disgusto… y ni me di cuenta de cuando paso. En fin, no tengo tiempo para esto, tome mi celular y mientras salía de las oficinas de mi madre llame al señor Bleick. —Pudiste llegar a un acuerdo para esta noche. —Tuvimos suerte… al parecer mi madre solo quiso ayudarnos… Supongo, espero… —dije aun dudosa de su palabra. —No sé qué haría sin ti, Ángela… llamaré para que preparen el salón. Y espero... que me puedas disculpar por lo que paso. —Una nube suave se aglomeró en mi corazón, cálido y dulce. —Yo… no hice mucho, solo quiero que este evento salga igual de bien que usted. —Dije con una sonrisa nerviosa. —Y sobre lo que paso… ya lo he olvidado. —Gracias —soltó con tristeza colgando. Tome una bocanada de aire sintiendo una presión en mi pecho… respire hondo y me dirigí con rapidez para prepararme para la velada. Fui a una tienda de ro
¿Por qué me dejas?El resonante ruido del arma siendo disparada por mi madre, llenando la habitación de gritos y gente corriendo, de repente una batalla campal entre aquellos extraños y toda la seguridad del evento se volcaban contra ellos como si de una guerra de sangre se tratase, de donde salía tanto odio… ¿Qué estaba pasando aquí? —¡Ángela vete! —grito mi madre empujándome a salir de aquella escena tan descabellada. Salto uno de los rebeldes hacia el escenario provocando que pegara un respingo horrorizado por el arco que blandía frente a mí sin poder moverme.—¡Ángela! —Escuche la voz de Bleick que con una fuerte patada alejo al hombre desviando la flecha y sin pudor mi madre disparo, provocando una reacción en aquel chico, parecía casi como si su cuerpo se estuviera secando y de repente murmuro agonizando.—Plata…— y sin más exploto como quien dice un globo reventando, Carne… viseras… sangre salieron desperdigas sobre mí, reí desconcertada sin entender si esto era un sueño. Blei
Un pedido de ayuda. Había vuelto al lugar al que pensé que jamás volvería por gusto, pero era mejor que ir a casa de las chicas y sentir que eran solo unos mentirosos, dolía más que el rechazo de mi madre, y lo sentí a si porque mi madre siempre me trato con dureza, pero ellos… ellos fueron más que eso en el tiempo que estuvimos juntos. Entonces porque dejarme sin explicaciones como si no les importara que seria de mi en aquel lugar. Me abracé a mi misma sintiendo como todo me daba vueltas hasta que todo se oscureció.—¿Qué le pasa a mi hija?—Está pasando por una etapa… no ha pensado que lo mejor es decirle la verdad para que se instruya.—Usted no dirá nada de esto a nadie, ¡entendió! —¿Qué? ¡No! Yo quiero saber qué pasa… por favor… por favor… mis ojos se cerraron con pesadez, cayendo de nuevo en un profundo y desconcertando sueño.¶«No podías aceptar la amable petición de tu alma, la persona que está destinada a ti… cuando él sufre, yo sufro y si él está todo es calma. ¿Por qué s
¿Qué diablos pasa esta noche? —Me estás diciendo que te quieres escapar con tu… —le mire de arriba abajo y agregue. —Con el hombre que te casaste a escondidas de nuestra madre. —Baja la voz, Angela… nos escucharan los empleados. —Dijo aspavientando las manos mientras susurraba por lo bajo. —¡Bueno perdón por pensar que todo esto es una locura, pero tengo mis limites sabes! —alzo sus ojos. —Ay, por dios… fue una horrible idea hacerle caso Sven para que me ayudaras, siempre has sido así. —¿Así…? ¿Como según tú? Y por cierto… me mentiste emocionalmente utilizando la palabra “hermandad” felicidades eres una gran actriz kara. —¡Como mamá! ¡Cerrada a todo lo que te rodea en tu mundo de yupis! —la mire dolida cuando el chico dijo. —Por favor… kei, ella nos puede ayudar… es una de nosotros, que mejor que ella para entendernos —le mire extrañada intentado pensar que me conocía para que dijera eso de mí. —Tu no lo entiendes… está muy lejos de ser como tú o como yo… mamá le lavo el cereb
Sucumbir Nuestras respiraciones se acompasaban volviéndose una, rosamos nuestras narices, lo tome con fuerza de la camisa empujándolo a mi cama, mientras el deseo burbujeaba partiéndome en dos débiles camine hasta el sin saber cómo controlarme, me asustaba lo que sentía. Matt de repente tomo mi mano mientras no podía restablecer mi respiración.—No te contengas… utilízame para saciarte.—No quiero sentir esto… no soy yo—Jadee mientras él me posaba entre sus piernas mirándome desde la cama.—Si no quieres sentirlo déjalo salir… obtenerte te está haciendo daño, no te avergüences de ti misma, de lo que desea tu cuerpo. —Estire mi mano posando mis dedos en sus labios provocando que callara, los deslice lentamente hasta su cuello y poco a poco hasta llegar a su duro pecho tapado por aquella camisa blanca. Le alce con rapidez por encima de sus brazos musculosos, una sonrisa surcaba en su rostro. Me dejaría hacer lo que quisiera… y sin remordimientos me arrodille frente a él desapuntando su
Un nuevo comienzo.De camino al apartamento de Sky y Galaxy leí último mensaje que me dejo Bleick. Decía que me daría el adelanto de dos meses por mi trabajo, uno por lo que me correspondía, y otro por cerrar el trato para módico y Salvar la empresa. Una sonrisa se formó en mi semblante guardando mi celular, de alguna manera sentía que me encontraría con él nuevamente… así que no era un adiós. De reojo vi alguien caminando a la par que yo, cuando me gire para echar un vistazo, me sonrió, era el escolta que mamá me había puesto, suspire sintiéndome un poco segura, después de lo que había visto alto no me sorprendía. No estaba muy lejos del edificio de apartamentos, aprovecharía para saquearles toda la información que pudieran darme sobre Matt y el incidente en el evento.¶Abrir la puerta y al cerrar detrás de mí, me giré y las chicas me miraron en silencio dejando de servir la mesa, se miraron entre ellas y con una sonrisa me incitaron a sentarme, Galaxy me sirvió un plato y sky una t
Un pasado oscuroAgosto/15/1980«Mi abuelo y mi padre siempre parecían esconderlo todo, controlaban cada aspecto de sus vidas, de sus relaciones…. Y sobre todo de la familia, lo que harían, lo que serían, lo que estudiarían, y con quien nos familiarizaríamos. Así que cuando el abuelo murió, mi madre siempre me repetía las mismas palabras del abuelo, “las mujeres Hakett somos más importantes que los hombres, lleva con orgullo tu apellido” y eso hice… porque la perfección en mí fue tallada al dedillo para ser la siguiente sucesora de la familia. Pero eso solo era el inicio de un peso más grande que tendría que cargar, que cargábamos… pecados, oscuros pecados que trascendían de generación en generación, marcando nuestra familia de una sangre indeleble»Pare de leer el diario de mi madre al oír el llamado del metro abriendo sus puertas, lo cerré y me baje pensativa, abstraída en los más recónditos pensamientos de una Clara Hackett en sus inicios universitarios, muy lejanos de la mujer que
El apellido maldito.«La familia Hackett descubrió una rara enfermedad o maldición como lo llamaba en uno de sus miles de ideas paranoicas, él creyó fervientemente en dios… así que aquel comportamiento de aquella tribu, lo enfermo de miedo a lo que no podía hallar explicación. Así que una noche en la que se encontraba despierto de nuevo murmurando, hundido en sus delirios, decidió romper el tratado de paz y apresar a todos y cada uno de aquellos nativos. Uno por uno fueron cazados y tratados como animales… y cuando los tuvo en su poder como simples herramientas, utilizo a mujeres, niños y hombres como sus experimentos, pero no eran experimentos cualesquiera… eran torturas, varias sacadas de sus más retorcidos pensamientos. Se decía que por las noches, con tan solo acercarte a las rejas de la barda, podías oír los nítidos gritos de una persona antes de morir. Cansado de no encontrar respuestas ni alivio a su locura, vendió a todos los sobrevivientes como esclavos a casas de aristócrat