The Green Place
The Green Place
Por: kesii87
1.

1. The Green House.

Ser la hija del alcalde siempre trajo buenas experiencias, buenas amistades, buenos momentos, y cómo era de esperar, casarse con una de las familias más adineradas del pueblo.

Jonathan Porter siempre fue un buen y justo alcalde, muy querido y respetados por todos, que llevó a nuestro pueblo a lo más alto, incluso comenzaron a venir turistas después de la primera fiesta del maíz.

Aunque creo que era demasiado bueno, y pecaba de inocente, pues mamá siempre se aprovechó un poco de él.

Para ninguno en aquel pueblo era un secreto que la señora Porter se había casado con él por el interés, pero después de la llegada de su primera hija, la mujer cambió un poco, se volvió amable y cariñosa con su pequeña familia, aunque su tosca personalidad siempre estaba presente.

Elena Porter era la mayor de los hermanos, una persona justa y noble, al igual que su padre, aunque en el aspecto era mucho más parecida a su madre: de cabellos rubios oscuros, tez clara, ojos grandes y muy guapa.

Aaron Porter era el hermano mediano, y sin lugar a dudas mi favorito, el único que se parecía a su padre en apariencia, pues sus dos hermanas eran rubias y de piel blanca. Al igual que su hermana, había sacado el carácter de su padre, pero él tenía cierta debilidad, a diferencia de su hermana, por la pequeña Sarah, la benjamina de la familia, y al mismo tiempo, la oveja negra.

Sarah Porter, esta soy yo. Mi personalidad siempre fue difícil, muy parecida a la de mamá, pero esto no me unió más a ella, al contrario, me detestó sin ninguna razón aparente para ello.

Siempre fui una persona muy problemática, desde bien pequeña, y no porque quisiese, sino, porque como descubriréis a lo largo de este libro, me vi obligada a hacerlo.

Las únicas personas que hacían de mi vida un poco mejor, siempre fueron Aaron y papá, que me apoyaban incondicionalmente, y sin pedir demasiadas explicaciones.

Mis hermanos siempre fueron perfectos, muy queridos y alabados por todos, sin apenas esfuerzo ya tenían a todo el pueblo de su parte, yo, por el contrario, tuve que luchar por conseguir hacerme un hueco en él, y fue difícil, tanto, que, en algún lugar del camino, tan sólo me cansé.

Hablemos ahora de la casa, la preciosa mansión de los Porter, cuyo nombre hacía referencia a aquella preciosa aldea. “Te Green House”. Era un lugar mágico, construido junto a una laguna, de madera de caoba, y bastante rústico.

Algunas noches, en el silencio de la noche, tan sólo roto por el croar de las ranas, podían verse miles de luces blancas, hermosas luciérnagas que hacían que la vida pareciese un poco más llevadera.

El bosque y los campos de maíz también tenían cierta belleza oculta, podían escucharse mis risas mientras era perseguida por mi vecino, el loco de Tyler Pitt. Aún quedaba un poco de eso, un poco de mi risa oculto en el viento.

El fondo de la laguna tenía cierto brillo especial, pues sobre sus aguas, a veces, iba a pescar con papá en su viejo bote.

Miles de recuerdos, cada uno más significativo que el anterior se arremolinaban al pensar en The Green Place, aquel hermoso lugar que en lo más profundo de mi corazón aún añoro. Pero no todo fue bueno, y es por eso por lo que hace casi veinte años que no vuelvo a casa.

Eso me hace pensar en algo, recordar mi aldea natal, mientras releo la invitación de bodas que me llegó la semana pasada, dónde mi hermana mayor me invita a su boda.

Quizás debería ignorarla, hacer como si no la hubiese recibido, pues no hay nadie, o, mejor dicho, casi nadie, que vaya a celebrar mi regreso. Enumeraré a las personas a continuación, intentando poner en orden mis ideas.

  • Mamá. Estoy segura de que no le será grata mi vuelta, nosotras nunca nos llevamos bien, y siempre me estaba riñendo por todo, incluso cuando la culpa no era mía.

  • No tenía ni idea de por qué me había invitado a la boda, quizás fuese porque era su hermana, pero nada más. Me quedó claro hace mucho que odiaba ser mi hermana mayor, creo que fue en el momento en el que le confesé que nuestro vecino Tyler Pitt tenía sentimientos por mí. Aunque nunca le dije la verdad sobre mi relación con él, para el resto del pueblo sólo éramos amigos.

  • Papá. Es el único que se alegraría de tenerme allí, pero solía ser bastante manejable para mi madre, así que no tendría demasiado apoyo. Y puesto que Aaron ya no estaba, nadie podría unírsele.

  • Tyler Pitt. No había vuelto a verle desde que vivía en casa, y ni siquiera me despedí de él cuando hui de casa aquella noche. Y, además, era el prometido de mi hermana, no quería encontrarme con él o con mi hermana después de saber esto.

Ya no sentía nada por Tyler, eso era un hecho. Creo que para mí el sólo fue un buen amigo, pero confundí mis sentimientos al final, le di esperanzas y terminamos en una extraña relación que me alejó más de mis hermanos de lo que supuse en un principio.

No tenía nada por lo que volver a casa, pero debía hacerlo, no podía simplemente seguir huyendo de los problemas.

Así que estaba claro, Sarah Porter volvería a casa, tan sólo esperaba no remover demasiado las tranquilas vidas de las personas que allí me esperaban.

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