Ella no sabía que responderle.Su mirada era la de un cazador sobre su presa.Intensa, salvaje, pero también había un brillo interesante en aquellos ojos que no se apartaban de ella.Una de las manos de Valerio se dirigió a su pelo y por un momento ella creyó que iba a tirar de sus hebras doradas, sin embargo, para su sorpresa él comenzó a quitar con suavidad los ganchitos que traía en este para liberar su cabello de la trenza, dejándolo caer suavemente hasta su espalda y cubrir uno de sus brazos.Él siguió el movimiento de su pelo como si estuviera embelesado y por un instante ella vio la lujuria marcarse en sus ojos, junto con algo más que hizo que se sacudiera tras mirar de vuelta su cara.—Me gustas más con el pelo suelto, mujer —susurró en su oído Valerio inclinándose sobre ella.Erizándole la piel.Liv pensó en huir de la atracción fatal que estaba experimentando pero pronto recordó que no importaba a donde corriera, él la encontraría.La cazaría y la haría pagar.—T-tengo que a
—¿De verdad? —susurró Livana sin poder creer lo que Isadora le decía.Su ceño estaba fruncido mientras que Isadora le sonreía como una mamá orgullosa.—No estés tan sorprendida.Te lo mereces.Hiciste un trabajo estupendo con Angus y además ayudaste a otros heridos.—Lo sé, pero no buscaba nada a cambio por hacerlo.Además, lo que verdaderamente me sorprende es que el Áyax Valerio me devolviera el título de curandera y quiera pagarme un sueldo por ello.Isadora apretó su brazo de manera cariñosa.—El Áyax Valerio siempre sorprende —ella le guiñó un ojo–. Vamos, vístete.Iremos a la calle, necesito comprar algunas cosas para la cocina y tú supongo que querrás gastarte tu sueldo en algo lindo.Liv hizo una mueca.Ni siquiera tenía idea qué comprar.El único plan que tenía era escapar de las garras de Valerio cuanto antes, sin embargo, su último plan había fracasado de manera fatal."Aunque si paseamos por toda la manada quizás pudiera encontrar algo que me condujera a mi salida.Quizás
Unos días después Livana se sorprendió gratamente de los regalos que le habían dado Andrea y sus hijas por ayudarla con el Áyax.Por más que ella le había dicho que no había tenido que ver con la decisión de Valerio al ayudarlas ellas seguían agradeciéndole.—Me encantan los perfumes, Andrea.La mujer le sonrió agradecida.—El Áyax financió nuestra perfumería.Estuvimos a punto de perderla después de la muerte de mi marido pero el Áyax ha sido tan amable que quise hacerle un perfume exclusivo.Y a ti.—Muchas gracias, no debiste molestarte. Livana abrió el frasco del perfume para olerlo pero su aroma llenó todas sus fosas nasales.El aroma era delicioso pero por alguna razón ella sintió náuseas. —¿Le gustó, señorita?—S-sí.Huele muy bien...—¡Livana! ¡Te necesito! Terezia va a dar a luz su primer bebé y el médico aún no llega.Terezia era la mujer de uno de los guardias del castillo.Era una chica humana por lo que el parto era más complicado gracias al tamaño de los lobeznos.—Lo
—También había estado pensando decirte que descansaras.Me alegra que el Áyax también se diera cuenta.—¿Tan mal me veo? —se burló ella divertida mientras que Isadora peinaba su cabello largo.Le gustaba hacerlo siempre que podía.–Tú nunca te verías mal.Estoy segura que eres la chica más hermosa de todos los reinos.No solo los hombres te miran embelesados, sino que las mujeres te tienen envidia.—No digas eso, por favor.—No miento, querida.Todo lo que Katya te ha hecho ha sido por envidia.Llegaste tú y acaparaste toda la atención del Alfa.Livana sintió como su corazón saltaba enseguida ante las palabras de Isadora.—No creo que sea así.Solo que soy la novedad para él.Cuando se aburra de mí, entonces irá con Katya de nuevo.Isadora negó con la cabeza divertida como si supiera algo más pero la Thalassi no pudo verla.De repente la expresión de la mujer cambió ligeramente antes de cambiar el tema.—Livana, ¿No crees que debes contarle al Áyax de que te estás protegiendo de un po
Consciente o no.La Thalassi comenzaba a empujar su trasero hacia atrás creando una fricción entre sus cuerpos que los estaba haciendo arder a ambos.Su movimiento era lento, pero tan delicioso que Valerio no se contuvo en intentar de provocarla una vez más.Sus dedos frotaron su clítoris logrando que ella gimiera una vez más y se empujara hacia atrás y adelante tomando su propio placer.Follando la polla del macho empapándolo con sus jugos.El Áyax se sentía al borde al sentirla tomando lo que era suyo sin reservas, tan caliente y hermosa.Toda una m*****a diosa estaba frotándose contra él. —Estás tan húmeda princesa, estoy seguro de que ninguna Thalassi actúa como tú.Eres demasiado guarra como para eso —murmuró en su oído.Livana se movió hacia adelante avergonzada con sus palabras pero al mismo tiempo furiosa, dándose cuenta de lo que estaba haciendo.—Esto es por tú culpa —balbuceó ella.Si creía que Valerio iba a dejar que se fuera en aquel momento había perdido la cabeza.El ma
—¿Puedes sentir a tu lobo?El sol está saliendo —preguntó Isadora curiosa.Livana negó con la cabeza algo frustrada.Si bien podía sentir los rayos del sol tocando su piel como una caricia, no sentía aún a su lobo interior. Sabía que las Arionas no tenían tanta conexión con sus lobas por la maldición que llevaban pero tenía entendido que sí podían escuchar el susurro interior.Liv se mordió el labio inferior antes de suspirar derrotada.—No va a cambiar nada.Soy Ariona.—Pero eres la Thalassi de Arion.Enseguida Anya cubrió su boca con sus manos después de jadear.Era una "traición" que dijera aquello cuando el Áyaxq y Alfa de su manada era quien había tomado Arion.Aunque era su hermano quien lo gobernaba ahora.—El rango no tiene nada que ver con los lobos interiores, Anya.Y no te asustes.Nadie le dirá al Áyax lo que dijiste.—Venga, no te sientas triste.Seguro que tu loba se manifestará en otra ocasión. Cortemos el pastel.Livana asintió y todas se sentaron sobre el suelo mie
—Esa perra cada vez está más cerca de él.Katya estaba tan furiosa al espiar a Valerio y a Livana.Podía ver la atracción del macho hacia ella.Jamás había visto al Áyax así por ninguna mujer antes.—¿Puedes romper el lazo de sangre o no? —gruñó a la bruja caminando de un lado a otro.—Puedo, pero necesitarás que ella sea quien se tome el té por cuenta propia, debe renunciar al lazo.—¡Esa perra no lo hará, quiere quedarse con mi hombre!—Yo que tú no lo supondría.Además, puedes jugar con su mente.Engañarla de la peor manera para que rompa el lazo.La bruja le sonrió con malicia y Katya también lo hizo.Claro que podía hacerlo.Esa mujer Ariona era muy estúpida.—Está bien.Te pagaré todas las liras que te prometí en tanto haga efecto. —Claro que lo hará, nunca fallo.—Eso espero.Por tu bien —gruñó Katya antes de irse de vuelta a casa con una sonrisa maliciosa.Eso era todo lo que necesitaba para que esa maldita se fuera cuanto antes.*Mientras que cabalgaba como una amazonas, Va
—Tengo que mirar —susurró para ella misma Livana sintiendo que estaba a punto de llorar.Tomó temblorosa la prueba y la acercó a su rostro.—Ay no, él va a matarme —susurré horrorizada.La primera vez él no había sabido que Livana estaba embarazada.Ni siquiera su madre lo hizo.Los embarazos de las lobas, a pesar de que ella no pudiera convertirse en una, duraban solo 4 meses.Ese fue el tiempo que Livana usó solo vestidos grandes en presencia de sus padres y casi no salía de su habitación.Afortunadamente ellos no le prestaban demasiada atención. Y así pudo ocultar su embarazo hasta el día que fue a dar a luz, sin embargo, Aria la había visto.Había sido ella quien le dijo a su madre.Para cuando Livana dio a luz y cayó desmayada, ellas le dijeron que su cachorra había muerto y la enterraron.Livana las odió por no dejarla ver a su cachorro aunque fuera una sola vez, ya que la habían enterrado enseguida para que su padre no se enterara.Como si su cachorrita fuera un sucio secreto.