Después de que la había hecho suya, no había salido de la habitación como siempre hacía. Contrario a eso, Valerio se había acostado a su lado abrazándola por la cintura. Cosa que resultaba demasiado íntima para Livana. No sabía qué estaba pasando, sin embargo, tenía que admitir que tenerlo así, secretamente, la hacía sentir tan bien. Se mordió el labio inferior mirando el techo de la habitación en silencio, mientras sentía cada respiración del macho a su lado. Sabía que él no estaba dormido, pero tampoco decía nada. —¿Por qué me odias tanto? La pregunta repentina hizo que Valerio se tensara de golpe dejando de tocar a Livana en ese momento. No contuvo un gruñido amenazante y ella se encontró con su mirada enojada. —¿No lo sabes? —ironizó tensando la mandíbula. –Pues no, no lo sé y por eso te lo pregunto. No tengo la culpa de lo que mis padres hayan hecho. No podía controlarlos, por si lo olvidaste, tenía diecinueve años cuando te capturaron. Ni siquiera tenía idea de quie
—¿La viste salir de la habitación del Áyax? —espetó horrorizada Katya a Ninibet quien le había dicho aquello.—Sí, ¿Piensas que no sirvió nada lo que hicimos anoche?Katya ya no la estaba mirando, sentía una furia incesante. Odiaba a aquella maldita mujer con todas sus fuerzas.Todo siempre le salía bien, pero eso no sería así por más tiempo.Dio unas zancadas yendo a la salida, necesitaba encontrar a esa perra.Sabía que tendría que alejarla de Isadora pero poco le importaba. —¿Dónde está la esclava del Áyax?—Preguntó a uno de los hombres de la puerta.—Salió con Isadora, fuero a traer algunas cosas del castillo.Katya apretó los puños y enseguida se dirigió al pueblo, sin embargo, cuando estaba a punto de salir se topó con una mujer muy parecida a esa maldita mujer, quien llevaba una niña igual de parecida a ella.Katya frunció el ceño y la fulminó con la mirada.—¿Quién eres?La mujer le dio una sonrisa gélida y maliciosa al mismo tiempo.—Soy Aria, la compañera del Áyax Valerio
—Viniste rápido, te estaba esperando.Livana frunció el ceño al ver su sonrisa.—¿Dónde habías estado? ¿Qué es todo esto Aria?¿De dónde sacaste esa niña?—¿De dónde crees, estúpida? De mi vientre.Es mi cachorra, con el Áyax Valerio.Una increíble sorpresa, ¿No?El vientre de Livana se contrajo ante un sentimiento inesprado.Ella sabía bien que se trataba de celos. Pero también había dolor en ella.—Sé que no me crees pero lo comprobaré cuando le hagan la prueba a mi cachorra.Pero ¿Sabes lo mejor, Livana?Valerio va a ser todo mío.Aria se colocó frente a ella bajando la voz para que pocos pudieran escucharla, mirándola con malicia. Siempre la había tratado igual pero Livana jamás había entendido el motivo de su odio hacia ella.Había intentado todo para acercarse su prima pero ella nunca la apreció.—¿Crees que me importa Valerio?No seas estúpida, Aria.Soy su esclava, pero la única meta que tengo es salir de este lugar.—¿Quieres decir que no lo soportas?Livana apretó la mandí
Ella sonrió a Larissa y a Anya.En su tiempo libre las mujeres la habían convencido de que fueran a las cascadas.Un macho de la manada las acompañó pero ellas terminaron de ignorarlo por completo. Livana había decidido ir por toda la carga emocional que estaba llevando en esos momentos.Aria había llegado para hacerle la vida imposible y para peor ahora se juntaba con Katya y juntas la humillaban.Pero sin duda lo que más le dolía eran las palabras que Aria utilizaba.—Eres tan poca cosa.Él es mío.Lo engañé tan fácilmente sobre ti, eres la mala, querida. Valerio siempre te va a odiar mientras que yo voy a ser la Thalassa de Arkalla, ¿No es irónico?Esta es la vida que siempre merecí.Y por supuesto es la vida que tú te mereces, ser la esclava de Valerio.No eres nada –sonrió con malicia—. Arion nunca será tuyo tampoco.Esclava sin valor.Livana apretó los dientes molesta por el recuerdo.Ella debía haber convencido a Valerio de sus palabras porque en más de un mes él no la había
Livana se despertó sintiendo su cuerpo ligeramente adolorido.Si bien era cierto que Valerio la había tomado no de la manera salvaje que siempre lo hacía, su deseo era tan intenso como el de ella y tenían más de un mes que no tenían relaciones así que era perfectamente comprensible que su cuerpo se sintiera de esa forma.Como siempre Livana no lo sintió a su lado.Valerio nunca dormía con una mujer pero su huella aún estaba marcada sobre la cama.Trató de ignorar los sentimientos que la golpearon repentinamente sobre él y estiró los brazos sobre su cabeza provocando que sus pechos desnudos se alzaran pero de repente su mirada se desvió a la silla de su habitación donde estaba sentado aquel hombre con su mirada puesta sobre su cuerpo expuesto.Livana sintió como sus mejillas adquirieron un color borgoña antes de cubrirse tontamente logrando que el macho volviera su mirada hacia su cara.Estaba serio y tan hermoso y masculino sobre aquella silla.Sus orbes ardían de manera intensa recor
Varias noches después, Valerio se fue de la habitación y a partir de ese momento, Livana comenzó a sentirse mal.—¿Qué me está pasando? —susurró la ex Thalassi a la nada poniéndose de pie al lado de la cama.Livana se sentía temblorosa y ansiosa sintiendo como su corazón latía cada vez más rápido.—Tengo que salir de aquí.En silencio salió de la habitación sin encontrarse con nadie, afortunadamente.Necesitaba tomar aire fresco pero los guardias de la puerta no la dejarían salir tan fácilmente. —¿Puedes llamar al guardia un momento?—¿Qué estás planeando, Livana?El cuestionamiento de Larissa era obvio.Podía estar metiéndola en problemas pero si la descubrían pagaría con toda la responsabilidad, ella la había ido a buscar para pedirle ese favor.Necesitaba salir.—Necesito respirar aire fresco.Ella la miró con preocupación y Livana se sintió querida. Después de todo estar en Arkalla no había sido tan malo.Había conocido personas maravillosas que la querían por ella misma y no por
Por primera vez Livana se sintió atrevida.Mientras que sus labios se buscaban, sus palmas se deslizaron por el pecho firme del macho, provocando que este gimiera.Estaban tan cerca que fácilmente podía sentir su miembro endurecido empujándose contra su vientre, ella estaba tan caliente que no pensó en sus acciones sino en lo mucho que lo necesitaba.Estaba deseperada por él."Dile quien somos.Dile que es nuestro compañero.""No.Él no querría esto."Si bien sabía que Valerio la deseaba, también era consciente que su deseo era por su cuerpo.Él jamás querría que Livana fuera su compañera."Por favor, él nos querrá.No nos rechazará.""No quiero pensar en eso, Lía."Livana metió las manos por dentro de su camisa tocando su fibrosa piel desnuda con la yema de sus dedos cuando hacía que Valerio se quitara la camisa por encimande la cabeza.Vio la mirada oscura del macho sobre ella haciéndola estremecer al ver tanto deseo en ellos.Sin dudarlo volvió a tomar su boca mientras que quitaba e
Liv abrió los ojos atontada dándose cuenta que estaba en la habitación de Valerio.Se sentó sobre la cama y de inmediato lo vio sentado en su escritorio revisando unos papeles, por un momento dejó que su mirada lo recorriera por completo maravillada con su porte pero de repente el macho la atrapó mirándolo, provocando que se sonrojara.—¿Q-qué estoy haciendo aquí?—Te realizaron unos exámenes y tenían que ponerte cómoda.Solo en esta habitación lo estarías —aclaró restándole importancia volviendo la mirada a los papeles—. Estuviste a punto de perder a mi cachorro.Livana se horrorizó de esto e impulsivamente se llevó la mano a su vientre de manera protectora perdida en sus miedos, sin darse cuenta de la mirada íntima y cálida que el macho le envió.—No vas a salir de esta habitación. Tu deber ahora es cuidar de mi cachorro.Su voz era letalmente suave mientras que sus ojos se mantenían fijos en ella y Livana se sintió algo intimidada por él.De repente, escucharon los toques de la pu