CAPÍTULO 58

Livana apretó a su cachorro contra su pecho sintiéndose cada vez más débil y temblorosa.

Estaba muy cansada.

Acababa de dar a luz, sin embargo, aquella era la única manera de hacerlo.

No podía retrasarlo más.

Valerio jamás le permitiría escapar.

Para él siempre sería su esclava.

Y además, ¿Qué quería que hiciera ahí después de todo?

No iba a servirlo siempre.

Ella había nacido para gobernar una manada.

No para esto.

—Tranquilo, cachorro.

Te prometo que estarás a salvo.

¿Cómo debo llamarte?

Livana sonrió completamente derretida al mirar los bonitos ojos de su cachorrito y se detuvo por un segundo para descansar.

Ya había corrido lo suficiente.

—Agnar.

Ese será tu nombre.

¿Te gusta?

El cachorro le respondió con una sonrisa como si le respondiera y ella sintió tanto amor por ese niño.

Besó su mejilla para volver a caminar.

Sin embargo, de repente escuchó un gruñido antes de que el cuerpo grande y fibroso de Valerio la interceptara.

Livana gimió abriendo los ojos sin poder creer verlo ahí
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP