¡Maratón!🙊🩷🥹
—Yo... lo pensé.Pero no pude hacerlo.La Thalassi sentía como su corazón latía sumamente rápido bajo su pecho.—Porque yo jodí tu plan, ¿No es así?Valerio gruñó tirando del pelo de Livana acercándola a él, provocando que esta gimiera.Sus orbes se clavaron en ella con una intensidad que la asustó.Estaban oscuros, llenos de rabia.Sus colmillos sobresalían mostrando lo poderoso que él era.—Porque no quería hacerte daño —admitió al fin ella en voz alta.Por un momento los dos se dedicaron a mirarse fijamente.Livana deseó fervientemente poder ver qué era lo que pasaba por la cabeza del macho, porque su expresión permanecía imperturbable.Quizás no debía haber sido tan débil como para admitirlo pero ya estaba hecho.—¿Hacerme daño? ¿Tú a mí? Él mostró una letal sonrisa ladina en señal de burla por las palabras de Livana, y ella sintió que sus mejillas se coloreaban de rojo.Si bien era cierto que ella era muy débil en comparación a él, no era a eso a lo que ella se había referido.—
—¿Qué cree que hago, Áyax?Digo la verdad.—Estás haciendo que llore —gruñó él haciendo que ella se diera la vuelta sin soltar su muñeca.Su aliento chocó contra el suyo mientras que la miraba con el ceño fruncido, evidentemente molesto.Aunque ella no entendía el porqué. Ella se sorprendió por lo que le dijo.Al parecer al Áyax no solo le importaba él mismo.Isadora también era importante para él.Livana respetó eso y se soltó de su agarre pero solo porque Valerio la dejó ir.Una vez más le dio la espalda al Alfa dirigiéndose a Angus quien la miraba con curiosidad, pese al dolor que sentía.—Necesitamos sacar la flecha de tu pecho, cuando estuviste inconsciente te hice un chequeo rápido y sé que no tocó ningún órgano importante. —Dijiste que si la sacaban podría tener una hemorragia.—Lo dije —respondió a la preocupada Isadora—. Pero cuando lo dije esperaba que el médico viniera de prisa y por supuesto que la flecha no fuera de plata.Sabes el veneno que es la plata para nosotros.
Ella no sabía que responderle.Su mirada era la de un cazador sobre su presa.Intensa, salvaje, pero también había un brillo interesante en aquellos ojos que no se apartaban de ella.Una de las manos de Valerio se dirigió a su pelo y por un momento ella creyó que iba a tirar de sus hebras doradas, sin embargo, para su sorpresa él comenzó a quitar con suavidad los ganchitos que traía en este para liberar su cabello de la trenza, dejándolo caer suavemente hasta su espalda y cubrir uno de sus brazos.Él siguió el movimiento de su pelo como si estuviera embelesado y por un instante ella vio la lujuria marcarse en sus ojos, junto con algo más que hizo que se sacudiera tras mirar de vuelta su cara.—Me gustas más con el pelo suelto, mujer —susurró en su oído Valerio inclinándose sobre ella.Erizándole la piel.Liv pensó en huir de la atracción fatal que estaba experimentando pero pronto recordó que no importaba a donde corriera, él la encontraría.La cazaría y la haría pagar.—T-tengo que a
—¿De verdad? —susurró Livana sin poder creer lo que Isadora le decía.Su ceño estaba fruncido mientras que Isadora le sonreía como una mamá orgullosa.—No estés tan sorprendida.Te lo mereces.Hiciste un trabajo estupendo con Angus y además ayudaste a otros heridos.—Lo sé, pero no buscaba nada a cambio por hacerlo.Además, lo que verdaderamente me sorprende es que el Áyax Valerio me devolviera el título de curandera y quiera pagarme un sueldo por ello.Isadora apretó su brazo de manera cariñosa.—El Áyax Valerio siempre sorprende —ella le guiñó un ojo–. Vamos, vístete.Iremos a la calle, necesito comprar algunas cosas para la cocina y tú supongo que querrás gastarte tu sueldo en algo lindo.Liv hizo una mueca.Ni siquiera tenía idea qué comprar.El único plan que tenía era escapar de las garras de Valerio cuanto antes, sin embargo, su último plan había fracasado de manera fatal."Aunque si paseamos por toda la manada quizás pudiera encontrar algo que me condujera a mi salida.Quizás
Unos días después Livana se sorprendió gratamente de los regalos que le habían dado Andrea y sus hijas por ayudarla con el Áyax.Por más que ella le había dicho que no había tenido que ver con la decisión de Valerio al ayudarlas ellas seguían agradeciéndole.—Me encantan los perfumes, Andrea.La mujer le sonrió agradecida.—El Áyax financió nuestra perfumería.Estuvimos a punto de perderla después de la muerte de mi marido pero el Áyax ha sido tan amable que quise hacerle un perfume exclusivo.Y a ti.—Muchas gracias, no debiste molestarte. Livana abrió el frasco del perfume para olerlo pero su aroma llenó todas sus fosas nasales.El aroma era delicioso pero por alguna razón ella sintió náuseas. —¿Le gustó, señorita?—S-sí.Huele muy bien...—¡Livana! ¡Te necesito! Terezia va a dar a luz su primer bebé y el médico aún no llega.Terezia era la mujer de uno de los guardias del castillo.Era una chica humana por lo que el parto era más complicado gracias al tamaño de los lobeznos.—Lo
—También había estado pensando decirte que descansaras.Me alegra que el Áyax también se diera cuenta.—¿Tan mal me veo? —se burló ella divertida mientras que Isadora peinaba su cabello largo.Le gustaba hacerlo siempre que podía.–Tú nunca te verías mal.Estoy segura que eres la chica más hermosa de todos los reinos.No solo los hombres te miran embelesados, sino que las mujeres te tienen envidia.—No digas eso, por favor.—No miento, querida.Todo lo que Katya te ha hecho ha sido por envidia.Llegaste tú y acaparaste toda la atención del Alfa.Livana sintió como su corazón saltaba enseguida ante las palabras de Isadora.—No creo que sea así.Solo que soy la novedad para él.Cuando se aburra de mí, entonces irá con Katya de nuevo.Isadora negó con la cabeza divertida como si supiera algo más pero la Thalassi no pudo verla.De repente la expresión de la mujer cambió ligeramente antes de cambiar el tema.—Livana, ¿No crees que debes contarle al Áyax de que te estás protegiendo de un po
Consciente o no.La Thalassi comenzaba a empujar su trasero hacia atrás creando una fricción entre sus cuerpos que los estaba haciendo arder a ambos.Su movimiento era lento, pero tan delicioso que Valerio no se contuvo en intentar de provocarla una vez más.Sus dedos frotaron su clítoris logrando que ella gimiera una vez más y se empujara hacia atrás y adelante tomando su propio placer.Follando la polla del macho empapándolo con sus jugos.El Áyax se sentía al borde al sentirla tomando lo que era suyo sin reservas, tan caliente y hermosa.Toda una m*****a diosa estaba frotándose contra él. —Estás tan húmeda princesa, estoy seguro de que ninguna Thalassi actúa como tú.Eres demasiado guarra como para eso —murmuró en su oído.Livana se movió hacia adelante avergonzada con sus palabras pero al mismo tiempo furiosa, dándose cuenta de lo que estaba haciendo.—Esto es por tú culpa —balbuceó ella.Si creía que Valerio iba a dejar que se fuera en aquel momento había perdido la cabeza.El ma
—¿Puedes sentir a tu lobo?El sol está saliendo —preguntó Isadora curiosa.Livana negó con la cabeza algo frustrada.Si bien podía sentir los rayos del sol tocando su piel como una caricia, no sentía aún a su lobo interior. Sabía que las Arionas no tenían tanta conexión con sus lobas por la maldición que llevaban pero tenía entendido que sí podían escuchar el susurro interior.Liv se mordió el labio inferior antes de suspirar derrotada.—No va a cambiar nada.Soy Ariona.—Pero eres la Thalassi de Arion.Enseguida Anya cubrió su boca con sus manos después de jadear.Era una "traición" que dijera aquello cuando el Áyaxq y Alfa de su manada era quien había tomado Arion.Aunque era su hermano quien lo gobernaba ahora.—El rango no tiene nada que ver con los lobos interiores, Anya.Y no te asustes.Nadie le dirá al Áyax lo que dijiste.—Venga, no te sientas triste.Seguro que tu loba se manifestará en otra ocasión. Cortemos el pastel.Livana asintió y todas se sentaron sobre el suelo mie