Isabella.
Lo único que hago es gritar con todas mis fuerzas. Grito tan fuerte como mis pulmones me lo permiten.
Bryan está sobre mí en la cama, tratando de romper mi ropa. Empiezo a forcejear con él, le muerdo, le rasguño, lo que sea para salvar mi integridad. No permitiré que él robe algo que es sólo mío, y de Derek. No lo permitiré.
—¡AYUDA! -grito—. ¡Por favor!
Y para mi alivio la puerta se abre bruscamente, y veo a Rosalie. Nunca me sentí tan aliviada ante su presencia. Parece furiosa cuando ve a Bryan sobre mí.
—¿Qué está pasando aquí? — pregunta.
Bryan gruñe furioso, y me da mi espacio.
—Estamos ocupados aquí, fuera —gruñe.
Aprovecho que está distraído, y le doy una patada en las pelotas.
—Él quiso abusar de mí -No puedo dejar de temblar —. Quiso tomarme en contra de mi voluntad.
Bryan sostien
Isabella.Si alguien me hubiera dicho hace mucho tiempo que esto sucedería, nunca lo habría creído. El hombre frente a mis ojos está diciéndome que es mi padre. ¿Cómo pudo cambiar mi vida tan drásticamente? Antes estaba sola, sin nadie en este mundo, pero ahora tengo a Derek, y un padre.—Sé que esto es difícil para ti —Habla el señor Spears, o mejor dicho mi padre —. Pero no estoy mintiéndote, Isabella.Mis ojos están ardiendo por las lágrimas retenidas, y un nudo se instala en mi garganta. Veo como rebusca algo en el bolsillo de su chaqueta, y luego me enseña una fotografía arrugada.—¿Ella es...? —balbuceo cuando veo la imagen.Eric asiente, y veo una sonrisa en sus labios.—Sí, es tu madre.Derek aprieta suavemente mi rodilla bajo la mesa, y juntos miramos la fotografía. En la imagen puede verse claramente una mujer, y está sonriendo. Su cabe
Derek.Está mirándome con esa misma cara de sinvergüenza. ¿Cómo se atreve a buscarme? La última vez que lo vi, le gritaba a mamá que ya no la amaba, y que sus hijos éramos sólo un estorbo en sus vidas.—¿Qué mierda haces aquí? —bramo hecho una furia —. ¿Te cansaste de gastar el dinero de mamá?Parece arrepentido, pero no le creo ni mierda.—Estoy pasando un mal momento, y pensé que tú podías echarme una mano.Javier se ríe a mi lado. ¿Escuché bien?, ¿este bastardo está hablando en serio?—Tú ya no eres mi padre —digo fríamente —. Desaparece de nuestras vidas, no te acerques a mí, mucho menos a Kelly.—¿Cómo te atreves a darme la espalda? ¡Soy tu padre!—Un padre que abandonó a sus hijos, se acostó con una mujer más joven, y le robó a su propia esposa. Vete al demonio.Aprieta sus manos en puños.—Te
Derek.—Puede besar a la novia.En el momento que escuchó esas palabras, me siento el hombre más afortunado del mundo. Isabella está llorando, y me sorprende saber que yo también. Amo a esta mujer, y estoy feliz de saber que estaremos juntos el resto que nos queda de vida.—Te amo mucho, señora Hall —sonrió limpiando la lagrima que se desliza por su mejilla.—Y yo a ti, señor Hall.Nuestros labios se encuentran en un beso apasionado, desesperado. Escucho a Javier gritar "hasta el fondo", pero lo ignoro, y me concentro en la boca de Isabella. Su sabor es adictivo, y me complace saber que estos labios voy a devorarlos todos los días.Cuando nos apartamos, estamos sin aliento, y veo los rostros sonrientes de nuestros familiares. Kelly se precipita hacia nosotros, y nos abraza con fuerza.—¡Estoy tan feliz por ustedes! —grita mi pequeña hermana —. Es
Derek.Los recuerdos de la noche anterior me hacen sonreír. Todavía no puedo creer que estoy casado con la mujer más maravillosa del mundo. Isabella ahora es mía, y estaremos juntos siempre. Tengo una familia, y cuando salga de esa cirugía, tendremos hijos, como siempre he deseado.—¿Señor Hall? —La voz de mi secretaria me saca de mis pensamientos.Miro a Anna, y arqueo una ceja mientras aparto mis ojos de los papeles que estoy firmando.—Dime, Anna.—En primer lugar, quería felicitarlo por su boda.—Gracias.—Por cierto, el detective Montero está aquí, y solicita verlo.Mi cuerpo se tensa por la confusión, y asiento.—¿Por qué un detective está en mi empresa?—No lo sé, señor Hall.Bufo.—Hazlo pasar.Anna asiente.—Con su permiso, señ
Isabella.Despierto con unos fuertes brazos rodeándome.Estoy en la habitación que comparto con Derek, y jamás me he sentido más aliviada que ahora. Él me sostiene como si fuera su ancla, y mi corazón se derrite a causa de la felicidad. Estoy a salvo con mi maravilloso esposo. Parece sentir mi mirada sobre él, porque sus cálidos ojos marrones se abren, y sonríe mientras acaricia mi mejilla.—Amor... —susurra.Me acurruco en su pecho, y beso su cuello. Derek suspira apretándome más fuerte contra él. Me doy cuenta que tengo mi pijama, y deduzco que él me ha cambiado para estar más cómoda. Soy tan afortunada por tenerlo.—Te amo mucho —Le digo —. ¿Cómo está mi padre?—Él está en el hospital a causa del balazo, pero estará bien.—Gracias a Dios, esa mujer está loca, Derek. Pensé que moriría.Acaricia mi cabello en un gesto reconfortan
Isabella.Ha pasado casi un año después de lo sucedido.La cirugía fue un éxito gracias a Dios, pero todos los meses voy a un chequeo para asegurarme de que estoy bien. Ahora más que nunca debo cuidarme. Estoy embarazada, y tendré una hermosa niña con Derek. Él está muy feliz, y decidimos que se llamará Ángela como mi madre.No tuve la dicha de conocer a mi madre, pero sé que ella jamás me abandonó. Sólo quería protegerme, y pensó que Rosalie podía cuidarme.Que equivocada estaba.Dejando de lado el pasado, todos estos meses la pasé de maravilla con mi esposo. Derek me demuestra cada día cuanto me ama. También tengo el amor de mi padre.Papá lleva saliendo hace más de un año con una mujer llamada Layla. Ella también está embarazada, y pronto tendré un hermanito.Genial.Los antojos nunca faltan.Me despierto todos
Isabella.Este es uno de los peores días de mi vida. Todo lo que quiero es huir y no volver nunca a éste infierno. Debo mostrar mi cuerpo al público y no sé cómo actuar. Debo hacerlo para darle gusto a esa arpía. Es esto o terminar en la calle. Según ella, cuidó de mí cuando me abandonaron y debo pagarle cada centavo que ha gastado por mí.Conozco a Rosalie Gonzales desde que tengo siete años. Ella me recogió cuando andaba merodeando por la calle en busca de comida y un hogar. Siempre viví en casas de acogida y nunca conocí a mi familia. Todo cambió cuando la bruja de Rosalie decidió darme alojamiento. Aunque nada fue gratis.Siempre fui su sirvienta, accedí a todos sus caprichos. Me trata peor que a un animal, debo cerrar la boca por miedo a que me eche en la calle.En es
Un año atrás.Derek.Mi móvil suena con una llamada de la mansión. Contesto, y lo primero que oigo es el llanto de mi princesa.—Kelly —digo alterado —. ¿Por qué lloras, cariño?Escucho sus sollozos.—Es mamá, Derek. Está encerrada en el baño, y llora demasiado —grita hipeando —. Por favor, ven, tengo mucho miedo.Salgo de la empresa como alma que lleva al diablo. Me subo a mi coche, y arranco a toda velocidad. A los quince minutos llego, estaciono mi auto y bajo sin importarme nada.Al entrar a la habitación de madre, me quedo en shock. Mi corazón empieza a retumbar con fuerzas.Kelly...Mi pequeña hermana está al lado de su cuerpo inerte, y llora a gritos.No. No. No.Me acerco cayendo de rodillas a su lado. Toco su pulso y al notar que ya no tiene vida, grito con to