Hay alguien que me espera de la agencia para la que voy a trabajar, tiene un cartel improvisado con mi nombre. Lo sostiene con ambas manos sobre su rostro. Me acerco con una sonrisa y la saludo. 

Es mi momento practicare mi vocabulario

"Hola, soy casandra"

Baja el cartel con una cara sorprendida "Hablas Hangul creí que ayudarías al traductor de inglés a español y tenias lo básico para sobrevivir en corea, vamos tomemos un taxi"

"Ah hablo 3 idiomas más por cierto, ¿Cómo te llamas?"

"Anh Yumi"

Caminamos para tomar el taxi, es delgada un blanca con piel de porcelana, sus ojos pequeños y rasgados se esconden tras unas gafas, tiene el cabello teñido en tono rojo y su vestimenta es bastante cool, estoy segura que tenemos la misma estatura 1,55 cm es mas delgada que yo. Siempre me sentí delgada en mi país pero junto a ella me veo bastante curvilínea.

Subimos a un taxi que recorre calles hermosas y limpias, llegamos a un barrio bastante agradable.

Detenemos frente a un edificio blanco, hay un escalon largo al frente y dos tiendas en planta baja, una gran puerta de cristal al centro.

"Llegamos, la agencia esta a unas 3 calles de aquí, puedes ir caminando o en bici, si tomas el autobús tendrás que caminar 2 calles, una para tomarlo" mientras señala la dirección de la parada "y la estación siguiente te deja a una calle de la agencia, si cruzas hacia esa calle hay bastantes restaurantes de comida, deje tu nuevo teléfono en el apartamento" 

me entrega un sobre "aquí anote los códigos de la puerta del edificio y el código del apartamento, cuando tengas el teléfono puedes cambiar la contraseña del apartamento o mejor registra tu huella asi no importa si olvidas el código, anote mi numero por si necesitas algo, entras el lunes a trabajar así que puedes descansar estos días"

Wow nunca conocí alguien que fuera tan organizada es como si se adelantara a cualquier pensamiento.

"Gracias, tratare de no molestar"

"Nos vemos debo volver a la oficina"

No puedo esperar abro el sobre y digito el código en la puerta de cristal hay un pasillo largo que llega a un conjunto de departamentos, hay unas escaleras y el elvador esta junto, los departamentos están alrededor en un cuadrado dejando el centro sin techo con un lindo jardín en la planta baja, en realidad son macetas y hay unas bancas pero se ve hermoso a la vista. presiono el elevador y llego al tercer piso, mi nuevo hogar departamento 325, digito el código y entro a un pequeño espacio el baño esta del lado izquiero, seguido de una pequeña cocina que tiene una barra balnca con dos bancos grandes, le sigue un sofa en L con una pequeña mesa cuadrada en el centro, hay una pantalla en la pared, hay un seprador de espacio simulando una habitación, al correr la puerta encuentro una cama pegada a la pared no queda espacio a los lados para pasar debes subir desde los pies, un pequeño espacio en la pared enseguida para closet y un escritorio con apenas una silla diminuta, son quizás 30 m2 tal vez menos si descontamos el pequeño cuarto de lavado donde cabe una lavadora diminuta y un tendedero plegable. Pero jamás había sentido ningún lugar como mi hogar, me tiro de inmediato en la cama y me duermo enseguida, para cuando despierto se ha hecho de noche inspecciono el paquete que esta sobre la barra de la cocina, es una caja al abrirla me doy cuenta que hay una despensa conformada por sopas instantáneas, café, botellas de agua, la caja de un teléfono celular y algunos documentos que podría necesitar para migración.

Quiero salir y ver Seul de noche, camino en dirección de los restaurantes y entro al primero que veo abierto, una señora me sonríe mientras me pregunta si una porción o dos, pido una porción es teobokki. Solo lo había visto en tv, wow es deliciosamente picante, bebo bastante agua y pido otra porción. Pago con mi tarjeta, salgo del restaurante y decido caminar.

Pronto me encuentro en un barrio muy bonito hay un lindo café parece costoso, no tengo idea donde estoy así que entrare y revisare el mapa en mi teléfono. Pido un café helado, el clima es algo caluroso para ser de noche. Por fin me ubico, beberé mi café camino a casa, un perrito café con pelo rizado corre hacia mi, creo que se le escapo a su dueño, me apresuro a revisar su placa. Una figura en short y playera negra viene corriendo agitado, tiene gorra y cubrebocas. Lo miro resguardando al perrito en mis brazos.

"Gracias por atrapar a mi perro, jamás había escapado"

"Si es tuyo dime como se llama" interrogo firme

"Holly, tiene 4 años, todas sus vacunas y soy un dueño responsable"

"Entonces porque se escapo"

A pesar del cubrebocas de algún modo se que sonríe mientras me observa, su presencia impone seguridad, mucha gente que pasa junto a nosotros lo observa es alto, su piel es muy blanca, su cabello negro sale de su gorra en la parte de atrás.

"Puedes quedarte a mi perro, dame tu número e ire a recogerlo donde me digas"

Miro al perro y me despido con una voz suavecita "Te tomare una foto con el perro por si alguien denuncia la desaparición"

Me recorre un cosquilleo por la columna cuando escucho su risa. Tan solo estar cerca siento hormigueo por mi cuerpo como si una suave brisa me acariciara y de la que quiero más.