Martin Edward.Mire a mi esposa, mientras se terminaba de arreglar para la cena. Mientras se retocaba el maquillaje y se ponía algo perfume, me preguntó, por quinta vez, que le recordara, quienes de la familia conocían mi verdadera identidad.- “No estés nerviosa, hazte a la idea que nadie sabe quién soy, y te será más fácil. Para el personal de la casa, somos el señor y a señora Black, pues muéstrate como tal, como antes de saber quién era yo en realidad. Y recuerda, para ellos soy el gerente general de Lewis C.O., la mano derecha de CEO Edward Lewis. Todos te miraran como la señora Black la mujer que se casó con un hombre rico lisiado.”- le dije acercándome a ella, para besarle el hombro descubierto mientras ella se miraba en el espejo, dándose los últimos retoques.Me miró a través del espejo, y me pregunto:- “En cuanto a tus familiares ¿no me dices nada?, ¿Cómo son? ¿a quién hay que evitar? ¿En quién confiar? Algo, no sé.”- me lo preguntó, y por la forma de decírmelo, supe que est
Narrador:Harta de la actitud del abogado, durante toda la cena, Bianca decidió ir a tomar el aire a la terraza, estaba allí oculta entre la enredaderas, para evitar ser vista por el pesado de su marido, mientras pensaba como había cambiado su vida las últimas cuarenta ocho horas, primero terminó acostándose con el amor de su vida, el cual no sentía lo mismo por ella. El matrimonio se convirtió en una manera correcta, de saldar el error que ambos cometieron. Desde el matrimonio, la bronca de su abuelo y del padre de John, que no duró mucho, pues hacía años que ambos estaban como locos para que este matrimonio ocurriese. El encontrarse que por orden de su abuelo se trasladó a vivir con John a su casa, un chalet moderno, el mismo día que se casó. Y llevaban casi veinticuatro horas, sino estaban peleando, estaban haciendo el amor, cuando no trabajaban. Vamos que sus vidas estaban muy ocupadas.Se centró tanto en sus pensamientos que, sólo la hizo regresar a la realidad, cuando sintió que
Eun-ji. Después de la compensación interrumpida, por parte del heredero Martin Edward Lewis, alias, el señor Walter Black, agotados, me abrazó, y sin decir nada, permaneció mirándome en silencio un rato, mientas yo nerviosa, no sabía que hacer, ni decir. Yo quería preguntarle qué fue lo que le pasó, pero no hacía falta ser un genio para saber que, de ese tema, Martin no quería hablar. Es más, incluso, haciendo el amor como lo hicimos, él se mostraba callado, como no queriendo hablar de nada, normalmente solía excitarme diciendo, o sugiriéndome cosas que me ruborizaban o que encendían mi pasión, esta vez algo falto, es como si mi marido tuviera miedo a algo, sé que parece una ridiculez, pero, esa fue la sensación que tuve yo. - “Lamento haberte tratado así, sobre todo, cuando estas embarazada, quizás mañana deberíamos visitar el ginecólogo.”- me dijo después de un rato de silencio. - “Yo estoy bien, sólo dime ¿qué te pasó?”- él me miró, y pensé que no me contestaria, pero finalmente
Bianca.Miles y miles de millones de veces he pasado por delante de esta tienda cuando me dirigía a mi trabajo en las empresas Lewis, aunque soy una de las altas ejecutivas de la compañía odio ir al trabajo en coche, suelo llegarme en mi coche hasta el aparcamiento que tengo reservado a dos manzanas de la empresa y el resto del camino lo hago andando, odio sentirme como una princesita de cuento o de porcelana, que se puede romper. Si miro a mi familia a veces creo que yo no pertenezco a este círculo, excepto por mi primo Martin, pero él no se crio en esta familia.Siempre estuvo oculto en Corea, desde que se recuperó de sus heridas a los cuatro años, se crio con otro nombre, de hecho, en los primeros quince años, él pensaba que se llamaba Walter Black, hijo de un empresario multimillonario y su esposa, la segunda murió al nacer él, y su padre tres años después en un accidente, donde se lesionó la columna, esto lo dejó en una silla de ruedas. Mi abuelo apareció como el mejor amigo de lo
Martin. Hoy tengo que terminar pronto, Eun-ji tiene otra revisión ginecológica y quiero estar presente. Que estemos metidos en este lio, no quiere decir que debamos olvidarnos de los importante, de nuestros hijos. Euhin, cada día crece más, en la última revisión, el medico dijo que, por ahora su recuento de glóbulos blancos y su sistema linfático, está estable, lo que quiere decir que por ahora el tratamiento que está recibiendo mi hijo, es el correcto. Ya estaba por salir, cuando recibo una foto de un hombre con un abrigó azul, un informe de empleado, junto a un mensaje de mi abogado. - “Tu prima lo identificó como la persona que manipuló el cuadro eléctrico, trabaja como asistente del ayudante de tu tío Adam Lewis, observa que todo está muy simple, muy rápido. No sé, no me cuadra.”- yo opinaba lo mismo, el asesino de mis padres se había preciado de ser muy inteligente, y esto era demasiado obvio, para que se pensara que podía dejar este cabo suelto, pero también podía ser que lo
Eun-ji.- “¿Dime como conseguiste eso?”- le pregunté a mi marido emocionada mientras regresábamos a la mansión.- “No lo conseguí yo, el idiota de Adam Lewis se metió el solito como un estúpido ratón en la trampa.”- me dijo abrazándome en el coche mientras íbamos sentados detrás.El coche de mi marido es especial, incluye una rampa para que pueda subirse con la silla, amplio y muy lujoso, es una mezcla entre limusina y Hummer, incluido su chofer y su asistente que iba de copiloto tras una mampara que se encontraba cerrada en este momento, no había nadie más en el coche.-“Genial si es tan estúpido para dejar que la serpiente entre en la madriguera del ratón, eso hay que aprovecharlo.”- le dije, pero él me miró serio.- “El problema, mi querida esposa, es que terminemos siendo nosotros los ratones, entrando en la guarida de un león, no puedes ser tan confiada, el asesino de nuestros padres cometió cuatro asesinatos directos, y la muerte de tu madre que fue de forma indirecta. Y en ningú
Martin.Cuando llegamos al edificio, donde se encontraba el ático de Adam Lewis, Eun-hi estaba emocionada, no paraba de sonreír, y se mostraba intranquila, en el trayecto que hicimos desde casa al edificio, como si la impaciencia para llegar apenas la mantuviera sentada en el asiento, agradecí que estuviera bien sujeta con el cinturón, porque si no en más de una ocasión, ante cualquier frenazo ligero, hubiera salido despedida del asiento. Mientras subíamos al ascensor y le recordé, que se comportara como Eun-ji Black, y que por ningún motivo debía hablar ni de Euhin, ni de que esperábamos un hijo. No sabíamos si Adam era o no el asesino, pero en todo caso no había que darle más información de la debida, y desde luego, no podíamos permitirnos poner a nuestros hijos en peligro.Ella lo entendió, y se mostró más tranquila, o al menos lo intentó. Yo que la conocía veía en sus ojos la emoción contenida, le di la mano cuando se abrieron la puertas, Brandon y nuestro piloto que iba de escolt
Eun-ji. La verdad, por lo que estaba emocionada ante la cena con la familia de tío de Martin, Adam Lewis, era para ver si reaccionaba de alguna manera conmigo, debido al interés que prestó el asesino, durante el apagón en la cena de la mansión Lewis, pero la verdad no vi ninguna, en realidad su atención se centraba más en llevarse bien con mi marido. En esa noche ninguna de sus miradas fue dirigida hacia mí, ni a ninguna de las mujeres que estábamos en la mesa, incluida su esposa, más de los normal. Eso sí, más bien percibí las miradas que Adam Lewis, dedicaba a una de las criadas que nos servía, la observé porque cada vez que se acercaba a servir a señor Lewis, se mostraba nerviosa y asustada, me di cuenta de que era joven, muy joven, con aspecto de niña, de no más de catorce años, era la misma sensación que percibí en la casa del abuelo de Martin. - “¿Qué es lo que verdaderamente estaba pasando?, y ¿Por qué la doncella miraba al señor Lewis con miedo? ¿Será cierto, que como imagin