POV : SAVANNAH. [Seis meses después...]Somos quince embarazadas en la clase de preparación de parto, cada una está en una etapa diferente del embarazo. Al estar en una habitación llena de embarazadas se siente como si todas las mujeres del país están en la dulce espera. Esta es mi octava clase y la estoy disfrutando mucho. Hace unas semanas me había despertado preocupada y con un ataque de ansiedad al percatarme que ya no quedaba nada para recibir a nuestro bebe. Pronto seríamos padres y no estaba segura si estoy lista para ser madre. Es una gran responsabilidad, tenemos que darle lo mejor al bebé. Afortunadamente aprender lo que se espera durante el parto me está quitando el miedo y también me tranquiliza saber que muchas madres han sentido lo misma preocupación que yo. Ahora siento que puedo hacerlo, que puedo cuidar de un bebé, ya me quedan unas semanas y, sinceramente tengo muchas ganas de dar a luz. Estoy cansada de estar embarazada, es una pesadilla el dolor de espalda ú
POV : MAXIMUS. “¡Una niña!” Savannah había dicho que era una niña y yo no podía creerlo. No conseguía la manera de calmar el embate de nervios, emoción, miedo, ira, alegría y desesperación.Apenas había logrado salir de la habitación del hotel para correr al coche con el teléfono pegado a mi oreja mientras escuchaba la voz de mi bruja valiente que no deja de decirme que todo está bien.Está sana, es hermosa, es nuestra. Sentía que las piernas me temblaban y que no lograría llegar a mi coche. La escalera para llegar al estacionamiento subterráneo se me hacía interminable mientras el nudo en mi garganta se acentuaba y solo podía pensar en que me había perdido el nacimiento de mi niña.“Estaré a su lado cada jodido día de su vida de ahora en adelante” me juré a mí mismo cuando terminé de saltar el último escalón y escuché por el parlante de mi teléfono que Savannah ya estaba en manos de los paramédicos que por suerte habían llegado a tiempo a nuestra casa y atenderían toda la situació
* * * * * * * En medio de la penumbra de esa inexistencia; en medio de ese punto, en la nada donde lo que era ya había dejado de ser; allí escuche a lo lejos una voz que susurraba como suplicándome que le aceptara.“—Es una niña —escuché aquella frase que se repitió como un eco viniendo de algún lugar de mi subconsciente—. Mírala, es hermosa.”Ese pensamiento, esa sensación, ese miedo a no ser capaz de soportarlo, se expande y me arropa a pesar de que yo ya no tengo un cuerpo, ahora soy la nada. Esa sensación de ternura por esa criatura; era algo que yo conocía de antes, no era la primera vez que lo sentía.Antes ya me había enamorado de la idea de ser el padre de una niña.Los años se parecen a días y los rostros en esa realidad etérea compuesta de nada se amontonan sin forma. Ahora siento que soy capaz de viajar a mi pasado. Ya no soy un cuerpo, ahora solo soy una consciencia inmaterial que trasciende a los límites de la realidad, entonces puedo escuchar el nombre de la niña y pued
[Dos Años Después...]Miré con tristeza por última vez la tumba donde descansaban los restos de mi esposo, aquel hombre que me había regalado los años más hermosos de mi vida, un hombre leal, respetuoso y amoroso que echaría tanto de menos de ahora en adelante. Entonces me di cuenta de lo efímera que es la vida... — ¿¿QUE DEMONIOS, SAVANNAH?? ¿Mataste a nuestro protagonista? — ¡Deja de interrumpir Max y termina de leer el final! "Aquella tarde de primavera había quedado marcada en mi corazon igual que ese bello campo de flores"— ¡No, ni de coña! Me niego a que hagas eso. —¿Por qué no? Han pasado los años y ellos han envejecido... De alguna forma se tiene que morir ¿no? — Si, ¿pero morirse en un campo de flores, Savannah? — Me reprende.— Bueno, para empezar; están en ese lugar porque tú me obligaste a llevarlos a vivir allá, así que técnicamente este final desastroso es tu culpa. — Le reclamé defendiendo mi teoria. — Además esta es una manera digna de cerrar el ciclo de la vid
Si.Al igual que muchas de ustedes yo también crecí soñando con castillos rosas, cuentos de hadas y principes de sangre azul. Viviendo en la eterna búsqueda de esa media naranja y el hombre perfecto que todas anhelamos conseguir, pero por cuánto me ha pasado en la vida, entendí que el amor y el romance no es todo lo que nos rodea, razón por la cuál adoro escribir sobre misterio y terror sangriento, bajo mí lema favorito: Abajo el Amor. En la actualidad llevo más de un año trabajando para «Cinder» una editorial dónde han reconocido mi talento y me han dado la oportunidad de formar y dirigir mi propio departamento creativo, hoy por hoy después de tantas horas de trabajo y de largos desvelos estamos a punto de ser recompensados con el premio Pulitzer en categoría de la mejor novela del año. Y estoy cien por ciento segura de que vamos a ganar, pues, mi mayor rival en esta nominación es un Dios. Si, si un Dios de manera literal pero no precisamente por ser alguien celestial, sino todo
POV : SAVANNAH. Nací en una tarde soleada en el verano del 93 (en Dallas Texas), mí padre el gran Albert Grey, era un escritor de renombre el cuál se enteró tres días después de mí nacimiento, estando en la presentación de su último libro. Dijo que fue una noticia maravillosa y una noche perfecta dónde se abrieron muchas botellas de champán para celebrar en mi nombre. Papá escribió libros tan profundos a su corta edad que capturaban la esencia de la cosas más simples en lo cotidiano, cómo la agonía en el amor o el humor en el sufrimiento, fue reconocido como un gurú de la escritura, algo que le dió reconocimiento, felicidad y mucho éxito. Y con ese éxito obtuvo grandes sumas de dinero, propiedades y mucha popularidad entre las chicas. Ahora bien, en su vida personal no era muy exitoso que digamos, se casó dos veces, tuvo tres hijos, fue un padre ausente y luego salió con muchas mujeres más, pero siempre admitió que él era el del problema. Tal cómo lo fue en su historia con mi du
POV : MAXIMUS. ―Está muerto… yo mismo le arranqué la última gota de vida con mis manos y enterré su corazón en lo profundo del mar…Mary, con la mirada brillosa por la insinuación de esas lágrimas que no podía contener, levantó el rostro y me miró con una emoción que le cerraba la garganta y no le dejaba hablar.―¡Eres un cabrón Max! ―espetó secando la lágrima de su rostro― Aún no entiendo cómo es posible que seas capaz de hacer algo así.Su voz se escucha quebrada y melancólica. Una sensación de devastación emocional se comunica en sus palabras.Río y disfruto, sus palabras de confusión y desconcierto son combustible para mi ego. Esa era justamente la reacción que estaba esperando de ella.Lo he logrado. Sigo teniendo el don; sigo siendo Dios, el dios de mi propio mundo de amor y deseo.Acabo de escribir una nueva historia que se convertirá en oro literario, estoy seguro. Un nuevo Best Seller viene en camino.―Es sencillo, hermanita ―le dije, al tiempo que llené mi vaso de ese buen
POV : SAVANNAH. — ¿Esto es una broma?.— No puedo evitar que mi voz se eleve al responderle a Leanna. Pero me despierta con una llamada diciendo.— ¿La cita a ciegas? ¿Hablas en serio? Creí que te había dicho que pujaras por algo útil. El viaje a Hawaii o el Spa. Algo que pudiera pasarle a un cliente. No esto. Esto es una tontería. — Solo pensamos que te vendría bien tener una cita de nuevo. — Suspiro. — Ya ha pasado una eternidad desde la última vez. — Me sentí avergonzada, porque quiere decir que las chicas no me creyeron lo de mi cita en mi cumpleaños. — Leanna, es claro que te dejaste influenciar por Madison y Zoe. Pero la razón por la que no tengo citas es porque no tengo tiempo. — Oh, vamos, eso solo es una excusa y lo sabes. Además podría ser muy divertido. — Se rió. — O también un desastre. — Le recuerdo.— — Tu última cita no estuvo tan mal. — Mi boca se abrió al escucharla. — ¿No estuvo tan mal?.El hombre se presentó al restaurant en shorts y sandalias ad