Foster Lewis.Vi como Harley, la aseadora, bajó la mirada y se disculpó, sintiéndose incómoda por la situación.—Lo siento, señor, mi intención no fue incomodarlo. Solo entré a limpiar, no me di cuenta de que estaba aquí. No se preocupe, me retiraré de inmediato.La mujer se dio la vuelta y salió de la habitación apresuradamente, dejándome solo y con una extraña sensación.—¡Eso no puede ser! Solo es un leve parecido —me dije pasándome la mano por la cabeza en un gesto de frustración.Me vestí lo más rápido que pude y salí a buscarla a mi oficina, creí que la encontraría, pero no estaba y el despacho no había sido limpiado.Suspiré y vi una montaña de documentos que necesitaba revisar. Tomé el primero, traté de concentrarme leyendo las primeras líneas, pero no lo logré, porque mi mente seguía divagando, pensando en Callia y en la misteriosa cicatriz de la aseadora, Harley.Sin poder contenerme, me levanté y salí a buscarla desesperadamente, necesitaba verla una vez más, causó tanta s
Harley SmithLos días fueron pasando, y mi enfrentamiento con Foster apenas comenzaba, como para evitar verme con él comencé a acudir a altas horas de la noche, pero en la mañana él terminaba llamando a mi supervisor para decirle que la empleada de limpieza no había ido a asear su oficina y luego mi jefe terminaba llamándome para regañarme y por más que le decía que ya había dejado todo listo, no me creía y me ordenaba volver a ir.Terminé limpiando dos veces, en la noche y en la mañana y para completar mi martirio, mientras estaba aseando, él iba ensuciando todo a su paso, como un huracán de suciedad, dejaba vasos, los papeles encima del escritorio, incluso como se dio cuenta de que me molestaba el olor a cigarrillos, comenzó a fumar en su oficina, tirando las cenizas en cualquier lado a propósito.“Desgraciado, patán, mala gente, ojalá te atragantes con el humo y termines enfermo de los pulmones”, decía en mi interior con rabia.Ese día decidí ir en la mañana a limpiar, porque no qu
Harley Smith.Los días siguientes, Foster me mostró una versión suya que me gustó bastante, se portó caballeroso, me buscaba para pasear, ir al cine, cenar, y cada día que pasaba me agradaba más estar en su compañía, me encantaba su sonrisa, pasar horas conversando, sin embargo, no podía evitar sentir ese temor de que pudiera de cierta manera hacerme daño.No dejaba de preguntarme que me había ocurrido en el pasado para que siempre tuviera esa sensación de miedo en mi interior, como si temiera que alguien pudiera hacerme daño, por eso no dejaba de mirar constantemente a los lados, tratando de estar alerta para poder protegerme. Me costaba confiar en las personas. En ese momento, caminábamos por el parque tomados de la mano, cuando Foster se detuvo de pronto y se quedó viéndome con curiosidad. —¿Qué te pasa Harley? ¿Te preocupa algo? ¿Por qué tengo la impresión como si temieras que algo pudiera ocurrirte? —preguntó.Me quedé pensando en las palabras de Foster, reflexionando sobre mi
Harley Smith.Las respuestas a esa pregunta me hizo sentir una profunda tristeza en mi corazón, me sentía angustiada, justo cuando estaba en esas cavilaciones, Vanessa puso una mano reconfortante sobre mi hombro.—Entiendo tus preocupaciones, Harley, pero tienes que confiar en Foster. Él te ama por quien eres, por lo que vio en tu interior, no por tu parecido con Callia. Además, estamos seguros de que ella fue asesinada por su ex. No hay razón para temer que pueda aparecer de nuevo en la vida de Foster y si lo hace estoy segura de que siempre te escogerá a ti.Sus palabras tenían sentido, pero el miedo y la inseguridad seguían nublando mis pensamientos. Durante el tiempo que desperté había evitado relaciones sentimentales, protegiéndome de la posibilidad de ser lastimada, por lo que ahora abrirme a alguien como Foster era aterrador.Justo en ese momento, Foster regresó a la sala con su teléfono en la mano.—Lo siento por la interrupción, era una llamada importante de trabajo —dijo mie
Foster LewisMe desperté y vi a Harley durmiendo en mi pecho, con su cabello desparramado, tuve la sensación de haber estado con ella antes, pero negué con la cabeza, ¿De dónde he sacado eso? Me pregunté, cerré los ojos tratando de alejar esas imágenes de mi mente, porque estaba seguro de que a quien amaba, era a ella, la mujer que descansaba en mis brazos. Besé su frente, la aparté con cuidado y me levanté para hacerle el desayuno.En menos de veinte minutos preparé el desayuno, me acerqué a la habitación con una bandeja en la mano, le había preparado unas tostadas, huevos revueltos, un vaso de jugo de naranja y café con leche, la coloqué en la mesita de noche mientras me inclinaba para despertarla, la besé en los labios con suavidad y ella se giró sin despertarse.—¡Epa dormilona! Despierta para que comas —pronuncié sin dejar de observarlo.Harley murmuró algo incomprensible mientras se acomodaba en la cama. Le di otra sacudida suave y, finalmente, abrió los ojos, parpadeando lenta
Harley SmithMe giré cuando escuché la voz de la mujer, retrocedí al ver su expresión de maldad, mi cuerpo se erizó ante esa presencia siniestra, había algo en ella que me instaba a salir corriendo.Estaba evidentemente afectada por mi semejanza con su hija fallecida, parecía estar luchando contra una tormenta de emociones.—Señora, no tengo la cara de su hija, esta es mi cara, no es como si una pueda ir a un supermercado y comprarme una. Confórmese con saber que soy una persona completamente diferente a su hija. Lamento que le cause angustia verme, pero no tengo control sobre cómo luce mi rostro. Y en cuánto a mi identidad no creo que eso sea de su interés —espeté soltando mi brazo de su agarre, girándome y caminando por donde había llegado.No había dado ni dos pasos cuando la mujer destiló todo su veneno.—Yo sé quién eres, Harley Smith, la amante de turno de Foster Lewis ¿En verdad crees que él te ama por ti? Pues déjame decirte que el amor de su vida fue Callia, y si está contigo
Foster Lewis Salí de allí lleno de una profunda tristeza, porque en ese momento debí ser más cerebral y menos impulsivo, no me sorprendería que la madre de Callia haya propiciado esa situación, ella me odiaba y solo conspirando entre su hija y yo para que nos peleáramos y desconfiáramos el uno del otro podía separarnos. —¡Vieja miserable! ¿Cómo pudo hacerle esto a su propia hija, a su nieto? Es que ni siquiera los animales tratan de esa manera a sus crías —expresé en voz alta mientras caminaba al auto. Su madre era la única que estaba cerca de Callia y que pudo haberle dado a tomar esos medicamentos sin que sospechara porque confiaba en ella. Sé que ella no estaba, sé que ahora amaba a Harley, pero no podía dejar de afectarme lo ocurrido en el pasado, porque de haber tenido la astucia de sospechar esa verdad a tiempo, hubiese sido la diferencia entre la vida o la muerte de la mujer que amé y que siempre iba a guardar en mi corazón. Los recuerdos de lo que le hice ese día, cuando
Foster Lewis —¡Foster mi amor! —exclamó y yo fruncí el ceño acercándome lentamente. La recorrí de pies a cabeza, su aspecto era muy parecido al de Callia, pero antes de poder observarla bien, ella se lanzó a mis brazos. La sostuve, mientras ella lloraba en mis brazos, sin embargo, tocarla no me produjo ninguna sensación de afecto o deseo en mí, al contrario, sentí unas inmensas ganas de alejarla de mi lado.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —pregunté con sospecha, mientras la observaba con atención.—Esta es mi casa… yo tenía una llave —respondió con tranquilidad, pero su voz no se parecía a la de la antigua Callia.—¿Por qué apareces ahora? —interrogué sin dejar de verla y observando el diario encima del desayunador, al parecer había estado leyéndolo.Ella se alejó, y me miró directamente a los ojos. Sus lágrimas se habían secado, y su expresión era mezcla de tristeza y preocupación.—Foster, perdí la memoria, ha sido apenas unos días que la he recuperado —dijo mientras tomaba aire