Marck estaba en una encrucijada para su mala suerte, sus padres escucharon lo que dijo Jenna y más se sintió abrumado al ver que su padre se levantó furioso de la silla de ruedas y le inquirió. —Ahora mismo me explicas que m****a está pasando aquí, primero te escuchamos que dijiste que ibas a ser padre y ahora mi nieta dice que te ama ¿como hombre? La escuché que te dijo que el hijo que lleva es… el fruto de nuestro amor, quiero explicaciones carajo… ¡Ustedes son padre e hija maldición!, porque dijo que es tu hijo, ¿acaso ustedes? No puedo creerlo, esto es … ¡Una aberración!… ¡Es pecado!… no… ¡Esto no es posible! Marck balbuceo de la impresión — Papá yo… ehm, es cierto lo que escuchaste Termino de hablar cuando resonó en la habitación una sonora cachetada que infringió Dereck a su hijo Carla se acercó abrazando a su esposo sollozando, pero acotó —¡Espera amor!, aquí debe haber una explicación, ¿verdad hijo? Esto debe ser al… guna broma —Miro a Jenna en busca de respuestas —mi amo
Alice llegaba preocupada por llevar esos sobres, la incógnita, la carcomía, al traspasar la puerta de la habitación de su Jenna y vio a Carla junto a su nieta, a una chica limpiando sangre derramada en el suelo, paso, por un lado, diciendo. —Buenas tardes… ¿Qué paso aquí? ¿Y esa sangre?, ¿estás bien mi niña? Jenna contesto —Estoy bien mi nana, esa sangre es de mi papá… mi abuelito lo golpeo cuando se enteró de que…—Carla la interrumpió. —Por favor Jenna… no lo digas —Pero su nieta no iba a quedarse callada, amaba a su nana y ella merecía saberlo y soltó sin tapujos —Alice ehm… Marck y yo… vamos a ser padres, ¡estoy embarazada de Él! Alice abrió los ojos en forma desmesurada y con la boca abierta hasta que reaccionó y grito asustada —¿Qué dijo mi niña? Que su padre y usted… no mi niña… ¡Eso es imposible!, pero… las cartas por eso es que usted estaba feliz… ustedes no llevan la misma sangre, pero de todas maneras mi niña, el señor Marck, la crio como su hija, la amaba como su hija,
Carla fue a la habitación de Dereck, lo observo que estaba sujeto a la cama dormido, pero intranquilo, acaricio sus cabellos, se sentó a su lado diciendo muy bajito. —Mi amor ojalá entiendas todo cuando leas las cartas que dejo Judith, pero lo demás Dios mío, hasta a mí se me hace difícil entender, nuestra familia ha sufrido tantos golpes El ascensor abría sus puertas dejando salir dos siluetas conocidas que iban a visitar a su nieta adorada, eran sus abuelos maternos Marcus y Juliet, que caminaron rumbo a la habitación donde estaba Jenna. Entraron saludando y encontraron a su nieta con la nana Alice abrazadas y sollozando, eso les extraño, pero se acercaron para decir. —Hola, mi niña preciosa, ¿cómo estás? ¿Te duele algo? ¿Por qué lloras? —preguntaba preocupada, Juliet y Jenna la observo triste y contesto —Estoy bien y no me duele nada, sin embargo, abuelitos yo…—Alice la interrumpió de inmediato diciendo —Mi niña, por favor no…, espere que estén todos juntos Pero Jenna desea
Jenna escucho gritar a Marck y pidió a la enfermera que la ayudara a verlo, pues su voz se oyó enojada, en la silla de ruedas llego hasta la habitación que ocupaba Marck al entrar solo lo miró a Él con lágrimas recorriendo sus mejillas y le pregunto preocupada. —¿Por qué gritaste?, ¿qué paso Marck? ¿Marck por qué lloras? Contéstame… dime algo Él en su interior estaba devastado al enterarse de la verdad que se sintió culpable de no haberla socorrido en ese momento, en el instante en que era abusada por Luiggi su alma estaba partida en pedazos del dolor de enterarse de que Judith fue una inocente víctima, su amor fue profanado por un lobo hambriento de deseo y al escuchar a Jenna preguntando alzo su cabeza y la observo fijamente y grito con dolor. —Estuve allí y… no pude ayudarla, Jenna yo estaba ahí, m****a, ese maldito la ultrajo y yo… estaba ahí… ¡Maldita sea! Jenna se movió en su silla de ruedas para acercarse a Él y hablo triste pero firme —Tú no tuviste la culpa ni ella, ningu
El doctor Julsing vio a Marck entrar a la habitación de su hija, pero ya estaba advertido y también entro encontrándolo arrodillado, sollozando y pregunto. —Señor Black, ¿qué hace aquí? Todavía está convaleciente y —fingió sorpresa —¿Y la paciente que estaba aquí? ¿Dónde está? ¿Sabe usted algo, señor Black? Marck se aterró al escucharlo decir que no sabía que Jenna no estaba y gritó levantándose —¿Cómo que no sabe que ella se fue? ¿Acaso no hay vigilancia aquí? —el doctor solo balbuceo —Voy a preguntar a los guardias Mientras Marck salía muy despacio, pues el cuerpo todavía lo tenía muy adolorido por los golpes, se sentó muy despacio en una silla que es para las visitas, esperando que el doctor regresara con buenas nuevas, mientras el ascensor se abrió dando paso a Loretta, Ralph y Oliver. —Marck, ¿qué haces levantado carajo? Todavía no te han dado de alta —opinaba Loretta —Oye campeón, ¿acaso te sientes Hulk? Jajaja —hablaba jocoso Ralph —Marck, ¿y esa cara? ¿Te pasa algo?, ¿qu
Una semana, una semana ya había pasado sin saber el paradero de su amor, Marck no iba a su empresa, pues no tenía cabeza para nada, Dereck le pidió de favor a Ralph y a Oliver que vayan de vez en cuando para dirigirla. Loretta había llamado a su gran amigo, el comandante Richard Harrison, el cual llego a casa de Marck donde ella lo esperaba, al entrar noto el olor a licor, se sentó en un sofá de la sala, mientras Loretta fue a buscar a Marck a su habitación, al abrir la puerta vio un feo espectáculo. Allí tirado en el suelo estaba Él, tenía puesto el mismo traje, ya tres días olía a licor y cigarrillo, trato de moverlo, pero no podía, salió para pedirle ayuda a su amigo, regresaron los dos y Richard lo levanto, lo puso en un sofá y le dijo a Loretta para bañarlo, pues olía muy mal. Además, necesitaba que despierte para hablar con Él, lo cargaron hasta el baño, lo recostaron contra la pared mientras ellos se quedaron en paños menores para asearlo, cuando abrieron la llave y cayó el a
Amaneció y la sirena de la cárcel sonó despertando a todos allí adentro, Luiggi se levantó e hizo lo que el guardia le indicó, pero ni bien salió de su celda, fue abordado por los otros presos. —Hola, cenicienta, aquí está tu príncipe que te hará feliz, jajajaja —¿A quién extraña este corazoncito de caramelo? Jajaja —Oye tú eres guapo y delicadito se ve que te sabes cuidar tu piel tan tersa, jajaja, como una adolescente, mi princesita Con las burlas encima lo arrinconaron para empujarlo y seguir burlándose más cuando comenzó a soltar unas lágrimas, pues se sentía impotente de regresar las vejaciones, unos guardias tocaron sus silbatos y ordenando desplegarse fue la única forma en que lo dejaran en paz. Al llegar al comedor se encontró para su suerte con una mesa completamente vacía, tomo su charola de comida y se sentó allí, los demás presos lo observaban y se notaba que se burlaban a sus espaldas, casi terminaba cuando un hombre muy fornido muy alto con la cabeza sin un cabello y
Los padres de Marck observaban al auto y a sus ocupantes, Richard salió primero saludando —Buenas noches, señores Black —le contestaron —Buenas noches, ¿averiguo algo comandante? —Solo lo que se vio en los videos, pero el señor Marck recibió una llamada de la nana de su nieta para informarle que ella está bien cuidada, pero creo que la señorita Jenna habló algo y el señor Black salió enfurecido de la casa y… lo recogimos de unas horas en un Night Club Las miradas de los padres de Marck se fijaron en el auto donde salió muy despacio Loretta y del otro auto Oliver que también saludaron a los patriarcas Black. Richard junto con Oliver sacaron al inconsciente Marck en presencia de sus padres que se alarmaron al ver a su hijo golpeado, sangrando, sucio e inconsciente, entonces Carla su madre preguntó acongojada. —¿Qué le paso a mi hijo?, ¿por qué está así? Mi amor… bendito Dios, estás herido —Dereck no pronuncio palabra alguna, se imaginaba el dolor que está sufriendo. Lo metieron a l