Jenna escucho gritar a Marck y pidió a la enfermera que la ayudara a verlo, pues su voz se oyó enojada, en la silla de ruedas llego hasta la habitación que ocupaba Marck al entrar solo lo miró a Él con lágrimas recorriendo sus mejillas y le pregunto preocupada. —¿Por qué gritaste?, ¿qué paso Marck? ¿Marck por qué lloras? Contéstame… dime algo Él en su interior estaba devastado al enterarse de la verdad que se sintió culpable de no haberla socorrido en ese momento, en el instante en que era abusada por Luiggi su alma estaba partida en pedazos del dolor de enterarse de que Judith fue una inocente víctima, su amor fue profanado por un lobo hambriento de deseo y al escuchar a Jenna preguntando alzo su cabeza y la observo fijamente y grito con dolor. —Estuve allí y… no pude ayudarla, Jenna yo estaba ahí, m****a, ese maldito la ultrajo y yo… estaba ahí… ¡Maldita sea! Jenna se movió en su silla de ruedas para acercarse a Él y hablo triste pero firme —Tú no tuviste la culpa ni ella, ningu
El doctor Julsing vio a Marck entrar a la habitación de su hija, pero ya estaba advertido y también entro encontrándolo arrodillado, sollozando y pregunto. —Señor Black, ¿qué hace aquí? Todavía está convaleciente y —fingió sorpresa —¿Y la paciente que estaba aquí? ¿Dónde está? ¿Sabe usted algo, señor Black? Marck se aterró al escucharlo decir que no sabía que Jenna no estaba y gritó levantándose —¿Cómo que no sabe que ella se fue? ¿Acaso no hay vigilancia aquí? —el doctor solo balbuceo —Voy a preguntar a los guardias Mientras Marck salía muy despacio, pues el cuerpo todavía lo tenía muy adolorido por los golpes, se sentó muy despacio en una silla que es para las visitas, esperando que el doctor regresara con buenas nuevas, mientras el ascensor se abrió dando paso a Loretta, Ralph y Oliver. —Marck, ¿qué haces levantado carajo? Todavía no te han dado de alta —opinaba Loretta —Oye campeón, ¿acaso te sientes Hulk? Jajaja —hablaba jocoso Ralph —Marck, ¿y esa cara? ¿Te pasa algo?, ¿qu
Una semana, una semana ya había pasado sin saber el paradero de su amor, Marck no iba a su empresa, pues no tenía cabeza para nada, Dereck le pidió de favor a Ralph y a Oliver que vayan de vez en cuando para dirigirla. Loretta había llamado a su gran amigo, el comandante Richard Harrison, el cual llego a casa de Marck donde ella lo esperaba, al entrar noto el olor a licor, se sentó en un sofá de la sala, mientras Loretta fue a buscar a Marck a su habitación, al abrir la puerta vio un feo espectáculo. Allí tirado en el suelo estaba Él, tenía puesto el mismo traje, ya tres días olía a licor y cigarrillo, trato de moverlo, pero no podía, salió para pedirle ayuda a su amigo, regresaron los dos y Richard lo levanto, lo puso en un sofá y le dijo a Loretta para bañarlo, pues olía muy mal. Además, necesitaba que despierte para hablar con Él, lo cargaron hasta el baño, lo recostaron contra la pared mientras ellos se quedaron en paños menores para asearlo, cuando abrieron la llave y cayó el a
Amaneció y la sirena de la cárcel sonó despertando a todos allí adentro, Luiggi se levantó e hizo lo que el guardia le indicó, pero ni bien salió de su celda, fue abordado por los otros presos. —Hola, cenicienta, aquí está tu príncipe que te hará feliz, jajajaja —¿A quién extraña este corazoncito de caramelo? Jajaja —Oye tú eres guapo y delicadito se ve que te sabes cuidar tu piel tan tersa, jajaja, como una adolescente, mi princesita Con las burlas encima lo arrinconaron para empujarlo y seguir burlándose más cuando comenzó a soltar unas lágrimas, pues se sentía impotente de regresar las vejaciones, unos guardias tocaron sus silbatos y ordenando desplegarse fue la única forma en que lo dejaran en paz. Al llegar al comedor se encontró para su suerte con una mesa completamente vacía, tomo su charola de comida y se sentó allí, los demás presos lo observaban y se notaba que se burlaban a sus espaldas, casi terminaba cuando un hombre muy fornido muy alto con la cabeza sin un cabello y
Los padres de Marck observaban al auto y a sus ocupantes, Richard salió primero saludando —Buenas noches, señores Black —le contestaron —Buenas noches, ¿averiguo algo comandante? —Solo lo que se vio en los videos, pero el señor Marck recibió una llamada de la nana de su nieta para informarle que ella está bien cuidada, pero creo que la señorita Jenna habló algo y el señor Black salió enfurecido de la casa y… lo recogimos de unas horas en un Night Club Las miradas de los padres de Marck se fijaron en el auto donde salió muy despacio Loretta y del otro auto Oliver que también saludaron a los patriarcas Black. Richard junto con Oliver sacaron al inconsciente Marck en presencia de sus padres que se alarmaron al ver a su hijo golpeado, sangrando, sucio e inconsciente, entonces Carla su madre preguntó acongojada. —¿Qué le paso a mi hijo?, ¿por qué está así? Mi amor… bendito Dios, estás herido —Dereck no pronuncio palabra alguna, se imaginaba el dolor que está sufriendo. Lo metieron a l
Jenna llego a su refugio escondido, muy feliz de haberlo visto, de haberlo escuchado, de haberlo tocado sentido su piel y haber besado sus labios, entro muy sonriente camino lento hasta sentarse en un sofá de la sala. Alice la observo y le alegró verla tan feliz y pregunto —Mi niña Jenna, ¿qué paso allá arriba? Solo la vi contenta, ¿quisiera conversarme todo?, el señor Marck ¿estaba dormido? Ella estaba tan feliz que no dudo en narrarle lo sucedido con pelos y señas, no le omitió nada, su nana al escucharla se tornó alegre diciendo. —Mi niña usted debe sentirse tan llena al verlo y escucharlo, decirle que la extraña que la ama que quiere pedirle perdón, que le parece si lo celebramos, mañana vamos al mall a comprar lo que le guste —¡Qué buena idea nana!, mañana nos vamos de paseo, que felicidad me dio verlo de nuevo Mientras el nuevo día llego a la mansión Black despertando al dueño y a sus amigos que durmieron allí, Marck se levantó alegre recordando su sueño entro a bañarse, mi
En otro lado en una hermosa casa estaba la luz de los ojos de Marck, la bella Jenna que estaba alistándose para salir con Alice, uno de los choferes aviso a Marcus que saldrían y le dio el aval para hacerlo, solo le recomendó que las siguiera por precaución debido al estado de gestación de su adorada nieta. —Alice apresúrate, quiero aprovechar todo el tiempo que tengo, quiero comprar cosas para el bebé —Alice se puso junto a ella y preguntó —Niña Jenna, ¿no cree que eso debería hacerlo con el papá de su bebé? Creo que se está apresurando mucho, es algo hermoso qué juntos deberían hacerlo, conozco al señor Marck, cuando estaba con la señora Judith estaba feliz y juntos compraron todo. Jenna la observo sonriente y exclamo pensativa —Creo que tienes razón Alice, no debo privarlo de esa emoción, entonces vamos de paseo y compramos otras cosas, pero lo que sí voy a hacer es visitar los locales para ir mirando todo, quiero sentir lo que es tocar donde podría estar mi bebé —Mi niña está
Marck reía en el auto donde estaba en compañía de sus amigos, sus padres y consuegros venían en el otro auto y bajaban todos para visitar lugares y divertirse, pero todos notaban que los ojos del enamorado empresario recorrían por todas partes, quizá con la esperanza de verla. Loretta dio la idea de ir al mall para comer pizza para variar, pues solo comen en restaurantes exclusivos, Marck tomo su celular y llamo a sus padres para comunicarles la buena nueva y aceptaron los ocupantes del otro auto. Entraron en gran algarabía, caminando y observando todo lo que había allí, hasta usaron juegos virtuales donde los mayores también participaron, dejando boca abierta a los más jóvenes del grupo. Las risas se escuchaban por donde ellos pasaban, iban de norte a sur del mall, mientras de sur a norte caminaba la hermosa Jenna y Alice, sin siquiera imaginarse ninguno de ellos que cruzarían sus pasos. Dos autos llegaron al mall donde bajaron algunos hombres liderados por Carlo Lombardi, que hab