Jenna estaba ansiosa, pues las horas pasaban y su amada mamá no llegaba, estaba intranquila, su nana no sabía nada todavía, cuando se escuchó el clic de la puerta, la niña estaba parada esperando frente a la puerta esperando ver a su mamá, pero apareció su padre todo demacrado, triste que al verla tuvo que contenerse de llorar, venía con su abuelita paterna también triste eso a ella le extraño, siempre se los veía felices por verla, abrazo saludando a su abuelita, después a su padre que al abrazarla se soltó en llanto, ya no pudo soportarlo lloró con tanto dolor haciendo asustar a su hija que pregunto.
—¿Qué te pasa papi? ¿Y mi mami dónde está? ¿Y por qué lloras?
Marck se sentó en el suelo, su hija se metió entre sus piernas a mirarlo llorar y preguntaba ya ansiosa
—Papi, ¿mi mami? ¿Le paso algo a mi mami? ¡Papi, dime algo!
Él la observaba con tristeza, pensaba como explicarle que no vería nunca más a su mamá y dijo
—Tu mami… se… fue al… cielo amor —Jenna al escucharlo le entendió, pero sin creerlo y comento con dudas
—Mi mami… ¿Se… murió?, ¿se murió mi mami?… no papi, ¡eso es mentira!… Me estás mintiendo, mi mami no puede… ella me quiere, no… me va a dejar sola, ¡noooo, es mentiraaaa!
Y se fue corriendo a encerrarse en su cuarto, dejando a su padre llorando con más dolor todavía. La abuelita con mucha pena fue a tocar la puerta de su amada nieta diciendo
—¿Puedo entrar mi amorcito?
Se dio cuenta de que era su abuelita y contesto que sí, Carla abrió la puerta encontrándose con un cuadro lleno de dolor, su nieta estaba acostada en su cama llorando con una foto donde estaba ella con su mamá.
Se le acercó sentándose en la cama a acariciarle el cabello y entonces la niña balbuceo
—Abuelita, ¿por qué se fue mi mami? ¿Ya no me quiere?
Carla se sobresaltó al escucharla y pronto le respondió
—No es eso amor, ella te adora, pero tu mamá ya regresaba para acá y tuvo un accidente con el auto y no pudieron salvarla
Jenna al escucharla soltó el llanto diciendo
—Mi mami, quiero a mi mami, no quiero que se vaya, ¡no quiero!
Carla la abrazaba tratando de darle consuelo. Tocaron a la puerta principal, la nana de Jenna fue a abrir y eran los padres de Judith que recién se habían enterado, encontrando a Marck sentado en el suelo llorando a mares, Juliet y Marcus fueron a levantarlo, también lloraban, lo abrazaron, pues sabían del amor entre ellos.
—Marck, ¿sabes qué pasó con nuestra hija? Nos dijeron que fue afuera de tu empresa
Marck tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar y solo atinó a decir
—Fue un choque, la… chocaron… yo llegué y la vi allí… murió en mis brazos… la vi morir (y lloro con tanto dolor que sus suegros volvieron a abrazarlo)… dijo que me iba a visitar de sorpresa… ¡Me dejo solo!… sin ella
Se quedaron abrazados unos momentos cuando se acordaron de su nieta y preguntaron
—Jenna ¿ya lo sabe?
Marck solo asintió con la cabeza volviendo a llorar de nuevo, Juliet se levantó del sofá y fue a la habitación de su nieta encontrándose allí a Carla, se abrazaron las dos y Jenna lloraba en su cama.
Juliet la abrazo muy fuerte y la chiquilla pregunto
—Abuelita, ¿mi mami ya no… regresará del cielo?
Escucharla, le dolió más en el corazón, perder a su hija y oír a su nieta con esperanza de algo que no se puede ya, pero le contesto.
—Jenna cuando… Dios la llama a su lado… es para darle un lugar allá y… puede cuidarte desde el cielo, amor, ella no sufre, es feliz con Dios.
Se calmó la niña con esa explicación, sus abuelitas sufrían al verla tan triste, mientras afuera estaba Marcus con su yerno abrazado, pues Marck no dejaba de llorar por su esposa fallecida, pero Marcus pregunto atribulado.
—Marck ¿Dónde vamos a velar a mi hija?
Su yerno lo miro triste y dijo
—Ya está todo listo, Marcus
Le dijo la dirección, todavía no la llevaban, pues estaba en la morgue, maquillándola para que no se le vea los golpes, lo llamarían para decirle que estaba todo listo.
Cuando todo estaba listo fueron todos los adultos para el sitio donde velarían los restos de Judith, Jenna se quedaría en casa con su nana, hasta el día del entierro, donde le dejarían despedirse de su madre.
Cuando llegaron Marck fue el primero en ir al ataúd a ver a su esposa, la vio allí acostada con sus manos entrelazadas, no se notaba los golpes, parecía que solo dormía, pero no pudo soportarlo y lloró diciendo.
—Judith, amor, te extraño tanto, me quede sin ti, sin tu amor
Allí estaba su esposo que la amaba tanto sufriendo por su ausencia y estaban ya todos sus socios y amigos empresarios mirándolo con pena, pues todos conocían su inmenso amor.
Dereck Black, el padre de Marck, estaba sentado con su esposa Carla sollozando también, su conciencia lo estaba matando, mirando a su hijo sufriendo y sabiendo que fue por su culpa.
Cuando Marck se alejó del féretro se acercaron a darle su pésame muchos de sus amigos, después fue a sentarse al lado de sus padres, su madre lo abrazo y allí quedo sollozando a su esposa.
Cuando llego el día para llevarla al mausoleo de los Black, Marcus fue por su nieta diciéndole que iban para despedir a su mamá, Jenna llevaba consigo un papel doblado en su bolsillo del vestido negro que llevaba puesto.
Después de la misa en el mausoleo, el féretro fue abierto para darle la última despedida, primero lo hicieron sus padres, después su suegra cuando fue Dereck se despidió pidiendo perdón muy despacio, cuando le toco a Jenna, primero miro a su mamá allí parecía dormida, saco el papel que había llevado y todos hicieron silencio para escucharla y la niña comenzó a hablar.
—“Estoy triste, porque sé que ya no volveré a ver tu sonrisa. Esa sonrisa de madre que todo lo alegra. No volveré a escuchar tus dulces palabras y tus consejos sinceros y plenos de ternura. Estoy triste, porque a mi retorno, no habrá el abrazo y el beso de una madre, de mi madre.
No quiero sufrir más pensando que te fuiste de aquella forma tan inesperada, para darme consuelo trato de hacerme a la idea que solo te fuiste de viaje y que donde te encuentras estás muy feliz. Sé que de allá me cuidarás y verás todo lo que haré en esta vida y te prometo que haré que te sientas orgullosa de mí”.
¡Adiós, mamá!, te seguiré amando toda mi vida
La observo y le dio un beso volado, bajó de allí con sus ojos llenos de lágrimas.
Su padre la abrazo apretándola contra su cuerpo, pero no podía darle consuelo, pues Él mismo no podía hacerlo, la dejo con sus padres y fue a despedirse de su esposa.
“Como quisiera que todo esto fuera una pesadilla, y por más agua fría que me eche en la cara o me pellizque, me doy cuenta de que esta es mi triste realidad y no te tengo más en esta vida
Trato de imaginar que estás llegando a casa, que escucho tu voz que me llama desde la puerta de nuestra habitación, siento que estoy enloqueciendo de solo pensar que nunca más te volveré a ver.
Daría mi vida entera y pagaría todo lo que fuera, por volver a estar contigo, y compartir lindos momentos, pues la mejor etapa de mi vida, ha sido cuando he estado más cerca de ti. No tienes idea de cuánto te extraño
Te extraño con todo mi corazón, y aunque muchos digan que el ya no tener cerca a alguien, hace que lo olvides, yo te puedo asegurar que nunca te olvidaré, pues te guardo en lo más profundo de mi corazón, porque tu recuerdo es para mí el mejor de los tesoros, y lo cuidaré por toda mi vida.
Adiós, amor, me dejas y yo me quedo aquí sufriendo tu partida, nuestra hija me acompañará siempre para recordarme a ti”.
Se movió de allí para que pongan el ataúd en su bóveda, sus padres e hija lo abrazaron observando que se perdía ya de su vista y cerraban el sitio donde la metieron, su llanto se escuchaba en todo el mausoleo, pero trato de resignarse saliendo de allí, afuera todos le daban fuerzas para soportarlo, agradeció a cada uno de ellos hasta que solo quedaron ambas familias.
Subieron a los autos para regresar a casa, Marck sollozaba y decía
—¡Para qué m****a existe el dinero!, si no puedes hacer nada para ayudar a quien amas, la extraño… ¡El maldito dinero… no me sirvió de nada! ¡Maldición!
Eso lo dijo ya gritando y su madre dijo
—Hijo, cálmate por Dios, Judith ya descansa en paz, por favor tu hija… te está escuchando
Marck se había olvidado que Jenna iba junto con ellos y replico
—Perdona hija es que… la extraño mucho
Pero la niña era muy inteligente y sensible y acoto
—Te entiendo papi, yo… también la extraño mucho
Pero su abuelo a ratos observaba a su hijo con culpabilidad e iba muy callado.
Llegaron a casa, entraron para sentarse todos en la sala, Jenna abrazaba a su papá, le hacía mucha falta su mamá, Dereck miraba ese cuadro y no se aguantó de llorar, su conciencia estaba en conflicto, su esposa se levantó para abrazarlo y reconfortarlo.
Los padres de Judith también estaban muy tristes, estuvieron mucho tiempo allí tratando de serenarse, la nana se llevó a Jenna que se había quedado dormida en brazos de su papá que también se estaba durmiendo, a lo que su madre lo acompaño hasta su habitación para acostarlo, se quedó allí mirando a su hijo dormido, pensando en que desde que despierte mañana, tendrá que volver a su empresa, pues tiene obligaciones para con su hija, socios y demás empresas.
Dereck estaba con la conciencia tan alborotada que estaba decidido a contarle la verdad a su esposa, pero sería en su casa, solo esperaba que no lo odiara por eso, los otros abuelos se despidieron para regresar a casa, solo quedaron los abuelos paternos, salió Carla y le dijo a su esposo que su hijo dormía y que pensaba quedarse allí, que si quería también se quede o vaya a casa a descansar, pues debía irse a su empresa a dirigirla.
Eso hizo reflexionar a Dereck y solo respondió que iría a casa a descansar para irse a su empresa, se despidió de su esposa besándola y se fue, Carla entro a la habitación de su nieta y se acostó a su lado para dormir con ella.
En su casa Dereck cavilaba si decirle o no, pensaba en lo que su hijo le dijo que Él no pensaba acusarlo con su madre ni con su nieta, se sentó a pensarlo bien, pues si le confesaba eso a su esposa a lo mejor terminaría su matrimonio y pues Él si amaba a su esposa, pero el deseo carnal era muy fuerte en Él nunca había pensado en dejarla eso jamás.
Mejor hablaría bien con su hijo cuando amaneciera se fue a dormir, quedando la duda y confesión en «veremos».
Al amanecer comenzó una nueva vida en la familia Black, pues solo estaban padre e hija para seguir conviviendo juntos, Marck pidió a la nana si pudiera vivir con ellos para quedarse junto a su hija y no quede sola a lo que ella accedió, amaba mucho a Jenna.
La niña al despertar vio a su abuela junto a ella, sonrió, le acaricio el rostro haciendo que se despertara y le dijera con mucho amor.
—Buenos días mi florecita.
—Buenos días, abuelita
La abrazo unos momentos sintiendo ese cálido afecto de parte de su abuelita. La puerta se abrió dando paso a Marck que entro a saludar a su hija y madre
—Buenos días, mamá, buenos días, preciosa
Jenna abrazo muy fuerte a su padre
—Buenos días, papi, ¿te vas a ir? —
Su padre la miro muy sereno y acoto
—Si mi vida, debo ir a trabajar, pero trataré de llegar más temprano amor, Alice se va a quedar a vivir con nosotros
Eso, alegro mucho a la niña, porque adoraba a su nana
Bien, pues comienza una nueva vida para padre e hija, tenían la ayuda de la nana que ayudaría a llenar un poco el vacío dejado por su dulce madre, solo quedaba la conversación padre e hijo para finiquitar la duda de Dereck y así quizás terminar con lo acontecido con Judith.
Carla acompañó a desayunar a su nieta y Alice ya había llegado con su ropa para quedarse a vivir con su linda niña, la adoraba, se acomodó en la habitación contigua y fue a la cocina para desayunar con ellas, la señora que cocinaba la apreciaba mucho a la nana, cuando terminaron se fueron a la habitación de Jenna, pues no iba a ir todavía a clases tenía permiso por tres días por el luto de su mamá. Mientras en casa de Dereck ya había despertado, pero no quería ir todavía a la empresa, pues su conciencia no estaba tranquila, se levantó, fue al baño, ya había salido dándose su baño matutino, cuando escucho la voz de su hijo afuera de su puerta. —Papá, ¿puedo entrar? —Estaba solo con su bóxer, pero era su hijo y contesto —Entra hijo — Se quedó parado mirando la puerta abrirse y asomo Marck más tranquilo, cerró la puerta tras Él y fue directo donde estaba su padre para darle un abrazo muy apretado, logrando hacerlo sollozar —Hijo, por favor, per… dóname, quiero decirle a tu mamá, la cu
Jenna llego a los quince años, Marck estaba tan orgulloso de su hija, buena estudiante, buena hija, nada de novios, decía que primero quería ser alguien en la vida y después tener novio, era iniciativa suya, toda su familia estaba muy feliz con lo que ella había decidido. La recepción iba a ser en un lujoso local, todo estaba preparado ya, sus abuelos estaban esperando su llegada en compañía de su padre, Alice estaba terminando de vestirla al igual que algunas compañeras de la Preparatoria que la querían mucho y eran sus amigas más fieles. Marck estaba muy impaciente, quería llevarla ya y presentarla a la sociedad como su bella hija convertida ya en una señorita, tenía un pequeño brindis en nombre de su hija, cuando Jenna salió de su habitación con ese bello vestido entallado, no era rosado como se usa tradicionalmente ella no quiso eso, deseo un vestido de gala que le quedo hermoso, su padre se maravilló al verla toda una mujer que no se aguantó y dijo. —Mi princesita ya es toda un
En la incorporación de la Escuela de chefs, le homenajearon por ser la mejor estudiante, recibió unas medallas, diplomas, todos estaban orgullosos de Jenna, el bufete preparado por los alumnos era una delicia para el paladar de todos los integrantes de la recepción de graduación. Abrazos, alegrías, anécdotas, risas se escuchaban en ese sitio, brindaban por todos los graduados, hasta que todo se terminó y regresaron los Black a casa, donde siguieron los festejos, los aplausos, los viva la nueva chef. Todos estaban felices, pues ya estaba cerca el ingreso a la Universidad por parte de Jenna, una sorpresa le esperaba a la agraciada jovencita al amanecer, el sol entraba por los pliegues de la cortina, Jenna se levantaba toda perezosa, pero el despertador ya había hecho su trabajo, fue a bañarse para sacarse el último rezago de sueño, se vistió casual, sin embargo, al salir de su habitación se fijó que no había ruidos, no había nadie, recorrió el pasillo toco y abrió varias puertas buscan
Las clases de Jenna eran muy extenuantes, pero muy productivas, la reunión estaba prevista para el fin de semana donde ya les instruirían en todo lo relacionado con lo que deberían aprender y hacer, era la comidilla de su clase y sus amigos. El profesor de Negocios Paul Jotts los observaba y escuchaba divertido cuando tocó salir a receso, no se fue porque le tocaba la siguiente hora con esa misma clase, pero los estudiantes, incluida Jenna, tampoco salieron, seguían con sus conversaciones, entonces Nuria la más extrovertida de la clase se levantó de su asiento siendo observada de los demás compañeros de clase, fue hacia el escritorio donde el profesor revisaba su celular hasta que se percató de ella que estaba junto a Él, la miro y pregunto. —¿Qué desea, señorita Nuria? —Ella puso sus manos hacia atrás y dijo sonrojada —Profesor quisiera saber si (miro a sus compañeros) quisiera saber si usted está enterado de ¿qué es lo que se hace en esa fraternidad de la universidad? Paul sonrió
—Qué pereza levantarse tan temprano —dijo Jenna mirando a su peluche de oso polar Cuando se levantó al dar dos pasos vio que había un sobre que lo habían pasado por debajo de la puerta, lo alzo, lo dejo en una mesita y entro al baño a hacer sus necesidades y bañarse para quitarse el sueño, salió ya muy fresca al vestirse opto por una combinación de blusa blanca sin mangas y un jean oscuro porque hacía calor. Se sentó para leer lo que estaba en el sobre de color dorado, al darle la vuelta vio que estaba con una especie de sello en forma de rosa, lo abrió y venía adentro un papel que más parecía pergamino que decía. “Señorita Jenna Black La Fraternidad Exclusive Appointments, le complace anunciarle que ha sido escogida como la más exclusiva de la fraternidad, sus beneficios serán los más altos y sus pedidos entregados con prontitud. Sus decisiones serán complacidas a su cabalidad, su condición de ser pura le merece todo cumplido y además su calidad de mejor estudiante es un récord j
—Oliver, ¿cómo se te ocurrió esto? Y ¿por qué te perdiste? No supe más de ti El Lobo se sentó de nuevo en la silla diciendo triste —Marck, mi esposa… murió en un accidente y… el dolor casi me vuelve loco, fue en España, por eso no regresé, me quede allá en un… instituto psiquiátrico, la amaba demasiado, alucinaba con ella, la veía en todas partes, mis padres sufrían viéndome llorar, gritar de dolor, ellos me internaron allí, mi papá quedo al frente de mi empresa Estuve tres años allí hasta que sané, pude doblegar mi dolor y aceptar que ella se fue para siempre. Regresé, pero no a mis negocios, preferí apartarme hasta sentirme con fuerzas para regresar, pero una noche mi mamá se fue de viaje y escuché a mi padre en su despacho hablando con alguien, quise escuchar y decía. —La quiero blanca, de labios rojos, carmín, ojos verdes, bien ya voy para allá —esperé que saliera, se suba a su auto y seguirlo para ver a qué parte se dirigía, estaciono en un lugar elegante y entré tras Él, lo v
Jenna estaba tan entusiasmada que su mente divagaba pensando en que escogería a quién le llamara la atención, lo que miraría eran sus manos, si las tenía bien cuidadas era signo de ser un hombre cuidadoso de su cuerpo. Se puso a resolver unos problemas matemáticos para el otro día cuando en su laptop asomo un aviso que llevaba de título Fraternidad. Lo abrió y decía que esa aplicación era privada solo para uso de los miembros de la Fraternidad, que para usarla deben crear un alias será conocida y llamada por ese alias que registre en la página privada, que su nombre verdadero no será revelado a nadie y que su alias solo ella debe saberlo nadie más, reflexionaba y pensaba cuál alias usar hasta que se le ocurrió uno. —Me llamaré “Ángel del deseo” —puso ese alias en línea y quedo registrada desde ese momento para todos será llamada Ángel del deseo Jenna estaba extasiada, ese nombre lo decía todo, era muy caliente, se decía que atraería a lo mejor hombres guapos. Salió hacia sus clase
Dereck encerrado se había tomado más de la mitad de la botella de whisky y balbuceaba sollozante —¡Mierda vida! ¿De queee vale ah?, mi nueraa murió pooor mi cuulpaaa, ¡por mi cuuulpaaa!, por esa zorraaaa de mierdaaa queee se me metiooo en laaa oficinaaa a seduciiirmeeee —rompió el vaso contra el suelo gritando —¡Maldita seaaa! Se quedó parado sosteniéndose en la pared, lanzando maldiciones, tocaron la puerta, era el ama de llaves llamada Sarah, que indagó con temor. —Señor Dereck, ¿está bien? —la pobre recibió una grotesca respuesta —¡Largateee!, nooo quiero ver a nadieee, ¡maldición! —Eso le extraño que se fue para llamar a la esposa de su patrón Aló Señora Carla, su esposo regreso de la empresa Y está como loco, creo que rompió un vaso Me grito que me largue, por favor Señora, regrese, me está dando mucho miedo Se le escucha como borracho Por Dios, ya regreso Sarah No vuelvas a llamarlo déjalo solo Si señora, adiós La esposa de Dereck llamo a su hijo, asustada con lo qu