Toda la noche me la pase dando vueltas en la cama no podía conciliar el sueño y solo me la pase pensando en ella, en esa mujer engreída que se atrevió a ignorarme. A duras penas logré conciliar el sueño y al día siguiente cuando desperté todavía seguía pensando en esa hermosa mujer que había conocido en el club, no sé qué hare para sacarla de mi cabeza.

Hoy me arriesgare y hablare con mi abuelo, quiero pedirle que me permita elegir a una mujer que de verdad yo ame para que sea mi esposa, no quiero casarme con una desconocida así que espero que el acepte mi decisión.

Cuando baje a desayunar mi abuelo estaba en la mesa desayunando, el parece estar de buen humor lo que podría facilitarme conversar con el y romper este compromiso absurdo.

—Buenos dias abuelo. —le digo y tomo asiento a su derecha en mi lugar habitual.

—Buenos días Andrew. —me dice serio como siempre, pero su tono esta calmado, lo que me da buena señal.

—Abuelo he estado pensando sobre mi compromiso. —le digo y el deja de comer y me mira.

—¿Y qué has pensado?

—He pensado en que este matrimonio es muy precipitado y no quiero casarme tan pronto.

—¿Que? ¿que quieres decir conque no quieres casarte tan pronto?—grita el abuelo.

—Abuelo yo estaba pensando en que tienes razón en que debo casarme, y estoy completamente de acuerdo, pero me gustaria hacerlo con alguien que me guste. Además, creo que no seria prudente que no valla a la empresa hoy.

—!Que locuras dices! hablé con la familia de la chica que elegiste y le dije que hoy se conocerian. por otro lado, no creoque pase nada si tú no vas hoy a la empresa.

—Creo que no considero my buena esta idea de casarme con esa mujer a la cual no conozco y de la que tampoco se nada.

— ¿Y que pretendes hacer? ¿vas a buscar a una de esas modelos casa fortunas con las que sales?

—No. Es que encontré...

—!Ni en broma!! —me interrumpe el abuelo.

—Tú, como el mienbro más cercano de mi familia y mi heredero estás obligado a darme un nieto, y no pretendo que sea de una de esas mujeres que solo buscan nuestra posición sociial— continua el abuelo.

—Abuelo, déjame explicar cómo fue...

—Le di mi palabra. Te hablo en serio. Sabes muy bien que siempre cumplo mi palabra.

—Creo que no debí precipitarme como lo hice anoche, lo mejor sería elegir con calma a la mujer que será mi esposa.

—Si es verdad, pero dedes encargarte de las consecuencias de tus actos. La boda se celebrará dentro de cinco dias.

Me sorprendí al escuchar semejante noticia.

—¿dentro de cinco días me caso?

—Si, ahora la única manera de que no te cases es que esa chica rechasce ser tu esposa, porque de mi parte el compromiso no se cancela.

“Tengo que hacer lo posible para hacer que esa chica cancele el matrimonio.” Pienso.

Camila.

—¿Lista ? ¿hija, te estamos esperando desde hace una hora? ¿Cuándo es que vas a salir?

—Madre no quiero ir...

—Pero tu prometiste que hoy vas a...

—Me arrepiento. No quiero entregarme a un hombre desconocido de esta forma.

—¿Qué tonterías dices? El patriarca de la familia está contento de que seas la esposa de su nieto.

— Pero quiero segir mis estudios. Igual que quiero trabajar en el campo que me gusta.

—No olvides que la familia tiene deudas. ¿¿¿Acaso olvidaste quienes te pagaron tús tarifas de los estudios??? Lo que deberías hacer es pagarnos. Ahora la empresa de tu padre está en peliro y necesitamos que colabores con la familia, hija, ¡piensa en tus pobres padres! Si no bajas, me iré y voy a saltar desde la planta 30 de nuestro apartamento.— Dice la madre llorando falsamente.

—Madre, no, por favor. Dame tres minutos, enseguida dajare.

Me arreglo el pelo recogido en un moño y no uso maquillaje, mis ojos están cubiertos con unos enorme lentes y la ropa que uso es holgada realmente me veo como una doña. Quiero engañar a mis padres para que piensen que soy una come libros con falta de apariencia fícica y de sentido de la moda.

Me veo en una ridícula situacion donde el heredero de una poderosa familia me ha elegido a mi como su futura esposa, lo cual es ridículo si de verdad vio mi fotografía. Estoy pensando que haberme elegido es parte de una broma de ese chico rico para pasar el rato.

Estoy mirandome frente al espejo y decido maquillarme lo más fea posible, quiero que se espante con mi apariencia y decida romper el compromiso, si es de verdad que piensa casarse conmigo.

En este momento estoy recordando lo que paso anoche con el hombre arrogante en al bar, comento con su amigo que yo no era muy bonita. luego me persiguió por el bar como un acosador, de verdad quisiera que me viera con este maquillaje de seguro y se da un buen susto al verme.

Pienso en este moment y me rio.

Ya lista salgo y voy con mis padres que me están esperando para irnos.

—¿Qué es esto?—se queda sorprendida mi madre, y continúa diciendo.—Por muy fea que finjas, tienes que ir a su casa.

—Bien como sea, lo mejor es irnos, por lo menos no debemos llegar tarde. — Dice mi padre.

Los tres subimos al auto y salimos con rumbo a la mansión de la familia Montecinos. Llegamos a una enorme mansión, es una casa bastante impresionante, las puertas se abrieron para dejarnos pasar y mi padre estaciono su auto en unos de los espacios para parquear el auto que un empleado le indico. Nos bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada de la casa.

Cuando entramos a la casa todo era más impresionante todavía. Los tres caminamos detrás de unos de los trabajadore de la casa quien nos guio a un enorme salón donde había un hombre mayor sentado, su presencia es imponente y se siente un aura de poder que emana de él.

—Buenos días señor Montecinos. — dijeron mis padres y yo me quede asombrada y asustada al pensar que este hombre podría ser mi futuro esposo.

—Buenos días, por favor tomen asiento que mi nieto bajará dentro de unos minutos.

Mis padres y yo nos sentamos y sentí alivio al escucharlo hablar de su nieto, lo que me aseguró de que este señor no es la persona con la que piensan casarme.

—Fue una sorpresa para nosotros la noticia de que su nieto eligió a nuestra hija para ser su esposa, la verdad es que no nos lo esperábamos. —le dijo mi madre.

—Me imagino su sorpresa, pero me gustaría escuchar lo que piensa la joven sobre el compromiso. —este señor se ve como alguien amable, pero mi padre está en silencio y no dice nada, por lo que me temo que esta persona es poderosa, por lo que debo tener cuidado con mi respuesta y así tratar de no ofenderlo, tengo que medir bien mis palabras, para no causar problemas.

—Pienso que debo conocer a la persona con la cual estoy comprometida ante de dar una opinión sobre el tema.

—Muy buena respuesta, su hija es una chica muy inteligente, me gusta.

—Gracias. —digo.

Escuchamos los pasos de alguien que se acerca hacia nosotros.

—Aquí viene mi nieto—dijo el señor y todos miramos hacia la dirección de donde se escucharon los pasos.

¿Es el acosador de ayer? Me quedo sorprendida.

¡No puede ser! ¿esto será coincidencia o algo del destino? Pienso. pero actúe como si no lo conociera, sigo con la misma calma.

—Hola a todos. — dijo y se sentó al lado de su abuelo.

Yo me quedé mirándolo embobada, pero el en ningún momento me dedicó una sola mirada.

—Estoy feliz de que estos jóvenes se vallan a unir en matrimonio y formen una familia. —dice el abuelo de mi prometido.

—Abuelo, señores Alborada, me gustaría que me permitieran hablar con la señorita para conocernos y dar un paseo por el jardín.

—Por supuesto vallan. _ dice mi madre emociona y mi padre solo asiente con la cabeza, él es un hombre precavido y su actitud ante la situación me deja en claro que yo también tengo que ser precavida.

Él se pone de pies y me extendió su mano para que yo la tomara, yo tome su mano y le seguí la corriente. Salimos de la casa y desde que nos perdimos de la vista de nuestra familia el soltó mi mano bruscamente, esta actitud por parte de él me dice que no está de acuerdo con la boda.

El siguió caminando y yo lo seguí, pero en vez de ir al jardín como dijo se dirigió a otro lugar de la casa. Al parecer la conversación será algo seria y desde que soltó mi mano de la manera que lo hizo supe de inmediato que está conversación no será agradable. El entró a un cuarto y yo me quedé en la entrada esperando ver qué sucederá.

—Entra, no te voy a morder. — me dijo y yo entré sin mediar palabras con él.

 El lugar es un despacho con estantes llenos de libros.

—Siéntate por favor. — me dijo señalando un sillón enfrente de él. Yo obviamente me senté en silencio esperando ver cuál será su reacción.

El me mira con sus ojos grises penetrantes y me pone muy nerviosa.

Me mira fijamente mientras yo estoy seria con el seño fruncido sin darme cuenta.

solo espero que él no pueda reconocerme.

—Necesitamos hablar sobre nuestro compromiso, si es que se le puede llamar así.

Me calmo y me relajo al darme cuenta que él no me reconoció.

—¿Y de que quieres hablar exactamente?— le respondo con una sonrisa fingida.

En realidad, no me interesa, él es solo un hombre que conocí en el bar, lo que yo no quiero es tenerme que casar con cualquier hombre. Solo tengo ganas de irme inmediatamente.

—Quiero que cancelemos el compromiso. — me dice sin rodeo.