Estefan aparece a las afuera de su casa en el Reino, las protecciones que había puesto evitaban que apareciera dentro de la casa. Entró en ella siendo recibido por varios maullidos.—Ahora no —sonrió Estefan acariciando algunos de sus gatos—, ¿Dónde está su otro papá?Estefan llamó a su esposo, lo olía y sentía dentro de la casa.—¡Joon!Camino hacia la habitación de ambos. Encontró la puerta cerrada.—¿Joon?No escucho respuesta.Rompió la manija de la puerta y empujo esta con brusquedad. Vio a Joon echado en la cama con su laptop sobre una mesita. Parecía trabajar cómodamente.—¿Joon?Este no le hacía caso.—Estoy a punto de romper esa máquina en dos, así que contéstame —gruño Estefan.Este había aprendido por las malas, lo malo que podía ser romper las cosas de Joon, pero a veces Joon lo hacía enojar demasiado y necesitaba descargarse con algo cercano en vez del mismo Joon.—Te estoy escuchando —habló con voz calmada sin apartar la vista de la pantalla—, estoy ocupado.Estefan entr
Las discusiones sobre los acuerdos entre las manadas de las tierras libres y el Reino habían salido muy bien, o eso era lo que Liam escuchó cuando los alcanzó al final de esta. Se había pausado la reunión por ser muy avanzada la noche y al día siguiente se retomaría desde donde lo dejaron.Se disculpó con los alfas guiándolos a su habitaciones y mostrándoles a los sirvientes que ayudarían a cada uno de ellos. No era su trabajo, pero era un modo de mostrar su servicio.Dejó a Clark y Bruce para el final.—Estaba diciéndole a mi hermano si quería que nos quedáramos en mi departamento aquí en el Reino —Clark se rascaba la cabeza—, pero está tan desordenado que probablemente querrá volverse aquí.Bruce lo fulminaba con su mirada.—Pensé que con los años se te quitaría el mal hábito de ser un puerco —negó Bruce con la cabeza—, ¿Cómo sobrevives solo?—A base de comida rápida y servicio de limpieza una vez por mes —replicó Clark ganándose un golpe de parte de su hermano mayor.Liam sintió má
—Sabes algo —Estefan parecía muy molesto—, creo que Liam no debió revivir a ese hechicero de cuarta.—Cállate la boca —Bael no mostró ningún gesto en el rostro mostrando estar de acuerdo con su primo—, alguien nos puede escuchar, recuerda que estamos en el palacio.Estefan observó a su primo con detenimiento, algo no le cuadraba.—Pensé que estarías como loco.Bael alzó una ceja, para que entendiera que se explicara.—Estos años has aprendido a ser un insensible de mierda —Estefan contuvo su sonrisa maniática—, pero cuando se trataba de ella, algún rastro o noticia de su paradero. Te transformabas en el mismo anticristo y explotabas. Has perdido la razón varias veces y has matado hechiceros como si fueran moscas.—¿Cuál es tu punto?—Ahora que está aquí, pensé que te estarías subiendo por las paredes por no estar a cada segundo a su lado —Estefan término de explicarse—, creí que serias un problema.—Al contrario —Bael acomodó los papeles en la mesa de su tío Oliver—, saber dónde está,
—Una parte de mi se siente herida de que no confiaras lo suficiente en mi persona para contarme que la encontraste —Jaime entro a su despacho seguido por Bael, sentándose en un lado de su mesa de ajedrez—, otra parte está orgullosa de que seas lo suficientemente precavido para mantenerlos a raya, lo que me sorprende es que no te los llevaste lejos a penas los viste.—Hubiera hecho eso si todos no estuvieran presentes —Bael se sentó enfrente de su tío Jaime observando como su tío ordenara las piezas para empezar un juego—, ocultarlos parece la solución ahora, están demasiado inestables para lo que sigue.—¿De verdad perdió la memoria? —cuestiono Jaime revisando que todas las piezas estén perfectamente alineadas, nunca podía empezar a jugar si el tablero no estaba perfectamente puesto—, porque parece una idea realmente buena disimular demencia para ser perdonada, mueve tu primero.Bael miró el tablero, su tío siempre prefería las piezas negras. Movió su primera pieza.—Es lo primero que
—Algo está pasando —Gabriela miraba a Estefan a los ojos—, Bael estuvo muy raro y tú también lo estás.—No tengo idea de lo que estás hablando —mintió descaradamente Estefan, sirviéndose la tarta de manzana que Jose horneo y que para sorpresa del semidemonio, estaba deliciosa—, el embarazo te está haciendo delirar.Gabriela le quitó el cuchillo con el cual estaba cortando otro pedazo del postre y se lo puso en el cuello.—Algo está pasando con Bael —Gabriela entrecerró los ojos—, lo sé, puedo sentirlo por la conexión de gemelos. Ha intentado taparlo, pero no soy estúpida.Estefan puso los ojos en blanco.—Mori ante sus ojos Gabriela —Estefan le quitó el cuchillo provocando que este saliera volando de sus manos con su poder de telequinesis y se clavara en la pared—, todos han estado muy nerviosos desde eso. Joon apenas me perdono por tonto y no hemos tenido tiempo para nada por los estúpidos alfas pueblerinos.Gabriela no insistió, pero no se quitó de la cabeza que estaban tramando alg
—Oh dios mío —Gunnar abría y cerraba la boca—. ¡Jess!—No te burles de mí —chilló Jessy totalmente sonrojada—, esto intentando mantener el control.—¿Estás segura de esto? —Gunnar se acercó a ella con el ceño fruncido—, él no puede obligarte a nada ¿Lo sabes verdad?—No me está obligando a nada —Jessy parecía poder incrementar su tonalidad de rojo en su rostro—, yo… quiero que todo esto se solucione de una vez, además… yo…Gunnar soltó una risotada.—Si, claro —el hechicero no podía evitar burlarse de ella—, ¿Estar con él de esa manera es lo que has pensado desde que te trajo aquí no es cierto?Jessy no tuvo cara para mirarlo.—Ah, eres una sinvergüenza, yo casi ni la cuento y tú estás pensando cochinadas con tu mate.—¡Gunnar!—Ve con él de una vez —habló con una gran sonrisa—, cuidare a Dan, ya está dormido, solo diré que fuiste a recolectar frutos al bosque cuando despierte.—Gracias —Jessy suspiro—, quería preguntarte…—No voy a tener esa conversación contigo —dijo Gunnar mortific
—Nosotros ya nos vamos —Estefan miró a Dantalian de reojo—, supongo que Bael no se tardará en venir.—Ve sin problemas —Auguste se terminaba su café—, estaré aquí con ellos. Aunque tengo que trabajar un buen rato en mi oficina.—Yo debería retornar a Corea —Joon se limpiaba con una servilleta de tela—, mis asesores me asesinaran por volver a desaparecer sin avisar. Los sabios de la manada casi me crucifican cuando nombre a mi hermano como mi beta, ahora me molestan por pasar más tiempo aquí en el Reino que en mi país.—Gracias a la diosa luna tengo el gran proyecto que necesito trabajar aquí en el Reino —sonrió Auguste—, o si no también estarían molestándome porque su alfa esté aquí que en su manada.—Te llevo ahí siempre —gruño Estefan—, así que no se quejen.Estefan y Joon se despidieron de Auguste, Gunnar y Dantalian, seguidamente salir al jardín para desaparecerse. Auguste le dijo a Gunnar que estaría en su despacho y que le avisara si Bael y Jessy aparecían.Gunnar llevaba a Dant
Dantalian está impresionado de aquella fosa subterránea, no era muy grande, pero estaba llena de cosas como muchos pirotécnicos, cajas de dulces, juguetes que parecían desfigurados y cosas que no sabían que eran. —Esto era un refugio antiguo que alguien olvidó que estaba aquí —explico Dantalian—, aquí guardo las cosas que mis papás me quitarían si lo dejo en mi casa. —¿Por qué tienes tantos cohetes? —preguntó Dantalian mirando todo con admiración. —Uno nunca tiene pocos —replicó Haniel—, salgamos de aquí, si vamos a llamar a mi papá, no puede ver mi escondite. Los dos niños salieron del lugar, Haniel tapó la entrada con ramas y hojas secas para que siguiera pasando desapercibido. Caminaron un poco para alejarse y no levantar sospecha. —Dame la mano donde tienes el brazalete —le pidió Haniel—, puedo llamarlo así. Dantalian levantó su mano y Haniel la toco, puso sus pequeños dedos por ese brazalete. El pequeño Dan se sorprendió al sentir que el brazalete empezaba a calentarse solo.