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CAPÍTULO 2.- segundo fragmento

—¿Me dices que la puta de Deniska se imaginó que tú le sonreíste?

Theo estaba recostado en su cama mirando al techo, intentando tener paciencia mientras Gabriela caminaba por su habitación, echándole en cara cosas que jamás sucedieron.

—Yo le sonrió a todo el mundo Gabriela.

—¡¿Osea que coqueteas con todas maldito idiota?! —le tiró una almohada— ¡Terminamos! —ella gritó histérica—. ¡No puedo seguir con alguien que le sonríe a cualquier estúpida que se le atraviesa!

Ella caminó hacia la puerta, pero Theo se levantó rápidamente, la sujetó del brazo y la lanzó a la cama posicionándose encima de ella. Él la beso a la fuerza, sujetándola fuerte de los brazos para que no lo golpeara, ella cedió después de unos minutos, cuando él cedió sus manos, Gabriela enredo sus manos en su cabello haciendo que su beso se profundice más.

—¡Usen condón! —Theo escuchó como su padre Dylan gritaba—. ¡Y por favor Gabriela, báñate después para que se te quite el olor de Theo, no quiero que tu padre venga a asesinarnos a todos!

—¡No sean tan ruidosos! —grito Odette—. ¡Recuerden que estoy en la habitación de al lado!

—¡Dejen a Theo en paz! —gritó su papá Matt—. ¡Vamos hijo, tú puedes!

—Odio a mi familia —lloriqueo Theo, separándose de ella y tumbándose a su lado.

—Yo la amo —Gabriela se reía—. ¡Son los mejores!

—¿Ya no sigues molesta?

Gabriela negó con la cabeza y se acomodó para recostar su cuerpo encima del suyo.

—¿Seguimos siendo novios?

Ella asintió tímidamente.

—¿Sabes que no veo a otra chica verdad?

—Pero… —ella suspiro—. Sé que Deniska es una maldita puta mentirosa que no soporta vernos felices, solo que...desde aquel dolor...

—Yo no estuve con nadie en la manada de mi madre —el cerro los ojos cansado—.  Estuvimos teniendo una videollamada poco antes y volé directamente acá cuando me llamaste llorando y gritándome, aunque faltaba una semana más para pasar con mi madre.

—Lo sé, lo siento —ella apoyó medio rostro en su pecho—. Solo que ese dolor me atormenta, fue rápido, pero fue intenso, mi pecho quemo, sentía que algo súper caliente que lo perforó y cuando se lo conté a mi padre, él se volvió loco preguntándome si yo ya había encontrado a mi mate, después cuando se calmó, ,me explico la descripción del dolor, se parecía demasiado a la traición de mates...

—Jamás he estado con otra chica desde que estoy contigo Gabriela —Theo acaricio su cabello—. Jamás te haría algo así.

—Lo sé —ella alzó su rostro, encontrándose con su mirada—. ¿Cuándo se lo diremos a mi papa?

—¿Quieres que me mate verdad? —Theo la miró horrorizado—. Tú me quieres ver muerto.

—¡Pero mi papá te adora! —ella hizo un puchero—. Él te quiere demasiado, eres al único que no insulta.

—Tampoco insulta a Liana.

—No me hables de esa mocosa cuatro ojos.

Theo sonrió mientras Gabriela se baja de él recostándose a su lado, aparentemente molesta otra vez.

—Siempre he sido sincero contigo Gabriela, me aterra perder el cariño de tu papá, mi tío Alan es como padre para mí y es la única razón por la cual no me enfrento a el —la miro—. No me importaría que me queme o intenta asesinarme, pero odiaría que cuando las aguas se calmen, mi tío ya no me quiera más.

—Eso no pasaría —ella gruñó—. Todos son unos exagerados.

—Eso no lo sabemos — él se acercó más y le acarició el rostro—. Pero si eso tiene que pasar, que pase, me dolería mucho, pero me dolería mucho más perderte.

Ella gruñó más fuerte.

—Sabes que cumplo 18 en tres meses, cuando me transforme y seas oficialmente mi mate, será ilegal que tu padre me asesine, ya que nadie puede separar mates

—Gallina.

Él se rió.

—No puedes culparme —le beso la mejilla—. A tu padre se transforma en demonio y puede invocar una horda de lobos de fuego.

—Yo cumpliré 17 en dos semanas, así que tal vez tenga mis poderes de fuego y pueda defenderte.

—Tal vez pueda usarte como escudo —el empezó a trazar líneas en su rostro con sus dedos haciéndole pequeñas cosquillas—. ¿Qué vamos a hacer por tu cumpleaños?

—Ya le pedí permiso a tu papa, para usar una de sus casas más grandes.

—¿En serio?

Sip —ella detuvo su mano y la besó—. Vamos a hacer una gran fiesta —ella sonrió macabramente—. Nadie en la escuela se olvidará de la fiesta legendaria de los gemelos Hoffman.

Theo se volvió a subir encima de ella besándola ferozmente.

***

El se retorcía en el suelo, sentía que su pecho quemaba demasiado, como si su cuerpo se desgarrara por dentro, aunque ya casi era habitual pasar por tan horroroso dolor, cada vez que lo hacía era peor.

—Falta poco —se decía a sí mismo—. Pronto volverás y todo esto terminará, bien o mal, pero terminará.

El dolor empezó a disminuir, él se levantó como pudo y tambaleante fue a su cocina por una botella de ron.

La abrió y tomó un gran trago, sacó su celular y busco una foto, cuando la vio, una lágrima cayó por su mejilla.

—Mi pequeña —él sonrió acercando el celular a su rostro—. ¿Quién se está atreviendo a tocarte?, pero no lo culpo, debes haber crecido y debes ser muy bella.

Él se recostó sobre el piso de su cocina terminándose la botella de ron y llorando al ver la foto de una pequeña Gabriela de 5 años.

Lanzó la botella contra la pared partiéndola cuando el dolor volvió.

***

—¿A dónde carajos vas tan temprano?

—A ti que te importa.

—Si no me respondes, voy a gritar para despertar a nuestros padres.

Bael golpeó la pared acorralándola contra ella.

—Vamos —Gabriela sonrió—. Golpéame, atrévete, solo eso te falta.

—Déjame en paz —Bael se alejo de ella sujetando su cabello frustrado—. Vete a joder a Theo.

—¡Habla conmigo! —Gabriela lo empujo

—¿Cuándo se supone que hable contigo Gabriela? —él la enfrentó—. Si siempre paras follando como perra en celo con el idiota de Theo, me das asco.

Gabriela le dio un puñete que lo lanzó al suelo, sacándole algo de sangre de la nariz.

—No metas a Theo en esto —le gruñó arrodillándose para estar a la misma altura —. Yo sé por lo que estas pasando, tu recién empiezas a sentirlo, en cambio yo lo he tenido presente desde que tengo memoria.

—¡Lose! —Bael grito—. Pero necesito tiempo, tengo tanto odio en mi interior que no sé manejarlo.

—No lo manejes idiota —Gabriela se acercó más a el—. No cometas el mismo error que yo, años intentando suprimir la maldad que hay dentro de mí, solo déjalo fluir hermano...

—¿Dejarlo fluir? —la miró sin entender.

—Somos demonios, idiota —ella sonrió—. ¿Qué siempre dice mi tío Jaime cuando habla de papá?, no culpes a la cobra por el veneno, somos lo que somos, no te niegues nada y sigue tu instinto.

—¿Y si mi instinto me dice que haga cosas horribles?

—Yo estoy aquí para respaldarte —lo ayudó a levantarse—, y si me vuelves a decir perra, te voy a cortar los huevos con una tijera de kínder.

—Lo siento.

—¿Ahora sí me dirás a dónde vas?

—A ver a la chica que casi mato calcinada ayer.

—¿A la pelotita ándate? —ella bufo—. Odette me contó que Liam ya estaba que le echaba las garras.

—¿Qué? —gruño Bael—. ¿Ese imbécil no puede retenerse?

—¿Lo dice quien la beso ayer?

—Yo estaba poseído...

—Pobre cosita fea, Liam hará su jugada y después cuando se aburra de ella, la dejará como a todas las ilusas que cayeron en sus encantos.

—¡No lo permitiré!

Gabriela alzó una ceja y lo miró curiosa.

—¿Por qué? —ella cruzó los brazos—. Nunca te has opuesto a que Liam cambie de chica como cambia de medias.

—Esta vez es diferente, estoy en deuda con ella por lo que le hice —le sonrió a su gemela—. Además, ya tengo planes con ella.

***

Le encantaba el labial color vino mate, casi siempre usaba ese color, se miró dos veces del pequeño espejo de su auto antes del salir de él.

Empezó a jugar con el bate de béisbol caminado a su objetivo, todos se salían de su camino, ya sabían que terminarían muy mal si se atrevían a solo lanzarle una mala mirada.

Localizo a Bonnie adentro de un auto con su nuevo novio, ellos hablaban (o eso parecía), ella sonrió, Bonnie fue su primera mejor amiga, no es que se lleve mal con Odette, pero ella solía no refutar muchas de sus decisiones todo el tiempo, en cambio Bonnie siempre escuchaba y le daba ánimos. Pero cuando su hermano se le declaró y empezaron a salir juntos hace un año, Gabriela supo que era el comienzo del fin.

Aquí acaba nuestra amistad estúpida Bonnie -ella sonrió dándole vuelta a su bate- vas a conocer mi verdadera naturaleza.

Ella corrió hacia el auto, saltando sobre él, pudo ver que Bonnie y su nuevo novio la miraron impresionados, ella sonrió, los saludo con una mano y después como si estuviera poseída empezó a golpear la ventana delantera como si su vida dependiera de eso haciendo el vidrio añicos.

Los dos salieron gritando del auto, Gabriela se lanzó sobre el chico, él intentó defenderse, pero Gabriela era demasiado rápida y notablemente entrenada para pelear, le lanzó una patada en el estómago y después en su entrepierna. Él se desplomó y ella empezó a golpear su cuerpo con el bate.

Dejó de hacerlo cuando escuchó un *crack* de su pierna.

—¡Ups! —ella se rió—dile adiós a tu fémur.

—¡Ayuda! —Bonnie empezó a correr como loca gritando.

—¿Dónde vas querida amiga? —Gabriela  la siguió —. ¿No ves que solo quiero hablar?

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