—Ten cuidado —Liam me guiaba sujetando mi mano, mientras caminaba sobre piedras altas—. Es lindo que aún te guste jugar así.
—Literalmente no he crecido nada —sonreí mientras intentaba concentrarme para no caer—. Además, se que me atraparías si caigo.
—Siempre.
Estábamos jugando en el bosque, ya era fin de semana y habían pasado varios días desde que Gabriela convenciera a los demás para usarme en su plan. Liam se había puesto en contra al comienzo, pero yo lo convencí de hacerlo, no es que me animara engañar al hechicero hombre lobo más poderoso del reino, pero quería ganarme al círculo de Liam y no sabía por qué.
Toqué la puerta de la casa muchas veces, pero nadie parecía estar ahí, revise la dirección que me había dado Gabriela y suspire al notar que no me había equivocado.—Tal vez ha salido —pensé—. Seguramente Gabriela no se acordó de decirle que vendría.Estaba a punto de irme cuando escuché música que provenía de la parte trasera, salte un cerco de madera que rodeaba la casa y seguir el sonido de la música. Había un pequeño lugar, que parecía un depósito detrás de la casa. Al acercarme a la puerta pude notar que no era un depósito, era una especie de salón de baile.Quedé impresionado cuando vi a Bonnie dar tanta
Ebrio.Era una buena definición para explicar el estado deplorable en el que estabaBael, desparramado en mi sofá.—¿Estabas con él? —dijo con la voz muy ronca.—¿Te refieres a Liam?—Liam,Liam,Liam
—¿Así que eres la nueva novia de Liam?Levante mi rostro y pude ver por el espejo del lavadero que tres chicas me miraban, sacudí de mis manos el exceso de agua y me di la vuelta mirándolas.—Hola...—No entiendo —dijo una de ellas—. ¿Acaso Liam perdió alguna apuesta?—No se —dijo la de en medio, la que me había hablado en primero—. Osea no nos malentiendas, pero eres...eres, corrección, no eres el tipo de Liam—chasqueo con la boca y las tres seguían analizándome completa—. Soy Deniska, y ellas son mis amigas.—Me llamo Leia —intenté no parecer intimidada.
—Mi escuadrón no me presta atención, ahora mi hijo tampoco me presta atención, soy el rey menos respetado de la historia.—Aja.—¡Liam Jeremy Moore, te voy a desheredar si no me prestas atención en este momento!Liam casi salta por la impresión.—No hay necesidad de grit
—¿Me están diciendo que vamos a trabajar desde ahora? —Gabriela bufo—por lo menos nos darán paga, ¿Cierto?Jaime tosió un poco intentando disimular sus ganas de ponerle cinta en la boca.—Ustedes utilizan ilimitadamente tarjetas de débitoque,al mes, tienen un monto grande, tan grande que podríamos pagarles a 30 trabajadores eficientes —Jaime la miró sin ningún gesto en el rostro—. Si fuera por mí los dejaría desheredados y contrataría estos 30 trabajadores... —No te creo.Liam casi escupe su soda cuando lo enfrentó, se limpió con una servilleta y se llevó la mano detrás de la cabeza para empezar a jugar con su cabello mientras mordía su mejilla internamente.Llevábamos 2 días con 7 horas de novios y ya sabia cuales eran sus expresiones cuando mentía o se ponía nervioso.—¿No crees que Estefan y Joon se parecen a pinky y cerebro?Suspire, me quería cambiar de tema.—No te creo que esos moretones en tu cara sean porque te caíste de manera casual —cruce mis brazos—. ¿No es muy raro que la cara de Bael también tenga la cara llena de moretones?CAPÍTULO 6 .- tercer fragmento
—Te ves preciosa —habló Odette mirándome asombrada y después miró a Gabriela—. Realmente eres buena maquillando y peinando.—Lo sé —sonrió Gabriela—. Soy la mejor.Me acerqué al espejo y no pude reconocer a la chica que tenía enfrente. Mi cabello esta hermoso, sujetado con algunas trencitas al lado izquierdo de mi cabeza, con ganchos que tenias pequeñas florecitas de color rosado claro. El vestido también era muy hermoso, era color palo rosa, con una especie de corsé que en la parte superior que estilizaba mi cuerpo.¡Era la primera vez que me sentía bonita!—Debo reconocer que te ves bien —Gabriela apareci&oacut
—¿Bonnie no vino contigo? —pregunte mirando por toda la fiesta.—No —respondió James algo incómodo—. Quiere evitar a los gemelos, de hecho, está enojada de que estoy aquí.—¿Enserio? —intento parecer lo más interesada posible.A los hombres les gusta que le prestes atención —en su cabeza la voz de Gabriela, repetía todas las pautas que le había dado—. No importa la edad que tengan, siguen siendo unos bebés llorones que les gusta que le presten atención, tu escúchalo y míralo como si lo que dijera, fuera lo más interesante del mundo, aunque probablemente diga puras estupideces.