—Te ves preciosa —habló Odette mirándome asombrada y después miró a Gabriela—. Realmente eres buena maquillando y peinando.
—Lo sé —sonrió Gabriela—. Soy la mejor.
Me acerqué al espejo y no pude reconocer a la chica que tenía enfrente. Mi cabello esta hermoso, sujetado con algunas trencitas al lado izquierdo de mi cabeza, con ganchos que tenias pequeñas florecitas de color rosado claro. El vestido también era muy hermoso, era color palo rosa, con una especie de corsé que en la parte superior que estilizaba mi cuerpo.
¡Era la primera vez que me sentía bonita!
—Debo reconocer que te ves bien —Gabriela apareci&oacut
—¿Bonnie no vino contigo? —pregunte mirando por toda la fiesta.—No —respondió James algo incómodo—. Quiere evitar a los gemelos, de hecho, está enojada de que estoy aquí.—¿Enserio? —intento parecer lo más interesada posible.A los hombres les gusta que le prestes atención —en su cabeza la voz de Gabriela, repetía todas las pautas que le había dado—. No importa la edad que tengan, siguen siendo unos bebés llorones que les gusta que le presten atención, tu escúchalo y míralo como si lo que dijera, fuera lo más interesante del mundo, aunque probablemente diga puras estupideces.
—¿Quieres ir a un lugar más discreto? —preguntó James.Los hombres piensan con el pene, está científicamente comprobado —dijo Gabriela saliendo de la habitación, seguida por sus nuevas alumnas—. En un momento de toqueteos le vas a poder sacar todo tipo de información, su cerebro no funcionará en ese momento.—Claro —sonrió ella más incómoda que nunca.James la sacó del centro de la sala y la guió hacia la segunda planta de la casa, Odette se ponía más nerviosa cuando se iban alejando de todos.—Aquí está bien —dijo entrando a la habi
—¡¿Ahora cómo le decimos a mi papá que matamos al futuro alfa de unas de las manadas más poderosas del mundo?! —Liam se arrodilló al lado de James—. ¡Estamos fritos!—No está muerto —habló Odette intentando curar a James—. Solo creo que está en coma.—Nada de qué preocuparse —habló Joon de forma sarcástica.—¿Qué pasó aquí? —Bastián miraba toda la habitación—. Parece que todos los malditos muebles fueron lanzados de un lugar a otro.—¿Alguien me explica porque el oxigenado de Bastián está aquí? —gruño Gabriela<
—¿A dónde crees que vas?Me quedé quieto cuando salió de la habitación detrás de mí.—¿A ti qué te importa? —intente sonar firme.—Necesito hablar contigo.—¿De que necesitas hablar con él?Escuché la voz de Estefan, me volteé inmediatamente mirando como mi él miraba con suspicacia a Bastián.—Solo quiero hablar con Joon un momento querido primo psicópata —Bastián sonrió irritando a Estefan.—¿De qué quieres hablar con él? —
—¡Levántese ahora mismo!El grito de mi tío Alan hizo que mi cabeza zumbara, intente levantarme y enfocar mi vista, recordar quien soy y dónde estoy.—¡Papá! —escuche a Gabriela—. ¡Déjanos dormir!, ¡apenas nos hemos acostado hace un par de horas!La voz de Gabriela retumbó fuerte en mi cabeza, me di cuenta que me había dormido abrazándola, me quité rápidamente haciendo un gesto de asco.—¡Han encontrado a tres chicos muertos en el bosque! —eso fue suficiente para que mis sentidos se despertarán—. ¡Cerca de la mansión de Matt, donde festejaron la fiesta!Miré a todos en la habitación y en sus rostros pude ver la sorpresa y el miedo, mi tío se acercó mirándonos.—¡¿Están bien?!, ¡¿Están heri
—¿A dónde crees que vas Bael?Liam me sujetó del brazo, pero me solté rápidamente—Voy ahora mismo por Bonnie, después que la ponga a salvo de esos hijos de putas, puedes contarle todo lo que quieras a nuestros padres —lo empujo para seguir caminando.—¡Te has vuelto loco! —Gabriela nos había alcanzado junto a los demás—. ¿No has escuchado que son unos malditos asesinos?—¡Puedo quemarlos vivos! — Gruñí.—¡Estefan! —Joon bajó del taxi a toda velocidad.—¡&iq
—¿Exactamente qué vamos a hacer?Joon miraba la casa grande de James con miedo.—No lo había pensado —respondió Bael algo pensativo—. ¿Simplemente atacamos?—No sean tan tontos —se burló Natsuki—. No podemos simplemente llegar y matarlos, tenemos que idear un plan.—Tiene razón —hablo Theo—. ¿Qué tal si nos acercamos más y los espiamos?Liam estuvo a punto de hablar, pero un grito proveniente de la casa lo interrumpió.—¿De quién fue ese grito? —preguntó Liam. Los 10 chicos quedaron suspendidos en el aire luchando por respirar, Gabriela borró su sonrisa cuando su padre volvió evidentemente enojado mirándola reprobatoriamente.—¿En qué pensabas? —Gabriela desvió su mirada—. ¿Qué pasaría si ellos no se hubieran detenido y yo no llegará a tiempo?—Sabía que llegarías a tiempo —le respondió con la voz baja—. Yo quería que escucharan qué tipo de personas eran.Alan mordió su mejilla intentando controlar su ira.—¿Crees que no sabíamos qué clase de personas eran? —Alan se acercó a su hija —. ¿Crees que no sabíamos CAPÍTULO 9.- tercer fragmento