Las noticias no dejaron de hablar sobre el atentado de aquel restaurante durante los siguientes tres días del suceso. El movimiento tan liberal ha alertado a las autoridades de ese país, la noticia de tener al mismísimo jefe de los Yakuza se expandía rápido entre los altos mandos que Dai sabía la seguridad se ha reforzado en la mayoría de locales de la capital coreana.
– Demasiado idiota rebelarse de esa manera. – Yva se acerca al magnate mientras lo observa mirar sobre el edificio.
Claro que lo fue, no solo se ha dejado en evidencia él sino le ha confirmado la presencia de la nueva era Kunio. – Si te hubiese querido dar un mensaje, no se hubiese expuesto a la atención pública. – ese era precisamente el punto. Ahora todo el país sabe que Dai Shinoda está en Corea. Alertando así a enemigo propios y externos de su país.
– A no ser q
Instaló el gps en una de las tantas idas de la rubia al tocador cuando asistieron al restaurante, se lo debatió por algunos minutos, pero ahora sabe que ha sido lo correcto porque esa es la única forma de estar al tanto de lo que hacía y con quien resultaba estar la mujer.Quizás una acción extremista, pero en su mundo son necesarios para mantener la vigilancia de las personas que le rodean. De no ser así se lamentaría.Esta seguro que ese atentado solo fue el comienzo de problemas y lamentablemente Mi-suk estuvo en medio.El ruido de llantas atravesar Seul a toda velocidad no era tan extraño a esa hora de la madrugada pues las calles estaban despejadas, aun cuando no lo estuvieran, él se encargaría de alguna forma hacerlos huir. Su prioridad es llegar hasta cierta chica de ojos miel.– Trata de respirar. – le decía en la línea mientras percibe su
La noche fue activa después de los besos, caricias y gemidos que hicieron suspirar a la joven después de la tercera vez que el alto la poseía con desenfreno y dureza. Sus ojos se llenaban de lágrimas por todo el placer que jamás ha sentido, el hombre tenía ese poder de olvidar cualquier clase de pensamiento. Perfecto ejemplar masculino tiene la suficiente condición para seguir, su amante de cama se sentía abatida y su cuerpo luchar con el cansancio en la tercera vez que tuvieron sexo salvaje. —Espero, que ese idiota le haya quedado claro con quien se ha metido— Mi-suk empieza a cobrar sus sentidos escuchando una voz mucho más clara en esa lejanía entre la conciencia y el sueño. Los rayos de sol comenzaban a colarse en las grandes ventanillas de cristal. A punto de darse la vuelta tras identificar la voz del magnate. —No me importa, no tolerará esta clase de amenazas— vio a través del espejo frente a ella como la silueta fornida le da l
“Escapar” es la única palabra que tiene en mente tras salir de ese hotel, ni siquiera las miradas extrañadas de los huéspedes a su alrededor detuvieron la opresión de su pecho para salir de lo que resultaba ser la cueva del lobo. Su mente ha disipado cualquier duda que lo justifique, porque sabe lo que ha escuchado y el peligro que representa no hacer nada para mantenerse segura.Está vez no tiene a quien recurrir y por su bien entiende que irse lejos es la única alternativa para alejarse de la atención de ese hombre hermosamente peligroso.– Mi-suk ¿qué ocurre? – Jisso la intercepta en su habitación.El ruido que hace tras aventar algunas prendas a la maleta es inquietante y ver el rostro más pálido de lo habitual. Algo no está bien y lo sabe su amiga no suele ser esa clase de persona con actitudes desesperadas e impulsivas.– Mi
– Parece que tus pensamientos no están en el tiempo presente, hijo. – menciona la hermosa mujer mayor de cabellera castaña y piel reluciente. Young Kang, madre del hombre más codiciado y temido en Japón y la gran extensión Asiática.– Lo lamento, tengo cosas de las cuales encargarme. – se justifica el alto mientras bebe la taza de Nihoncha, el nombre genérico del té verde japones.La servidumbre entra y sale del hermoso recinto de cristal, dejando aperitivos sobre a redonda mesa de que está colocada en el centro y cuyo rascacielos los ilumina naturalmente. Además, el sitio está atestado de flores y árboles que la misma castaña a sembrado.Su madre tiene una afición a la jardinería y ese sitio en específico es el lugar favorito para que ambos se reúnan y degusten de Ryokucha, un tipo particular de t&eacut
Es su tercera semana viviendo en Suncheon y tal como lo supuso, ha sido difícil acoplarse a esa vida. Tomado los trabajos que ha encontrado, sus periodos de descanso suelen ser mas cortos y agotadores.Recientemente, su cuerpo está empezando a tomarle factura tras sentirse cansada la mayor parte del tiempo, sin mencionar que su apetito parece ir en aumento por esa carga de trabajo físico excesiva.– Al fin en casa. – suspira mientras gira la llave de una vieja casa que ha logrado alquilar.Es lo único que ha conseguido con la paga de sus múltiples trabajos. Dejando un gran cesto de ropa sucia sobre el suelo, es otro de sus empleos. Ha logrado que una lavandería comparta el trabajo con ella dándole prendas delicadas que necesitan ser lavadas a mano.La carga pesada se la lleva al pasar horas agachadas y mojada tratando de limpiar completamente la suciedad de prendas. No se queja, pero algunas vec
Abre los ojos lentamente mientras siente un ligero pinchazo en su mano, Mi-suk se da cuenta de que está conectada a cables que llegan al suero. Lo ultimo que recuerda es la sensación bajo sus pies y con ello ver todo tornarse negro. – Mi-suk, al fin despiertas. – Es consciente que no está sola en la habitación del hospital. ¿Cómo es que ha llegado hasta allí? Pero sobre todo, ¿Quién la ha llevado? – No sabes lo preocupado que estuve… - de nuevo, su atención va al hombre quien le habla. Se siente un poco desorientada, pero lo reconoce al instante. – ¿Inoe?. – pregunta, pero es más consigo misma. ¿Que hace su amigo frente a ella?. – Pero como… - rápidamente se alarma ante la idea de que puede ser reconocida y ubicada. A pesar de tener días tranquilos la rubia sabía que en algún momento esa falsa calma se desvanecería obligándola a huir de nuevo. –¿C-cómo me has encontrado? ¿Qué haces aquí? – trata de incorporarse sob
Después de salir del consultorio un castaño seguía de cerca a la rubia respetando su limitación al no querer hablar, parecía lidiar con un dilema mucho más profundo que darse cuenta de su alrededor y como es que su mirada se mantiene perdida en algún punto del paisaje.– Gracias por acompañarme al hospital Inoe. – suspiró después de un rato.– Quiero estar sola. – pidióYa no quedaba nada de aquella jovencita risueña que parecía iluminar su alrededor, en su lugar está una chica con grandes ojeras y hasta él masculino puede decir que Mi-suk esta algo baja de peso. Cosa que no era normal, pues él medico recomendó llevar una dieta equilibrada para salud de ella y de su hijo.– Me ire por hoy. – le advirtió. – Pero mañana te encontraré en esta cafetería. – le ex
Ha tomado el primer vuelo que lo redirija a Corea del Sur, es obvio no poder permitir esa locura seguir avanzando. Algo dentro de él le causa molestia, ha sido descuidado. Dai Shinoda nunca se ha permitido esa clase de desplantes, pero la debilidad del hombre de imponente perfil lleva escrito las iniciales de esa mujer. Lo acepta. Siendo un arma de doble filo porque entiende que sus enemigos pueden acercarse de la manera más letal con oportunidad dañarlo. Mira sobre los cristales del jet privado mientras el cielo se torna de un azul intenso sabe que el pecado y su propio infierno será el cuerpo de esa mujer de cabellos dorados. Mi-suk tiene algo que los descontrola y lo hace no pensar con la cabeza fría, incluso esa situación de su regreso evidencia lo tan terrible que es la situación. – Gracias por no decirle nada a Jisso. – La rubia se encuentra mirando a su castaño amigo mientras ambos sujetan sus tazas de café. – Si hu