El oxigeno ha abandonado sus pulmones, no sabe exactamente en que momento Inoe a sacado un arma apuntando en dirección a Dai. La rubia esta tan petrificada que ni siquiera ha podido gritar de la impresión de tener dicho objeto tan cerca.
Parece que es la única nerviosa pues Dai ni siquiera se ha molestado en cambiar la expresión de burla de su rostro. Al contrario, tienta al contrario con ceja alzada y la sonrisa volverse más grande.
– Tan predecible Kunio. – niega el alto hombre quien sigue sosteniendo su cintura.
No hay nadie a su alrededor, ni siquiera puede llamar por ayuda. Tener ese objeto tan cerca hace que sus piernas apenas puedan sostenerse por sí mismas, sino fuera por Dai seguramente ya hubiese caído.
– Pero te recuerdo que no puedes hacer nada aquí. – el silencio por parte de la rubia parece el mejor de sus aliados ante esa clara disputa entre los masculinos.
Mi-suk abrió los ojos lentamente mientras la pesades y una ligera punzada se clava en su cabeza. La luz es cegadora mientras trata de acoplarse al resplandor del exterior. Es cuando se da cuenta de haber despertado en un sitio que no es su habitación. Incluso el exterior es extraño. O así lo percibe con la tenue visibilidad que tiene de la ventana y cortinas corrida.Trata de levantarse poco a poco mientras obliga a sus sentidos a enfocarse en ese momento. Lo único que recuerda es haber visto el rostro de su ahora esposo y después de ello, el sentimiento amargo en su ser correr dentro de sí misma para dejarla inconsciente.Y tal como lo predijo, no ha despertado en un sitio conocido, el silencio tenebroso la obliga a bajar sus pies de la elegante cama que la abraza para investigar. Teme lo peor, pero es la única manera de descubrir porque está allí, la orientación es terrible.A trav&ea
Es el sexto mes de embarazo, su estómago está tomando al fin forma, la protuberancia de su abdomen solía sobresalir de la ropa. Las consultas con el medico eran totalmente monitoreadas, así que las visitas siempre llegan cada mes.La relación con Dai sigue siendo meramente formal, la rutina es la misma donde suelen tomar caminos diferentes desde la hora de despertar hasta ir a dormir. El hombre no ha mostrado ningún interés en ella, en ese punto, para la rubia solía ser agotador con los kilos que ha ganado. Ya ni siquiera le importa lo que piense. Pues algunas veces lo ha atrapado mirándola sin descifrar exactamente lo que quiere decir, gusto, desagrado o incluso conmoción. Las posibilidades eran infinitas en esos intensos ojos avellanas.Así que, como solía hacer en esa rutina casi nocturna. La rubia acostumbraba a sentarse en una pequeña banca frente a un gran árbol y le
Ha pasado otro mes en la vida de ambos, durante ese tiempo la rubia puede decir que ha logrado significativos avances como lograr que al menos Dai tomase el desayuno con ella. Y aunque eso solo consistía en que el pelinegro tomase café mientras veía sus dispositivos electrónicos la pequeña chica estaba feliz de conseguir esa ligera cercanía.Además, estaba bien para ella, pues casi entrando a los ocho meses de embarazo su longitud es mayor, ganó un poco de peso y como consecuencia su apetito mientras más crecía el bebé aumentaba. Así que, de esa forma no era incomodo el hecho de que ella se centrara en todo lo que preparaba para sí misma sin que se le juzgara por lo excesiva y a veces ridículos antojos mañaneros.– Hoy vendrá a las seis la persona que deja las provisiones. – comentó el pelinegro mientras deja a un lado su teléfono. &
Su cuerpo se ha quedado rígido y la tensión es acumulada en el empaque que ni siquiera ha notado arruinar por el miedo en la situación. Los recuerdos de aquel atentado aun son frescos y aunque quisiese escapar ¿que tan lejos llegaría en su condición? Su embarazo está avanzado y la idea de correr es horrible.– Siempre fueron tus favoritos. – traga en seco al escuchar su voz después de mesesLa caja de galletas rellenas de chocolate está entre sus manos, pero ella ni siquiera puede pensar en algo prudente.– Diría que el embarazo te ha sentado de maravilla, pero eso sonaría muy cliché e hipócrita ante nuestra posición. –Inoe dejó muy claro que su amistad terminaba al elegir. – C-como… - no quiere mostrarse temerosa ante él, pero su voz no ha ayudado en mostrarse a la defensiva. Mi-su
Una semana exacta ha transcurrido del percance, Mi-suk se encuentra mejor y la amenaza en su salud se ve levemente reducida. La relación con el pelinegro ha dado un gran salto, aunque sabe que quizás sea por seguridad, agradece el acercamiento y las atenciones que le ha dado. Como por ejemplo pasar más tiempo juntos.– Quiero aprender a disparar. – dice de la nada mientras lo ve retirar la vista del dispositivo eléctrico entre sus manos. – No quiero depender de que alguien me proteja. – le mira.– Sé que por mi condición no puedo realizar actividades físicas pero al menos pretendo defenderme con un arma. –Dai la mira directamente, la mujer parece muy decidida. Cosa que le sorprende, el nuevo carácter de la rubia parece acoplarse con cada suceso que ha ocurrido desde la boda. – Quiero que me enseñe a manejar un arma. – solicita nuevamente.
Lo primero que pudo hacer el pelinegro es tomar el arma bajo su almohada para salir de la habitación e ir a los dos rumbos específicos mientras intenta contactar a su mano derecha. Yva ese día no estaba en la guardia principal, pero siente que alguien tan estúpido para atacar su terreno no puede ser atendido por otra persona que no sean solo ellos dos. Como un dúo inquebrantable. Así que no perdió tiempo y le hizo saber la situación para que el resto de sus hombres también mantuviesen en acción.El plan que elaboraron hace días solo requería una incentiva, ese ataca es uno. Espera, kunio se presente para acabar con él. Pero antes tiene que asegurar la seguridad de su madre y Mi-suk.Las llevaría al buque que estaba en el ala más alejada de la entrada principal, lamenta tengan que preciar aquello pero las cosas nunca estuvieron tan tranquilas.– Dai&hell
Mi-suk seguía siendo arrastrada con fuerza sobre los jardines mientras algunos hombres se cruzaban en su camino. Al igual que Dai, Inoe no se tentaba con alguien que no estaba de su lado.– Deja de jugar. – el pelinegro se ha hartado así que, con dos armas cargadas en amabas manos salió de su escondite para aniquilar con un perfecto tino a los cinco hombres que rodeaban al castaño.– Sorprendente, pero no lo suficiente. – apuntó con el cañon a la cabeza de la pelirrubia.– Baja el arma o le vuelo los sesos. – los ojos miel se abrieron ante la sorpresa, pero ella negó en un atino de valentía. Si el hacía eso era posible que Inoe no perdería oportunidad para dispararle y si Dai caía todos lo hacían.En esa balanza de valor en vidas era terrible si quiera imaginar un deceso de esa forma porque ¿que pasaría con ella o inc
Las cinco de la mañana con quince minutos, el reloj marcó la hora del deceso de la joven chica. Su corazón no resistió y el exceso de pérdida de sangre complicó su situación. Por fortuna pudieron salvar al hijo en sus entrañas por el avanzado estado de la mujer, sin embargo, con el ultimo aliento Kim Mi-suk se aferró a su esperanza y a su amor.Un hermoso niño de piel pálida y ojos miel heredaría el imperio Shinoda.El primogénito de Dong-min Dai Shinoda ha nacido llevando consigo muerte, dicha y arrepentimientos.No todas las historias contienen un final feliz y así como la única lagrima que Dai dedicó a su esposa antes de morir, ese mismo día alejado de todos y con el impacto de la noticia aun en la cabeza, el hombre que jamás decaía por ser tan solido como una roca se desmoronó en el anonimato. Lejos de todos, solo &eacut