El viento soplaba con fuerza, la brisa nocturna meciendo en un baile las cortinas y colándose por la ventana entreabierta. El aire frío inundó la habitación, provocando un estremecimiento en Celine. Había estado leyendo un libro que encontró en la biblioteca y no se había percatado del tiempo transcurrido. Al ver la hora, decidió pausar su lectura y se levantó de la cama para salir de la habitación. Sin embargo, apenas puso un pie afuera, se devolvió al dormitorio al avistar a Enzo en el pasillo.¿Por qué tenía que encontrárselo justo en ese momento?Miró su atuendo, llevaba una pijama de una talla más pequeña porque era la única que la sirvienta había conseguido. No creyó necesario cambiarse, ya que imaginaba que Enzo estaría encerrado en el despacho, como le había dicho Claudia.Se escondió tras la pared y esperó a que se marchara. Pero Enzo se detuvo justo en la puerta de la habitación para avisarle que la cena estaba lista.Mordió sus labios con nerviosismo al escuchar su voz. ¿Po
Enzo se dio cuenta de que la joven que vivía con él le atraía de manera inexplicable, a pesar de no conocerla en absoluto. No solía dejarse llevar por las apariencias, sino por las cualidades y la forma de ser.De repente, se encontró caminando hacia el balcón de su habitación para tener una mejor vista de la joven, quien continuaba disfrutando del viento en su rostro y con los ojos cerrados. Enzo se apoyó en el barandal, observándola en silencio.El sonido de un móvil la sobresaltó y se giró hacia él, dándose cuenta de que la había estado observando en silencio.Enzo carraspeó, avergonzado de ser descubierto, y desvió la mirada hacia el mensaje que acababa de recibir de George.Le informó que el señor Emir había invitado a dos de las mejores hijas de las familias más adineradas de su círculo de amigos, con el objetivo de que él eligiera con cuál de ellas se casaría. Hizo mención a Stacy, la menor de los Campbell. Y esto no provocó más que disgusto en Enzo.No soportaba a esa chiquill
Subieron al auto negro que estaba estacionado en la entrada, donde un hombre de piel morena les abrió la puerta y Enzo ayudó a Celine a subir en el coche. Una vez acomodados en el asiento trasero, se alejaron de allí adentrándose por las oscuras calles arboladas.El móvil de Enzo vibró sobre su regazo, la pantalla se iluminó anunciando una notificación de mensaje. Se trataba de su abogado, quien le informó que todo estaba finalizado y el señor Malcom había aceptado gustosamente la propuesta. Enzo sonrió con satisfacción al leer el mensaje, sintiendo que había cumplido su misión con éxito. Enzo informó a Celine. —La deuda de tu padre ha sido pagada, ya no tienes de qué preocuparte. Me he asegurado de que no se involucre de nuevo con aquellos prestamistas —Celine ladeó la cabeza, notó la certeza con la que Enzo había afirmado aquello.Y mirándolo insegura le preguntó.—¿Cómo sabes que no lo hará? —Le hice firmar un acuerdo donde tiene prohibido recibir dinero de ellos. A cambio, reci
Emir no había pasado por alto la forma en que su hijo trataba a esa mujer. Se mostraba pendiente de ella, lo que le hizo dudar si su interés era genuino. Decidió intervenir al notar que sus dos invitadas parecían a punto de levantarse de la mesa y mancharse. Así que primero se dirigió a Diana.—Diana, ¿Cómo va el negocio de tu padre? —preguntó interesado, logrando desviar la atención de la pareja.Diana limpió las comisuras de sus labios antes de responder.—Las ventas han aumentado, y nos espera un gran año. Recientemente mi padre ha cerrado un acuerdo con los italianos —presumió Diana.—Maravilloso. Será todo un éxito, estoy seguro —expresó Emir mientras tomaba un sorbo de la copa de vino, para luego dirigirse a Stacy—. ¿Y tu familia, Stacy?Ella dejó de comer para mirarlo.—En este momento han salido en un viaje de negocios, el futuro de mis hermanos es prometedor. Incluso, el mayor ha sido admitido en una de las mejores universidades de Londres —respondió Stacy, posando sus ojos e
Después de la cena, Enzo y Celine abandonaron la mansión del señor Emir luego de que este se disculpara con las invitadas que se habían marchado disgustadas ante el rechazo de Enzo. Ellas no podían creer que él hubiera preferido casarse con una mujer de clase baja solo por amor.Diana se sentía ofendida y enojada. Había perdido su tiempo y no dudó en levantarse de la mesa apenas escuchó al señor Emir ceder al compromiso de Enzo y Celine. Por otro lado, Stacy contó a su familia lo ocurrido en casa de los Ivanov, haciendo que su padre decidiera cortar lazos con ellos por haber lastimado las ilusiones de su preciada hija.Mientras tanto, Emir se quedó analizando si había hecho lo correcto al ceder fácilmente al matrimonio de su hijo y de Celine. Había estado insistiendo en que Enzo formara una familia y disfrutara de la vida en lugar de estar encerrado en la oficina todo el tiempo. Quería que su hijo entendiera la importancia de la familia. Además, de esta manera protegería su legado.Pe
Celine, quien se encontraba sumida en un profundo sueño, fue víctima de una pesadilla aterradora. En su sueño, se vio a sí misma siendo perseguida por un misterioso hombre en medio de un espeso bosque de sombras. Con cada paso que daba, la presencia del hombre se hacía más despreciable y su respiración se volvía más agitada, mientras su corazón latía con fuerza.La oscuridad del bosque parecía envolverla por completo, impidiéndole ver con claridad el rostro del hombre que la perseguía implacablemente. Sin embargo, ella sabía que su intención era maligna y que no descansaría hasta atraparla. Finalmente, el hombre logró alcanzarla, y en un instante, Celine se vio paralizada por el terror al notar que el desconocido empuñaba un arma en su mano.Un grito desgarrador brotó de lo más profundo de su ser al comprender la terrible situación en la que se encontraba. La sensación de desamparo y desesperación la invadió por completo, sumiéndola en un abismo de angustia y pavor.Repentinamente, co
La mañana transcurrió más rápidamente de lo habitual para Celine, quien se sentía aburrida de pasar todo el día encerrada en su habitación. Decidió dar un paseo por el jardín, vistiendo un largo vestido rosado y unas zapatillas blancas. Escogió un libro de la biblioteca para entretenerse un rato y salió de su dormitorio. En el pasillo, se topó con Enzo, quien caminaba en dirección contraria, visiblemente apresurado y con el ceño fruncido mientras leía un mensaje en su móvil.El mensaje era de su padre, quien le pedía llegar temprano a la empresa para una reunión con los empleados. Enzo se preguntaba qué podría estar tramando su padre al convocar repentinamente una junta. Algo importante se cocía en manos de su padre, pensó.Estaba a punto de continuar su camino sin notar la presencia de la pelirroja, cuando escuchó su voz.—Buenos días —saludó la joven de manera amable.Enzo levantó la cabeza de la pantalla de su móvil y la miró.—Buenos días —respondió él, imitando su tono pero con u
Mientras tanto, durante su recorrido por el jardín, Celine se topó con un invernadero cercano, el cual supuso que pertenecía a Enzo. Sin embargo, al observarlo detenidamente, notó que se encontraba en un estado de abandono, con plantas marchitas y sin signos de vida. Parecía que nadie tenía intenciones de arreglarlo o darle el cuidado que requería.Al ver las plantas moribundas, un sentimiento de melancolía se apoderó de Celine, recordando los tiempos de su infancia cuando su madre aún estaba presente. Recordaba con cariño la forma en que su madre solía dedicarse al pequeño jardín que tenían en casa, regándolo con amor y cuidado, junto a su padrastro.Cada mañana, su madre se encargaba de regar las plantas y flores que llenaban de color y vida su hogar, un refugio alejado de todo. El recuerdo de aquellos momentos la llevó a sentirse profundamente sola, al igual que el invernadero que poco a poco se marchitaba y deterioraba.Dejando atrás las memorias de su infancia, Celine decidió ret