¿Será capaz Kate de golpear a Ivy? La cosa está que arde. Las leo en las reseñas.
Desde que llegó a la casa, Kate se encontraba muy enojada, ya que le habían avisado, que había un problema con los inversionistas de KAM, su marca de cosméticos. Encontrar con el desorden en la casa, y luego ver como Ivy, tiraba el agua sobre el sillón, por lo que fue la gota que derramó el vaso, y descargó toda su rabia, sobre la niña.Elevó lo más alto que pudo su mano, para darle una fuerte bofetada y lanzó el golpe…Ivy cerró sus ojos, y contuvo la respiración, completamente asustada.—En tu vida, vuelvas a intentar golpear a mi hija. —William se interpuso y detuvo con fuerza el brazo de Kate, su azulada mirada, se oscureció tornándose grisáceo, que emanaba furia y coraje.Abrió los ojos de par en par, completamente sorprendida al tener frente a ella a la versión más enfurecida, que nunca creyó poder ver de su ex esposo.—Solo intento educarla, es evidente que esa mujer, no lo hizo bien, ¿no te das cuenta? —expresó con nerviosismo—. Mira como tienen la sala, es un asco, echó a per
Camila se acomodó el lindo overol de maternidad que llevaba y tomó asiento frente a Marc, dispuesta a escucharlo.—Mi hija siempre fue una niña buena, era tierna y dulce, así como tú. —La miró con lágrimas en los ojos—, cuando entró a la universidad, decidió estudiar derecho, un día cuando salía de la universidad, la asaltaron, cuando fue a presentar su denuncia, conoció a un hombre que conocía ahí y comenzó a salir con él, duraron saliendo un año y medio, cuando me anunciaron que se iban a casar.Camila acercó un pañuelo desechable y se lo entregó.—Nunca me gustó su relación —explicó—, los policías tienen mala fama de mujeriegos, además que sus horarios son muy complicados, pero no dije nada y respeté su decisión. Al principio la veía feliz, radiante, pero pasado el tiempo, ya no. Recuerdo bien haberle visto un par de moretones en los brazos. Cuando le pregunté ¿qué le había ocurrido?, se puso nerviosa y me inventó una excusa, que no me trague, hasta que comenzó a dejar de visitar.
En cuanto el vehículo que conducía Archie, se estacionó en el área de urgencias, Marc salió corriendo para abrir la puerta y ayudarla.Camila dio un fuerte apretón sobre la mano de él, al tener una contracción, presionó con fuerza sus ojos y se detuvo.—Todo va a estar bien.Camila escuchó decir, tomó asiento sobre una silla y fue llevada a la pequeña sala de urgencias.—Necesitamos que te cambies de ropa, por esta bata —solicitó una enfermera.A pasos lenta la chica, se dirigió al sanitario y se cambió. En cuanto lo hizo, se recostó sobre una camilla y le colocaron un monitor sobre su vientre para revisar al bebé.— ¿Se encuentra bien? —preguntó sin poder ocultar su aflicción—, apenas tengo ocho meses de embarazo —explicó.La enfermera, le sonrió.—Tranquila, parece que decidió adelantarse, su frecuencia cardiaca, está bien.La chica soltó el aire que contenía.—En un momento te vamos a pasar a la sala de expulsión.Camila llevó sus manos hacia su vientre y cerró sus ojos, pidiendo q
Lucía ingresó a grandes pasos al quirófano, ignorando a todo el personal, entonces se acercó a la mujer que presionaba con fuerza sus ojos, ante una fuerte contracción.Varias lágrimas rodaron sobre las mejillas de Lucía al darse cuenta que era ella, con rapidez se acercó a ella y pegó su frente a la de su amiga, sujetando su mano.—Todo va a estar bien, yo cuidaré de ti —expresó con la voz fragmentada.Camila abrió los ojos de par en par, su amielada mirada, se encontró con aquellos ojos color esmeralda que durante todo el tiempo que llevaba ahí, no dejaba de ver.—Lucía —expresó con emotividad. — ¿Eres tú? —indagó con voz fragmentada.—Soy yo bonita, soy yo —contestó.—Lo recuerdo todo —habló con voz entrecortada.La doctora frunció con extrañeza el ceño.— ¿Qué quieres decir con eso? Entonces Camila se quejó tan fuerte, que gritó del dolor.La doctora sacudió su rostro y cambió de lugar para comenzar a atender su alumbramiento.—Es momento de pujar —indicó con emoción.***Kate se
«Fue Kate, fue Kate»Aquellas palabras que pronunció Camila, aún taladraban en la cabeza de Lucía, se llevó las manos al pecho sintiendo como su pecho subía y bajaba agitado.— ¿Estás segura? —preguntó, dejándose caer sobre la silla.Camila se abrazó a sí misma, ante lo que decía.—Sí, estoy segura. Durante mucho tiempo tuve que soportar sus humillaciones, y sus chantajes, para que no me denunciara y me metiera a la cárcel, por haberme quedado co Ivy —sollozó sintiendo que una parte de ella le faltaba—, me trataba como si fuera su sirvienta, cuando William no estaba, porque cuando estaba me trataba con amabilidad. —Inhaló profundo.Lucía presionó sus puños con fuerzas, sintiendo deseo de acabarla ella misma con sus propias manos.— ¿Por qué no dijiste nada? —indagó con impotencia.—No hay pruebas que demuestren que ella quería que abortara. Tenía miedo de que me separaran de mi hija, porque Ivy es mía —alzó la voz.La mirada de Marc se ensombreció, y presionó sus puños con fuerza.—Yo
Lucía ingresó lo antes posible a la cafetería, que le había enviado la ubicación a William. Después de haberse ido a duchar a la casa de una amiga, con la que solía dejar un cambio de ropa. Bebía una taza de té de frutos rojos, sintiendo que su corazón latía agitado. Pasó saliva con dificultad, al ver ingresar a William. — ¿Cómo estás? —indagó con curiosidad. —Bien, te estaba esperando —explicó la chica. William solicitó una bebida y miró a los ojos a Lucía. —Luces extraña, ¿estás segura que estás bien? —indagó. —Sí, todo está en orden —manifestó con la mirada cristalizada—, no sabía que entre Camila y tú había algo. Bebió un sorbo de café y desvió su mirada. — ¿A qué te refieres? —preguntó sin comprender. —No tenía idea que entre ustedes dos había algo más que cariño, porque ella era la mamá de tu hija, que surgió algo más fuerte, más apasionado. —Intentó no sonar tan atrevida, porque no tenía tanta confianza. Aún así, Ellison se atragantó con el café, al momento de escucha
William se encontraba completamente eclipsado por aquella frágil criatura que sostenía entre sus brazos, aún seguía sin poder creerlo, observaba atento la manera en la que el pequeño tenía apretados sus labios, reía cuando lo veía abrir un ojo, cada que se escuchaba un sonido extraño.—Me hubiera gustado haber tenido a Ivy, así de pequeña —expresó mirándola con ternura.—Lo lamento, yo no sabía que no estabas enterado de lo que Kate quería hacer. —Lo miró con nostalgia.—Jamás lo hubiera permitido. —Recostó al pequeño sobre el cunero—. Nada me habría gustado más haber esperado por ti —resopló con frustración.—También a mí me hubiera gustado conocerte antes, pero en ese entonces era casi una niña —bromeó—, era como Nat, una adolescente.Frunció el ceño y negó con la cabeza.—Tiene razón —sonrió tomando asiento.— ¿Ya podemos pasar? —Marc abrió la puerta y asomó parte de su rostro.Camila sonrió con ternura.—Claro, pasen.Marc ingresó y tomó asiento enfrente del pequeño, a quien le s
—Yo… —Ivy estaba por responder, sin tener la seguridad de qué decir.Desde el otro lado de la línea aquella mujer se regodeaba, sonriente, sabiendo que había logrado su objetivo, desestabilizarla y poder manipularla.Natasha logró identificar que aquella mujer había logrado sembrar duda en su corazón, ya que Ivy era una niña buena y no tenía malicia, por lo que de inmediato, tomó el teléfono y se puso de pie—Le sugiero que busque a Ivy cuando se encuentre en casa su papá, estoy segura que no le va a agradar saber que le llamó, sin estar presente. —La chica cortó la llamada.Ivy abrió los ojos de par en par al ver su manera de reaccionar.— ¡¿Qué has hecho Natasha?! Estaba llorando —reprochó.La adolescente rodó los ojos.—Hice lo que creí correcto —respondió—, y si esa mujer te vuelve a entregar el teléfono y no te dice quien es, no aceptes la llamada —ordenó—, perdoname Ivy, pero no confío en esa mujer, eres demasiado ingenua para ver la maldad en los demás.Frunció el ceño sin comp