«Fue Kate, fue Kate»Aquellas palabras que pronunció Camila, aún taladraban en la cabeza de Lucía, se llevó las manos al pecho sintiendo como su pecho subía y bajaba agitado.— ¿Estás segura? —preguntó, dejándose caer sobre la silla.Camila se abrazó a sí misma, ante lo que decía.—Sí, estoy segura. Durante mucho tiempo tuve que soportar sus humillaciones, y sus chantajes, para que no me denunciara y me metiera a la cárcel, por haberme quedado co Ivy —sollozó sintiendo que una parte de ella le faltaba—, me trataba como si fuera su sirvienta, cuando William no estaba, porque cuando estaba me trataba con amabilidad. —Inhaló profundo.Lucía presionó sus puños con fuerzas, sintiendo deseo de acabarla ella misma con sus propias manos.— ¿Por qué no dijiste nada? —indagó con impotencia.—No hay pruebas que demuestren que ella quería que abortara. Tenía miedo de que me separaran de mi hija, porque Ivy es mía —alzó la voz.La mirada de Marc se ensombreció, y presionó sus puños con fuerza.—Yo
Lucía ingresó lo antes posible a la cafetería, que le había enviado la ubicación a William. Después de haberse ido a duchar a la casa de una amiga, con la que solía dejar un cambio de ropa. Bebía una taza de té de frutos rojos, sintiendo que su corazón latía agitado. Pasó saliva con dificultad, al ver ingresar a William. — ¿Cómo estás? —indagó con curiosidad. —Bien, te estaba esperando —explicó la chica. William solicitó una bebida y miró a los ojos a Lucía. —Luces extraña, ¿estás segura que estás bien? —indagó. —Sí, todo está en orden —manifestó con la mirada cristalizada—, no sabía que entre Camila y tú había algo. Bebió un sorbo de café y desvió su mirada. — ¿A qué te refieres? —preguntó sin comprender. —No tenía idea que entre ustedes dos había algo más que cariño, porque ella era la mamá de tu hija, que surgió algo más fuerte, más apasionado. —Intentó no sonar tan atrevida, porque no tenía tanta confianza. Aún así, Ellison se atragantó con el café, al momento de escucha
William se encontraba completamente eclipsado por aquella frágil criatura que sostenía entre sus brazos, aún seguía sin poder creerlo, observaba atento la manera en la que el pequeño tenía apretados sus labios, reía cuando lo veía abrir un ojo, cada que se escuchaba un sonido extraño.—Me hubiera gustado haber tenido a Ivy, así de pequeña —expresó mirándola con ternura.—Lo lamento, yo no sabía que no estabas enterado de lo que Kate quería hacer. —Lo miró con nostalgia.—Jamás lo hubiera permitido. —Recostó al pequeño sobre el cunero—. Nada me habría gustado más haber esperado por ti —resopló con frustración.—También a mí me hubiera gustado conocerte antes, pero en ese entonces era casi una niña —bromeó—, era como Nat, una adolescente.Frunció el ceño y negó con la cabeza.—Tiene razón —sonrió tomando asiento.— ¿Ya podemos pasar? —Marc abrió la puerta y asomó parte de su rostro.Camila sonrió con ternura.—Claro, pasen.Marc ingresó y tomó asiento enfrente del pequeño, a quien le s
—Yo… —Ivy estaba por responder, sin tener la seguridad de qué decir.Desde el otro lado de la línea aquella mujer se regodeaba, sonriente, sabiendo que había logrado su objetivo, desestabilizarla y poder manipularla.Natasha logró identificar que aquella mujer había logrado sembrar duda en su corazón, ya que Ivy era una niña buena y no tenía malicia, por lo que de inmediato, tomó el teléfono y se puso de pie—Le sugiero que busque a Ivy cuando se encuentre en casa su papá, estoy segura que no le va a agradar saber que le llamó, sin estar presente. —La chica cortó la llamada.Ivy abrió los ojos de par en par al ver su manera de reaccionar.— ¡¿Qué has hecho Natasha?! Estaba llorando —reprochó.La adolescente rodó los ojos.—Hice lo que creí correcto —respondió—, y si esa mujer te vuelve a entregar el teléfono y no te dice quien es, no aceptes la llamada —ordenó—, perdoname Ivy, pero no confío en esa mujer, eres demasiado ingenua para ver la maldad en los demás.Frunció el ceño sin comp
Caminando con garbo y elegancia, Kate ingresó al bar donde años atrás, solía ir a divertirse los fines de semana con William. Su azulada mirada buscó entre todos los presentes el perfecto rostro de su ex.Ladeó los labios sonriente al localizarlo caminando hacia una de las mesas de atrás, luciendo tan apuesto como siempre. Contuvo un largo suspiro, al apreciar lo apuesto que lucía, luciendo una reluciente camisa blanca ajustada, sus perfectos vaqueros azul oscuro, además, de unos tenis blancos, la cereza del pastel fue apreciar su exquisito aroma. —Lamento la demora —Kate expresó sin poder dejar de sonreír.—No te preocupes, no tiene mucho que acabo de llegar —expresó.—Aún estoy sorprendida, no puedo creer que me llamaras, para invitarme a tomar una copa.William sujetó el respaldo de la silla y la ayudó a tomar asiento.—Necesitamos hablar —manifestó mirándola a los ojos.—Es lo que más deseo —expresó—, que hablemos, estoy consciente que he cometido muchos errores, pero estoy disp
Semanas después.Pasaban de las 11:00 pm, cuando Lucía salía del hospital, después de haber atendido un parto complicado, llena de gran cansancio, no podía dejar de bostezar. Después de colocar el cinturón de seguridad, salió de las instalaciones del nosocomio conduciendo su SUV, blanca.Justo cuando viró en una calle, tuvo que frenar de golpe al observar una motocicleta tirada en medio del camino y a un hombre con esta metros más adelante. Sin pensarlo dos veces la chica salió para auxiliarlo, no sin antes notificar al 911.— ¿Me puedes escuchar? —Lucía gritó mientras se acercaba. Observando que el joven iba con un traje de cuero negro y el casco puesto. Dos de sus dedos se colocaron sobre su cuello y resopló con alivio al encontrar signos vitales—. No se si me escuchas, pero voy a levantar la visera, para que puedas respirar mejor.Justo cuando una de sus manos estaba por levantarla, sintió como sujetaron su muñeca.—Prefiero el anonimato —el hombre dijo usando un distorsionador de
Al llegar al nosocomio, Henry se dirigió hacia los oficiales que se encontraban sentados en el primer piso.—Recibimos un reporte, vengo a tomar la declaración de la mujer que apoyaron —indicó con voz ronca.Uno de los oficiales emitió un largo bostezo, sintiendo gran cansancio, debido a que ya pasaba de la media noche.—La señorita se encuentra en urgencias —expresó—, la están atendiendo —indicó uno de ellos.—Ya se pueden ir —ordenó—, yo me haré cargo a partir de aquí.Caminó hacia urgencias médicas, hacia el área de recepción.— ¿En dónde se encuentra la señorita, que fue traída por oficiales de la policía? —indagó.—En el cubículo diez. —Señaló al fondo, no pudo evitar aletear sus pestañas de manera coqueta, ante lo apuesto que era.Al seguir hacia allá, no pudo evitar escuchar la conversación entre la paciente y el médico que la atendía, aunque se le hizo extraño que la atendiera con demasiada familiaridad, por lo que prefirió esperar unos minutos, antes de entrar, para no interr
Camila se encontraba en compañía de Ian, su profesor practicando las nuevas lecciones.—Has avanzado mucho —refirió él—, lograste obtener tu diploma de High School, no creo que tengas problemas con lo que estás ahora, has estado también muy pegada a Marc y sé de buena fuente que quien te apoya mucho es el señor Ellison, parece que tienes muchos maestros —expresó sonriente.—No me puedo quejar. —Suspiró profundo—,he tenido muy buena suerte —manifestó—, pero que tal que me equivoco en el examen final.Ian sonrió.—No será así, no te vas a quedar sola, recuerda que yo estaré a tu lado hasta el final.—Gracias.Estaban por continuar, cuando recibió una llamada.—Es Will, ¿te importa si respondo?—No, toma la llamada, voy a la cocina por un café y a robarle algún postre Hilda. Considéralo tu descanso.Camila salió hacia el jardín y respondió.—Hola, ya extrañaba tu llamada —expresó y se quedó en silencio.—También extrañaba saludarte, ¿ocurre algo?—Esta mañana, Andrés fue a buscar a Nat,