1. Nueva ciudad
Se había casado con Matt, y por meses intento borrarse el pasado de su cabeza pero no lo logró. Fingió una felicidad que se le escapaba de las manos, esa noche enloqueció al recordar todo y no soporto más.
Se escapó de él, lo liberó del sufrimiento que sentía que le hacía pasar y regreso a su escondite. Huyó, se refugió en la soledad y quiso que Matt sea feliz lejos de ella que era tóxica para todos.Intento empezar de cero pero su cabeza regreso al pasado.× × × ×
Ella comenzó por el final y era turno de saber todo el principio. Era tiempo de conocer su pasado para entender su presente.
× × × ×
Nueva vida y nuevas metas. Eso pensó cuando se fue de su casa para madurar y sentir lo que era vivir de verdad. Quería estudiar, trabajar y tener sus propias comodidades. Dejó atrás muchas miserias, algunas alegrías pérdidas por ahí y mucho dolor fue lo que trajo con ella.Sus padres había decidido no apoyarla, no le dejaron sacar su ropa de su casa y sólo se fue con lo puesto. Alcanzó a prepararse una mochila vieja que tenía en su habitación y salió. Su hermana mayor no quiso saber nada de la locura y solamente la juzgo a más no poder.— Tienes que intentarlo, Sam — le pidió ese día.
Se acerca y le toma los hombros— Vive, Camila. Sólo vive y sal de este infierno— pide casi llorando.
Saca sus manos—Son nuestros padres, Sam— dice llorando.
Niega con la cabeza varias veces mientras guarda cosas en su mochila — No puedo fingir ser quién quiere que sea papá, ya no soy pequeña. Quiero vivir, Camila y si eso implica irme, así lo haré — asegura.
Se agacha y la detiene — Mamá y papá no te perdonarán jamás esto, ¿Lo sabés? — pregunta.
Aparta su mano — Sí, y por eso necesito hacerles saber que no puedo vivir la vida que ellos quieren. No quiero ser abogada, no quiero ser la persona que ellos quieren y no quiero estar en está miseria — dice enojada.
La ve llorando desconsoladamente y la abraza — No te perdonaré este dolor — dice apartándose.
— Cásate y vete de aquí, Camí. Sé feliz— pide antes de atravesar la puerta de su casa.
Recordó su vida en familia, aquellas noches de sufrimiento con sus padres. Cuando pretendían controlarle toda su vida sin dejarle vivir sus sueños, jamás le habían preguntando que quería ser y que esperaba de su vida en futuro. Vivía de las reglas de ellos, no la dejaban tener amigos, salir de fiestas y las tenían estudiando todo el tiempo para la Universidad. Reglas tras reglas bajo ese techo que ella creyó que era el infierno.
Ya con 22 años, escapó de todo. Busco sus deseos y sus propios sueños. Viajó muchas horas, ella y sus ilusiones. Bajó del colectivo con su mochila, recorrió toda la terminal con sus ojos y observando el cielo estrellado. Pone sus manos en la mochila y se aprieta con eso para no sentir mucho el frío. Camino por horas calles desconocidas para su visión sin rumbo a donde ir. No conocía a nadie, su familia le habían dado vuelta la cara y escapó bien lejos para recomenzar.
Sentía que esa noche de frío le dolían hasta los huesos, esa habitación solitaria que puedo conseguir para pasar la noche le resultó más temerosa que cualquier otra. Se recostó en un colchón viejo, aquellos ruidos de afuera la hacían sobresaltar del terror y se abraza a ella misma. Cerró los ojos en la oscuridad, rezaba a más no poder y pedía que ya amanezca para salir de ese lugar.Al día siguiente...
Comienza su día en la ciudad, las pocas monedas que le quedaban en su bolsillo las uso para el micro urbano y así recorrer más fácil las calles que tenía marcadas en su papel. Abre la hoja algo arrugada en su mano, pide favores para ubicarse en la gran ciudad. Muchas personas la ayudaron, otras directamente no le respondían nada y se iban, por el frío sentía que se le partían los labios y las manos. Necesitaba un empleo para sobrevivir, camina unas cuántas cuadras y así lo hace en varios lugares pero si éxitos de algún empleo. Nadie quería una muchacha así, se sentía mal y es que había soportado toda la mañana muchos rechazos. Estaba sin comer desde el día anterior y eso le hacía peor para su cuerpo.
Pasó varias vidrieras ahí se vio reflejada, sus zapatillas todas sucias y gastadas, su abrigo todo descolorido y sus pelos así no más. Más su rostro todo lleno de ojeras y cansancio le pasaba factura a su cuerpo tan delgado. Así sabía que nadie la iba a contratar.Una puerta abierta hace que se asome, lea un cartel enorme y busque alguien con la mirada. Deja su mochila en una silla, y tiembla del frío esperando que la atiendan — ¿Hola? — pregunta dudosa.Ahí apareció un muchacho de su edad más o menos, sonríe y que se acerca — ¿Qué buscas? — pregunta amablemente.
Frota sus manos para darse calor — Busco empleo, ¿no necesitarás una mesera? ¿algo? — pregunta nerviosa.
Mira a todos lados y se ríe — No, la verdad estamos llenos acá en el bar— dice mirándola.
Levanta sus hombros, y apoya su cabeza contra la barra. Maldice por lo bajo y levanta su rostro — Entiendo, gracias — dice poniéndose la mochila nuevamente.
La observa bien y se queda pensando hasta que la detiene — Creo que podría hacerte un lugar pero tendrías que aceptar mis reglas — dice levantando la mano.
Regresa rápido para ponerse frente a ese hombre — Sí, señor. Acepto todo— dice sonriendo.
Se sentía satisfecha porque ahora sí podía empezar su nueva vida, ya no necesitaría de nadie para sobrevivir y así su familia no la molestaría nunca más.
Extiende su mano — Sebastián — dice serio.
Acepta la mano y hace lo mismo — Samantha pero me dicen Sam — sonríe.
Ese día comenzó todo para ella, sin darse cuenta se estaba entregando a lo más difícil. La necesidad, desesperación pueden hacer que todo sea bueno cuando no era así.
— Empiezas hoy a la noche, quiero que estés acá y atiendas a los clientes — dice mirando el reloj.
Frunce el ceño — ¿Cómo mesera, señor? — pregunta.
— Ven a la noche que te explico bien tu trabajo, Sam — dice y se va.
Salió de ese lugar sonriendo, creyendo tenerlo todo por primera vez en su vida.
2. Primer día.*****Recordó cada detalle de sus días mientras estaba sentada en su living sufriendo de la soledad que ella misma se causó cuando dejó a Matt.****Comenzó por el primer día en la ciudad hace años atrás antes de conocer a Matt.Aquel día prefirió dar vueltas por ahí para no tener que pagar otro lugar donde quedarse, ya que, el dinero era lo que menos le sobraba. Así mató su día entre caminata, silencio y cansada. Su estómago le delataba la falta de comida que necesitaba para reponer energías en su primer día de trabajo.Recorrió toda la cuadra entera con su mochila puesta, su abrigo y el rostro escondido entre la ropa para ocultarse del frío. Las manos en sus bolsillos, su mirada puesta en las vidrieras que cruzaba caminando y admirando cada detalle de la ciudad. Jamás ha
3. Antifaz.Siguió recordando sus días de años atrás...Esa noche regreso hasta la silla, se sentó nuevamente con su mirada hacía el suelo y tembló del miedo. Su madre le enseño a no confiar en nada que le pareciera desconocido pero siempre diciéndole que eran locuras hasta que le tocó vivir en carne propia toda la mentira. Ahora se encontraba en un lugar que no era lo que esperaba, había aceptado un empleo que no era así todo por ser tan amable y confiada con los demás sin conocer primero la persona.Se tomó su cabeza con sus manos y lloró en silencio — Perdón mamá —repite varias veces y limpia sus lágrimas rápido.Respira hondo para tranquilizarse, una muchacha se le acerca y la maquilla. Tenía su mirada fija en la pared frente a sus ojos mientras se dejaba hacer cosas y se la
4. Una put* más...Esa misma noche salió del lugar mientras miraba cada tanto para atrás para ver si alguien la perseguía por detrás, estaba más asustada de lo normal y temía estar sola caminando por las calles a esa hora.Ya casi amanecía, se sentía mal y quería buscar un lugar para descansar hasta la noche que le tocaba estar trabajando de nuevo. Un hostel fue el refugio perfecto. Necesitaba aunque sea una buena ducha, algún colchón y nada más. Ese lugar dio a la perfección con el apuro, se instaló re bien y paso el día ahí para después volver a trabajar.Un día tras otro de sufrimiento pero aguantando y aprendiendo de la noche. No debía tomar de los vasos ajenos, debía mantenerse callada y también intentar obedecer cada cosa que le pedían.La música comenzó a sonar,
5. Brandon.Claramente estaba sentada frente a una taza pérdida en el pasado, olvidándose de Matt y de todo lo vivido con él.Regresa al pasado sin darle tregua al presente...En ese tiempo recuerda como Brandon siempre se aparecía en el club, todas las noches sentado en el mismo lugar sin perderse nada y todas revoloteando a su lado queriendo llamar su atención. Tenía su mirada puesta en el escenario hasta que saliera a escena.Bebe varios tragos seguidos, ya habían pasado semanas desde que apareció en la gran ciudad y ya hace varios días que trabajaba para Sebastián. Sentía que de a poco iba conociendo ese mundo y aprendiendo como manejarse de todos esos hombres hambrientos de necesidad.Se había prometido jamás sacarse el antifaz frente a nadie de los hombres que asistían al club nocturno. Acomoda bien su antifaz, cierra y abre sus ojo
6. Anoche te vi.Había visto a Matt en la calle mientras hacía sus compras. No quiso cruzárselo y se escondió dentro de un local, quizás, había arruinado todo pero no tenía cabeza para arreglar las cosas con él. Prefirió esquivarlo, darse tiempo y ver lo que en verdad quería y sentía con respecto al amor.Pide un café, busca su anotador y lee una frase que la hizo volver al principio de su vida, volvió al pasado.*************************************************Ese día en el club notó a "Brandon", todas las noches veía al mismo sujeto sentado en la mesa 2 y observando su espectáculo sin decirle nada.— A veces creo que no podré soporta todo esto, Sebastián. Necesito salir de acá y debes ayudarme — dice mirándolo.Con el correr de
7. Infierno.Únicamente respiraba a su lado, todo el tiempo caminaba aquellas calles para verlo aunque sea a lo lejos para ver cómo estaba. Necesitaba de Matt pero también sabía que quería salvarse a ella misma para poder vivir y amar nuevamente. El pasado la estaba matando, se tapa la boca con sus manos y llora mientras lo ve a él sonriendo al lado de otra mujer.Se había ido de su vida.Se quedo en el ayer.Regresa a su viejo departamento llorando, golpea la puerta y se arrodilla hasta llegar al suelo. Tira el anotador en el medio del living y maldice.La página que queda abierta fue en el título "Infierno".***********************************************29 de abril del 2009, todavía recuerda como si fuese hoy esa fecha. Esa noche de sufrimiento, le tocó bailar como cualquier noche de su vida en aquel entonces.Isabella estaba
8. "Sonrisa".Año 2018.Sale corriendo cuando ve a Matt con otra mujer, llora pero se detiene cuando escucha que alguien la llama por su nombre completo.—Detente — pide.Respira hondo y seca sus lágrimas rápido, se voltea y lo ve a él parado frente a ella — ¿Qué quieres, Matt? — pregunta indiferente.Se acerca más — ¿Cómo estás?— pregunta calmado.Fue lo primero que se ocurrió después de meses de no verla, la tenía frente a él. Había pensado muchas cosas por decirle cuando la viera de nuevo pero cuando la vio así tan de repente se quedó mudo y queriendo abrazarla nuevamente. Dentro de él removió todo de nuevo, se sentía nervioso y con ganas de tenerla cerca a su cuerpo.Se abraza a ella misma — Estoy bien, supongo — responde levantan
9. Errores.Diciembre, 2010...La respuesta de Sebastián fue un sí y pensó que todo tendría solución pero todo fue peor. Pasaron los meses hasta que entendió casi todo pero ya no había marcha atrás de la decisión que había tomado hace mucho. Sin pensarlo se estaba entregando a alguien que no quería, alguien que no amaba realmente y jamás supo cómo hacerlo.Su mirada recorrió todo el lugar decorado, estaba frente al espejo de siempre y su llanto no paraba. Su maquillaje todo corrido por ese llanto al pensar lo que había hecho, se había arruinado de por vida por tomar decisiones apurada sin medir las consecuencias y ahora se veía parada frente a su reflejo más desagradable sin poder dar marcha atrás. Su mano recorre su rostro para limpiar las lágrimas negras de sus mejillas, el espejo le reflejó