4. Una put* más...
Esa misma noche salió del lugar mientras miraba cada tanto para atrás para ver si alguien la perseguía por detrás, estaba más asustada de lo normal y temía estar sola caminando por las calles a esa hora.Ya casi amanecía, se sentía mal y quería buscar un lugar para descansar hasta la noche que le tocaba estar trabajando de nuevo. Un hostel fue el refugio perfecto. Necesitaba aunque sea una buena ducha, algún colchón y nada más. Ese lugar dio a la perfección con el apuro, se instaló re bien y paso el día ahí para después volver a trabajar.Un día tras otro de sufrimiento pero aguantando y aprendiendo de la noche. No debía tomar de los vasos ajenos, debía mantenerse callada y también intentar obedecer cada cosa que le pedían.La música comenzó a sonar, se queda mirando fijamente a ese muchacho que solía venir seguido y por el cual ella se arriesgaba a bailar sensualmente. Lo ve mordiéndose el labio, se sintió un poco admirada aunque sea por lo físico. Se olvidó de la vestimenta y de los demás que la podían mirar, acomoda un poco para arriba su antifaz y se mueve sensual en ese escenario. Unos silbidos hacen que Sebastián deje de hablar, lleva su mirada hacia el escenario y la ve moviéndose para el público. Sonríe, y la observa satisfecho escuchando a los hombres enloqueciendo por esa mujer. Toma el control de todo, deja atrás todo sus miedos y saca la persona más fría y cruel olvidándose de lo que podía sentir. Baja del escenario mientras la canción sigue sonando, no para de bailar mientras toca el rostro de cada sujeto que aplaudían eufóricos. Recorre cada mesa bailándole a todos, no se deja tocar nada de su cuerpo sólo provocaba y hasta ahí no más. Sus labios rojos la hacen más provocativa, mueve su cintura mientras toca su cabello y lentamente camina hasta la mesa de ese muchacho que sonría cuando la vio cerca.Le baila mirándolo fijamente esperando que haga algo pero se queda mirando sin hablarle, sigue bebiendo de su vaso y no saca su sonrisa. Se acerca y le toca el hombro — ¡Dejemos las cosas claras. Yo tampoco busco amor contigo ! — canta al oído provocándolo.Se aleja, sigue bailándole pero ahora estaba sobre su cuerpo y cuando la canción está por terminar sale del salón caminando a la barra para pedir un trago. Levanta su mano cansada — Una cerveza — pide y baja la mano para mirar a su alrededor.Rápidamente recibe lo que pide. Alguien toca su espalda y se da vuelta para quedar frente a su jefe.Se le nota la sonrisa — Eres maravillosa — asegura.Solamente se queda en silencio y bebe de su cerveza mientras mira que unos hombres se le acercan. Se queda quieta y lo mira temerosamente a Sebastián — Sácame de aquí — pide casi en súplica.La abraza por los hombros y la lleva al camarín. Una vez que logran encontrar la tranquilidad que esperaban, se queda mirándola y ella se saca todo para ponerse ropa normal.Camina — ¿Todo ese show fue por el de la mesa 2? — pregunta.Se tapa con la campera — Sí, ¿hay algún problema con eso? — pregunta enojada. Levanta sus hombros como sin importarle lo que hacía — Fue increíble, espero ver esa mujer todas las noches. Descontrolaste a todos allá afuera — asegura.Se acerca provocativamente — Si él está, tendrás el show como hoy. Sino búscate a otra — dice y se da vuelta para quitarse todo el maquillaje.Ese día fue más agotador de lo normal. Otro día más en la noche, bebiendo un poco de más para poder soportar todo aquello que era nuevo para su vida. Aunque no podía llegar a tener amistades ahí adentro de ese club nocturno, se cubría sola y todo siempre hablado con Sebastián. Las luces se apagaron, se acomodó el antifaz como de costumbre y respiro profundamente. Cerró sus ojos, bebió un poco de vodka puro y espero que la música sonará. Su ropa era toda nueva para la ocasión, se sentía más sensual que antes y su pelo medio corto fue más cómodo. La música empezó a sonar, salió del escenario y miro a la misma mesa de siempre, lo vio sentado a ese mismo muchacho y sonrió ampliamente para sacar algo de ella que no sabía que lo tenía. Se sentía la mujer más sexy del mundo, se movió al ritmo de la música y comenzó el show de siempre pero no descanso hasta llegar a él.Movió su cintura pero está vez se arriesgo más, hace que empuje la silla para atrás y así poder sentarse encima suyo. Comienza bailándole suavemente, apoya sus manos en sus hombros y su rostro se acercó — Abrázame — pide.Nota que lentamente sube sus brazos para su cintura, lo mira fijo a los ojos y sonríe mientras le canta al oído esa misma canción que tanto le gustaba para la ocasión. No deja de moverse mientras sigue con la mirada puesta en ella como queriendo guardarse todos los momentos juntos.Le deja un beso en la mejilla y se levanta de sus piernas — Gracias — dice acariciándole la mejilla.No se aguanta y la frena antes de irse — ¿Cómo te llamas? — pregunta.Sonríe y se suelta — Puedes decirme Sam — dice.— Vendré siempre, Sam. Soy Brandon — dice acercándose.Retrocede y pone sus manos en el pecho de él — Un gusto, debo irme — asegura.No deja que todo se acabe de una vez, insiste y se acerca más mientras las personas de su alrededor gritaban muchas cosas y algunos silbaban fuerte — Te invito a tomar algo conmigo, ¿quieres? — pregunta.— No puedo..— pero la interrumpe su jefe poniéndole una mano en su espalda.Le extiende la mano — Brandon, ¿Cómo estás? — pregunta.— Muy bien y todo por ella — la señala.Sebastián la abraza por los hombros y la aprieta a su cuerpo — Es mi nueva joya del club, ¿te gusta? — pregunta riéndose.La observa de arriba hacia abajo — Me encanta — asegura.Se sentía una p**a del club, no quería quedar de esa forma y al escucharlo hablar así a ese mismo muchacho que ella misma había visto a lo lejos era peor. Quizás sintió atracción pero se equivocó.— Sebastián, la quise invitar a tomar algo pero se negó haber si la convences por mí —dice.— Ya te la traigo para ti, amigo — dice y la toma del brazo alejándola.Se suelta enojada — No me vengas a pedir que esté con él — admite con rabia.Pone su dedo en los labios — Te callas, soy tu jefe y él también — lo señala — No puedes hacer eso, ¿oíste? — pregunta.Baja su mirada y la levanta para mirándolo — No soy una put* más — dice.— Para él y para el resto de acá — señala a todos a su alrededor — Eres una cualquiera que da placer, eso métetelo en tu cabeza — golpea la cabeza suavemente.Se aleja — ¡No seré jamás una put* como todas! — grita.Le tapa la boca furioso por su rebeldía — Te lo dibujo de está forma. Sí rechazas a Brandon, considérate despedida y no me pidas nada. ¿Quedó claro? — pregunta y la suelta empujándola para atrás.Se queda paralizada pero tampoco quería perder todo por algo que podía intentarlo — Sí quedo claro, señor— dice y camina hacia la mesa donde ese joven la esperaba ansioso.****
Su primera debilidad ,el desliz que cometió al encender un fuego prohibido. Ahora se daba cuenta de lo que había encendido en el pasado sin poder volver atrás nuevamente para solucionar las cosas. Recordó como se sintió en aquel momento al ser tildada así...****
5. Brandon.Claramente estaba sentada frente a una taza pérdida en el pasado, olvidándose de Matt y de todo lo vivido con él.Regresa al pasado sin darle tregua al presente...En ese tiempo recuerda como Brandon siempre se aparecía en el club, todas las noches sentado en el mismo lugar sin perderse nada y todas revoloteando a su lado queriendo llamar su atención. Tenía su mirada puesta en el escenario hasta que saliera a escena.Bebe varios tragos seguidos, ya habían pasado semanas desde que apareció en la gran ciudad y ya hace varios días que trabajaba para Sebastián. Sentía que de a poco iba conociendo ese mundo y aprendiendo como manejarse de todos esos hombres hambrientos de necesidad.Se había prometido jamás sacarse el antifaz frente a nadie de los hombres que asistían al club nocturno. Acomoda bien su antifaz, cierra y abre sus ojo
6. Anoche te vi.Había visto a Matt en la calle mientras hacía sus compras. No quiso cruzárselo y se escondió dentro de un local, quizás, había arruinado todo pero no tenía cabeza para arreglar las cosas con él. Prefirió esquivarlo, darse tiempo y ver lo que en verdad quería y sentía con respecto al amor.Pide un café, busca su anotador y lee una frase que la hizo volver al principio de su vida, volvió al pasado.*************************************************Ese día en el club notó a "Brandon", todas las noches veía al mismo sujeto sentado en la mesa 2 y observando su espectáculo sin decirle nada.— A veces creo que no podré soporta todo esto, Sebastián. Necesito salir de acá y debes ayudarme — dice mirándolo.Con el correr de
7. Infierno.Únicamente respiraba a su lado, todo el tiempo caminaba aquellas calles para verlo aunque sea a lo lejos para ver cómo estaba. Necesitaba de Matt pero también sabía que quería salvarse a ella misma para poder vivir y amar nuevamente. El pasado la estaba matando, se tapa la boca con sus manos y llora mientras lo ve a él sonriendo al lado de otra mujer.Se había ido de su vida.Se quedo en el ayer.Regresa a su viejo departamento llorando, golpea la puerta y se arrodilla hasta llegar al suelo. Tira el anotador en el medio del living y maldice.La página que queda abierta fue en el título "Infierno".***********************************************29 de abril del 2009, todavía recuerda como si fuese hoy esa fecha. Esa noche de sufrimiento, le tocó bailar como cualquier noche de su vida en aquel entonces.Isabella estaba
8. "Sonrisa".Año 2018.Sale corriendo cuando ve a Matt con otra mujer, llora pero se detiene cuando escucha que alguien la llama por su nombre completo.—Detente — pide.Respira hondo y seca sus lágrimas rápido, se voltea y lo ve a él parado frente a ella — ¿Qué quieres, Matt? — pregunta indiferente.Se acerca más — ¿Cómo estás?— pregunta calmado.Fue lo primero que se ocurrió después de meses de no verla, la tenía frente a él. Había pensado muchas cosas por decirle cuando la viera de nuevo pero cuando la vio así tan de repente se quedó mudo y queriendo abrazarla nuevamente. Dentro de él removió todo de nuevo, se sentía nervioso y con ganas de tenerla cerca a su cuerpo.Se abraza a ella misma — Estoy bien, supongo — responde levantan
9. Errores.Diciembre, 2010...La respuesta de Sebastián fue un sí y pensó que todo tendría solución pero todo fue peor. Pasaron los meses hasta que entendió casi todo pero ya no había marcha atrás de la decisión que había tomado hace mucho. Sin pensarlo se estaba entregando a alguien que no quería, alguien que no amaba realmente y jamás supo cómo hacerlo.Su mirada recorrió todo el lugar decorado, estaba frente al espejo de siempre y su llanto no paraba. Su maquillaje todo corrido por ese llanto al pensar lo que había hecho, se había arruinado de por vida por tomar decisiones apurada sin medir las consecuencias y ahora se veía parada frente a su reflejo más desagradable sin poder dar marcha atrás. Su mano recorre su rostro para limpiar las lágrimas negras de sus mejillas, el espejo le reflejó
Regresa al pasado invierno, y recuerda parte de su vida hasta cuando se flechó con alguien desconocido que le cambió la vida de golpe.Confundió todo sin darse cuenta cuando jamás quiso que pase eso en su vida.Aunque más que una relación, lo que tenía con Sebastián era simplemente un contrato de trabajo para seguir ganando dinero a costa de ella. No le importaba tanto porque quería tener una estabilidad aunque sea un poco en su vida, por eso, soportaba todo y hasta Brandon fastidiándola.Esos meses al lado de Sebastián se transformaron en su maldición, quizás, no debió cometer el error de su vida pero no tenía salida. Le enseñó a sacrificar cosas en la vida para conseguir otras.Los días pasaron, estaba en una cárcel que ella misma no supo como salir, y el invierno le atravesaba hasta los huesos. No se rec
11.Era Julio del 2012, habían pasado muchas cosas en su vida y Sebastián siempre estuvo presente en cada etapa que atravesaba. Ya no quería vivir así, quiso regresar a su casa y ver a sus padres pero nunca pudo. Cada vez intentaba no llamar tanto a su familia, no quería seguir mintiendo y terminó la relación alejándose de todo ese mundo para no lastimar a nadie con sus mentiras.Se estaba preparando para salir a la calle pero la frena Sebastián tomándola del brazo — ¿Es necesario que salgas justo hoy? — pregunta.Saca las manos de él y acomoda su ropa — Quiero irme un poco de este lugar — asegura.Levanta sus manos — Eres libre pero en una hora quiero verte acá — exige.Se acerca a su rostro — Vete a la mierda — dice enojada.Últimamente estaba siendo controlada más que antes &nbs
12. Pasado juntos.Se llevó un dedo a la boca, sonrió al verlo justo a su lado. No entendía bien que le ocurría cada vez que ese hombre se le acercaba pero si estaba segura que con sólo una mirada podía hacerla enloquecer. En un juego de manos rápidamente hace que le haga un lugar para poder sentarse arriba de sus piernas, la música sigue sonando y disfruta de las manos frías en su cintura de ese hombre. Hace su cabeza hacia atrás apoyándose en su hombro, sonríe y el antifaz sigue en su lugar.Las caricias entre los dos no tenían control, tampoco importó en qué lugar estaban menos la mirada ajena. Apoyo su boca en el oído y gime — Me enloqueces — susurra.Mordió su labio inferior y sonríe mientras la música seguía sonando. Baja su mano hacía la pierna de él, se queda ahí pidi&