5. Brandon.
Claramente estaba sentada frente a una taza pérdida en el pasado, olvidándose de Matt y de todo lo vivido con él.Regresa al pasado sin darle tregua al presente...
En ese tiempo recuerda como Brandon siempre se aparecía en el club, todas las noches sentado en el mismo lugar sin perderse nada y todas revoloteando a su lado queriendo llamar su atención. Tenía su mirada puesta en el escenario hasta que saliera a escena.Bebe varios tragos seguidos, ya habían pasado semanas desde que apareció en la gran ciudad y ya hace varios días que trabajaba para Sebastián. Sentía que de a poco iba conociendo ese mundo y aprendiendo como manejarse de todos esos hombres hambrientos de necesidad.Se había prometido jamás sacarse el antifaz frente a nadie de los hombres que asistían al club nocturno. Acomoda bien su antifaz, cierra y abre sus ojos, respirando hondo varias veces. Mueve sus manos y hombros para relajarse — Aguanta —se susurra a ella misma.Alguien toca su hombro hace que se gire para ver a esa persona. Nota que es su compañera de trabajo — Brandon está que muere por verte — dice sonriendo.La empuja hacia atrás — Vete a la mierda— responde enojada.Le entrega otro trago — Si quieres salir de este lugar, Brandon es tu mejor opción y debes aprovecharlo ahora— asegura.Se lo bebe de un solo sorbo, tose y se tapa la boca. La mira fijamente— ¿Pretendes qué lo usé como salida?— pregunta.La abraza por los hombros— Acá solo tienes que buscar una salida, nada de oportunidades y es tu turno, Sam— dice.Se ríe y la observa que estaba más sería de lo común— No, Isabella. No lo haré y menos con Brandon— dice negando.Jamás fueron amigas ni compañeras sólo se veían a veces, Sam no era de tener ningún tipo de amistad con una persona y prefiere seguir en esa posición.La música suena, las personas que estaban esperando algo que suceda gritan y silban desesperados. La canción comienza a sonar, bebe el último trago y sale a escena. Se mueve al ritmo de la música, cierra sus ojos y se toca el cabello con sus manos, juega lentamente mientras los provoca y sonríe. Había cambiado su vestimenta para llamar la atención, la música también y baila lentamente para que no saquen los ojos de ella.Recorre las mesas, Isabella la observaba como se movía y no podía creer lo que estaba viendo. La conocía de una forma y ahí afuera era otra persona. No deja que nadie le toque más de lo que ella permitía que eran sus manos y podía sonreír con sus labios rojos para cautivarlos más rápido. Su mirada puesta en las manos de los hombres que querían tocarla para tomar preocupaciones. Mueve su cintura mientras está frente a la mesa de él, pone un dedo en su boca y sonríe para enloquecerlo más de lo que estaba. Hace una seña con su dedo para que se acerque pero ella niega jugando para seguir bailando libremente, la canción que sonaba la atrapaba más y bailaba sin parar. Apoya sus manos en la mesa, lo mira a los ojos y mueve sus caderas. Se gira para darle la espalda, observa el encaje que tenía y como se movía. Lleva una mano a su cabeza y con la otra bebe de su trago. La música se acaba y ella también se retira a la barra como ya era de costumbre, habla con Sebastián y le exige cosas.— Necesito más ropa, Sebastián— reprocha.Levanta su mano para que se calle — No y no— responde cortante.Se apoya en su hombro poniéndole caritas para ver si su jefe podía hacer eso por la ropa que necesitaba — Necesito ropa para todas las noches, por favor — ruega.Una tos hace que los dos se volteen a ver quién era. Ahí estaba Brandon con sus manos en los bolsillos, sonriendo y no dice nada.Se adelanta hasta donde está— Brandon, no sabía— lo interrumpe.Lo esquiva— Tendrás tu ropa y todo lo que pidas— asegura.Sonríe y no lo puede creer— ¿Lo dices de verdad?— pregunta emocionada por lo que le decía.— Si, y espero que Sebastián sepa darte todo por mi. Total yo pago— dice sonriendo.No aguanta más y corre hacia él para terminar abrazándolo— Eres el mejor— dice mientras le deja unos besos en la mejilla.Cuando se da cuenta de lo que estaba haciendo, lo suelta y se acomoda la poca ropa que llevaba puesta. Hace todo su cabello hacia atrás, Sebastián los mira y se enoja demasiado con las actitudes inmanejables de ella. Se golpea la frente y sonríe para disimular las cosas.Brandon no dice nada y la abraza de la cintura— No te alejes— susurra y besa su mejilla.Sam sonríe y observa que Sebastián estaba más relajado cuando vio ese acto de parte de Brandon — ¿Entonces cómo haremos ?— pregunta.— Mañana está preciosura ira de compras y después me pasas el ticket de los gastos, ¿bien?— dice mirándolo.Se suelta de los brazos— No hace falta— dice negando con la cabeza.— Te compras todo lo que necesitas y no se discute eso, ¿quedó claro?— pregunta mirándolos a los dos.Asisten con la cabeza y se quedan paralizados cuando lo ven irse como si nada. Sam mira a Sebastián cómo pidiéndole una explicación de lo sucedido.— No me mires a mi, no lo conozco mucho a ese tipo— asegura.Lo toma del cuello con mucha bronca— No seré su amante, oíste. Intenta dejárselo claro— lo amenaza.Sebastián tose y se toca el cuello— Estás loca— dice.Acomoda su antifaz— No me conociste loca todavía, Sebastián— dice señalándolo con el dedo.Ese día había sido largo, ya no vivía en el hostel porque con lo que ganaba en las noches pudo alquilarse un departamento con todas las comodidades. Fue feliz ese instante que pudo tener algo sin depender de otros, se pasaba el día ahí y la noche en el club. No quiso comprarse nada de lo que Brando quería, no le importaba su dinero y no iba a caer en los pies de ese hombre.Se lo cruza en el pasillo— ¿Vas a estrenar la ropa nueva?— pregunta sonriendo.— No necesito tu dinero y menos tus comentarios— dice enojada.La toma de la mano fuerte— Vas a desear que te hagas otros comentarios, princesa— dice mirándola.Lo empuja para que la suelte— Púdrete— dice.Se acerca su rostro— Sólo si te pudres conmigo— susurra.— Vete al carajo— dice enojada.Se ríe de la reacción y la suelta— Serás más que una bailarina de este lugar, ya lo verás— dice tirándole un beso y yéndose.6. Anoche te vi.Había visto a Matt en la calle mientras hacía sus compras. No quiso cruzárselo y se escondió dentro de un local, quizás, había arruinado todo pero no tenía cabeza para arreglar las cosas con él. Prefirió esquivarlo, darse tiempo y ver lo que en verdad quería y sentía con respecto al amor.Pide un café, busca su anotador y lee una frase que la hizo volver al principio de su vida, volvió al pasado.*************************************************Ese día en el club notó a "Brandon", todas las noches veía al mismo sujeto sentado en la mesa 2 y observando su espectáculo sin decirle nada.— A veces creo que no podré soporta todo esto, Sebastián. Necesito salir de acá y debes ayudarme — dice mirándolo.Con el correr de
7. Infierno.Únicamente respiraba a su lado, todo el tiempo caminaba aquellas calles para verlo aunque sea a lo lejos para ver cómo estaba. Necesitaba de Matt pero también sabía que quería salvarse a ella misma para poder vivir y amar nuevamente. El pasado la estaba matando, se tapa la boca con sus manos y llora mientras lo ve a él sonriendo al lado de otra mujer.Se había ido de su vida.Se quedo en el ayer.Regresa a su viejo departamento llorando, golpea la puerta y se arrodilla hasta llegar al suelo. Tira el anotador en el medio del living y maldice.La página que queda abierta fue en el título "Infierno".***********************************************29 de abril del 2009, todavía recuerda como si fuese hoy esa fecha. Esa noche de sufrimiento, le tocó bailar como cualquier noche de su vida en aquel entonces.Isabella estaba
8. "Sonrisa".Año 2018.Sale corriendo cuando ve a Matt con otra mujer, llora pero se detiene cuando escucha que alguien la llama por su nombre completo.—Detente — pide.Respira hondo y seca sus lágrimas rápido, se voltea y lo ve a él parado frente a ella — ¿Qué quieres, Matt? — pregunta indiferente.Se acerca más — ¿Cómo estás?— pregunta calmado.Fue lo primero que se ocurrió después de meses de no verla, la tenía frente a él. Había pensado muchas cosas por decirle cuando la viera de nuevo pero cuando la vio así tan de repente se quedó mudo y queriendo abrazarla nuevamente. Dentro de él removió todo de nuevo, se sentía nervioso y con ganas de tenerla cerca a su cuerpo.Se abraza a ella misma — Estoy bien, supongo — responde levantan
9. Errores.Diciembre, 2010...La respuesta de Sebastián fue un sí y pensó que todo tendría solución pero todo fue peor. Pasaron los meses hasta que entendió casi todo pero ya no había marcha atrás de la decisión que había tomado hace mucho. Sin pensarlo se estaba entregando a alguien que no quería, alguien que no amaba realmente y jamás supo cómo hacerlo.Su mirada recorrió todo el lugar decorado, estaba frente al espejo de siempre y su llanto no paraba. Su maquillaje todo corrido por ese llanto al pensar lo que había hecho, se había arruinado de por vida por tomar decisiones apurada sin medir las consecuencias y ahora se veía parada frente a su reflejo más desagradable sin poder dar marcha atrás. Su mano recorre su rostro para limpiar las lágrimas negras de sus mejillas, el espejo le reflejó
Regresa al pasado invierno, y recuerda parte de su vida hasta cuando se flechó con alguien desconocido que le cambió la vida de golpe.Confundió todo sin darse cuenta cuando jamás quiso que pase eso en su vida.Aunque más que una relación, lo que tenía con Sebastián era simplemente un contrato de trabajo para seguir ganando dinero a costa de ella. No le importaba tanto porque quería tener una estabilidad aunque sea un poco en su vida, por eso, soportaba todo y hasta Brandon fastidiándola.Esos meses al lado de Sebastián se transformaron en su maldición, quizás, no debió cometer el error de su vida pero no tenía salida. Le enseñó a sacrificar cosas en la vida para conseguir otras.Los días pasaron, estaba en una cárcel que ella misma no supo como salir, y el invierno le atravesaba hasta los huesos. No se rec
11.Era Julio del 2012, habían pasado muchas cosas en su vida y Sebastián siempre estuvo presente en cada etapa que atravesaba. Ya no quería vivir así, quiso regresar a su casa y ver a sus padres pero nunca pudo. Cada vez intentaba no llamar tanto a su familia, no quería seguir mintiendo y terminó la relación alejándose de todo ese mundo para no lastimar a nadie con sus mentiras.Se estaba preparando para salir a la calle pero la frena Sebastián tomándola del brazo — ¿Es necesario que salgas justo hoy? — pregunta.Saca las manos de él y acomoda su ropa — Quiero irme un poco de este lugar — asegura.Levanta sus manos — Eres libre pero en una hora quiero verte acá — exige.Se acerca a su rostro — Vete a la mierda — dice enojada.Últimamente estaba siendo controlada más que antes &nbs
12. Pasado juntos.Se llevó un dedo a la boca, sonrió al verlo justo a su lado. No entendía bien que le ocurría cada vez que ese hombre se le acercaba pero si estaba segura que con sólo una mirada podía hacerla enloquecer. En un juego de manos rápidamente hace que le haga un lugar para poder sentarse arriba de sus piernas, la música sigue sonando y disfruta de las manos frías en su cintura de ese hombre. Hace su cabeza hacia atrás apoyándose en su hombro, sonríe y el antifaz sigue en su lugar.Las caricias entre los dos no tenían control, tampoco importó en qué lugar estaban menos la mirada ajena. Apoyo su boca en el oído y gime — Me enloqueces — susurra.Mordió su labio inferior y sonríe mientras la música seguía sonando. Baja su mano hacía la pierna de él, se queda ahí pidi&
13. MamáNo sabía cómo hacer para seguir ocultando su verdadera identidad frente a sus seres queridos que quería saber de su vida en aquella ciudad.Una llamada la hace entrar en nervios — ¿Mamá? — pregunta nerviosa.Del otro lado se escucha una persona respirando — Hija, ¿Cómo estás? — pregunta.— Bien mamá. ¿Puedo llamarte en un rato? — pregunta nerviosa.— Si, mi niña — dice.Corta el teléfono. No lo quería seguir haciendo, ya no quería mentirle a su madre porque confiaba plenamente en ella. Muerde sus uñas de una forma desesperada para no mandarse al frente con su madre, respira hondo y acomoda su ropa para salir al escenario nuevamente.Se golpea suave las mejillas — Concéntrate — se dice a ella misma.Esa noche debía seguir fingiendo, aunque toda