El teléfono sonada de manera insistente. Viggo estaba envuelto en un mar de emociones junto a Lara y se negaba a soltarla, pero sabía que algo debía de estar ocurriendo.Con un poco de molestia contestó el teléfono, la persona del otro lado sería víctima de toda su furia pero…el llanto desesperado de su hermana lo dejó helado. Anastasia trataba de decir algo, pero estaba demasiado conmocionada por lo que le costaba tan siquiera respirar._ Ana tranquila _ dijo Lara que había escuchado y reconocido a su amiga y había tomado el teléfono de su marido _ solo respira, necesito que te mantengas en línea, nosotros rastreamos la llamada _ dijo ella nuevamente al ver que del otro lado no salían palabras._ Clínica Central _ fueron las únicas palabras que ella pudo decir _ Fabricio _ es lo que alcanzó a pronunciar antes de que la comunicación se interrumpiera.En el acto tanto Viggo como Lara comenzaron a vestirse. Estaban muy nerviosos, pero también sabían que debían de mantener la calma, era
Mina estaba desesperada, ella quería terminar con la vida de Anastasia y su hijo. La seguía siempre a todos lados y justo en ese momento que consideró que era su oportunidad, Fabricio tenía que interponerse y salir herido. Eso no era para nada su intención y ahora no sabía muy bien qué hacer.Ella sentía una opresión en el corazón por no saber cómo estaba su hombre, porque él le pertenecía y esa maldita mujer se había interpuesto en su camino. Ahora tenía más ansias de matarla, pero la haría sufrir. Por el momento necesitaba un refugio, necesitaba buscar ayuda y sabía que las personas indicadas serían Ana y Amelia. Ellas odiaban a Lara Kovacs y estaba segura de que la ayudarían. Aunque el trato que habían hecho no era ese, pero, ni modo, ella vio la oportunidad y quiso aprovecharla.Con las manos temblorosas tomó su teléfono para realizar una llamada. Necesitaba un lugar urgente en el que ocultarse y luego de eso buscar ayuda para poder terminar con el trabajo que no había podido hace
Unos días habían transcurrido desde el intento de asesinato. Viggo estudiaba los informes que había recibido de parte de sus hombres. Estaba un tanto sorprendido por lo que habían descubierto. Era algo que nunca se había imaginado, esas tres mujeres no sabían en lo que se estaban metiendo._ Amor _ dijo con sensualidad Lara _ ¿qué has descubierto? _ pregunto con su melodiosa voz._ Ven pequeño ángel, esto es realmente muy curioso e interesante _ dijo el hombre con una sonrisa besando el cuello de su esposa mientras que la sentaba en su regazo.Ella comenzó a leer todo lo que se decía en esos papeles y era realmente algo descabellado._ Esas mujeres no son más idiotas porque les falta tiempo _ dijo Lara sonriente _ ¿creo que es hora de poner el anzuelo? _ agregó sonriente.Viggo pensaba que su esposa era un hermoso y pequeño ángel frágil y hermoso, pero había descubierto que si se lo proponía podía ser un pequeño demonio y eso…lo enamoraba más.Él siempre consideró que no se debía de t
Fabricio por fin había vuelto a abrir sus ojos. Estaba aún muy pálido, pero su condición era buena. Junto a él, recostada en un mullido sofá se encontraba Anastasia. Una sonrisa se dibujó en su rostro, estaba feliz de que ella estuviera bien, su hermoso vientre era prueba de ello.La joven comenzó a moverse, como presintiendo que alguien la observaba y al abrir los ojos vio la hermosa mirada que tanto amaba. Su Fabricio al fin había despertado. Ella no lo dudó y se lanzó a sus brazos, amaba a ese hombre y ya no podía seguir apartada de él, después de todo no solo era el padre de su hijo, sino también el hombre que casi muere por salvarla a ella y su bebé._ ¡Mi amor! _ dijo con alegría infinita _ ¡por fin despiertas! _ agregó con absoluta felicidad._ Mi niña hermosa _ la voz de Fabricio salió con dificultad, había pasado un par de días dormido y su garganta estaba reseca.Ella se lanzó a abrazarlo mientras hundía su rostro en el cuello del hombre, había tenido demasiado temor de no p
Anastasia había esperado pacientemente hasta poder tener a su presa en su poder. Sacarla de la casa del abuelo no era algo sencillo, tenían que tener cuidado porque no sabían si el hombre la protegería, por lo que debían actuar con cautela.Viggo tenía un hombre infiltrado entre la custodia del anciano desde hacía años. Era necesario después de ver todo lo que ese hombre era capaz de hacer, nunca sintió confianza en él después de todo._ Bienvenida Mina _ dijo la joven de manera burlona _ espero que estés disfrutando de nuestra hospitalidad _ agregó con una cínica sonrisa._ ¡Por favor, déjenme ir! _ gritó nuevamente la adormecida mujer _ juro que nunca más volveré a estar frente a ustedes, solo me iré muy lejos _ aseguraba llorando de manera lastimera._ ¡Oh! ¿Es así? _ dijo Anastasia acariciando su mentón como si estuviera considerando lo que la otra decía._ ¡Fabricio! _ gritó ahora Mina viendo al que ella consideraba su amor _ Mi Fabri no dejes que esta loca mujer me lastime, mira
Aarón llegaba muy cansado a la Villa. Ese día había sido demasiado agotador, en realidad las últimas semanas habían sido agotadoras. Le estaba costando demasiado lograr mantener a flote tanto Industrias Miller como Holt. Él era muy bueno en los negocios, pero había sufrido de los ataques constantes, tanto de Viggo como de los Kovacs. Suspiraba entre frustrado y feliz, ese día había logrado algunos contratos destacables que lo ayudarían a salir un poco del pozo.Viggo había decidido dejar de asfixiar la compañía de su abuelo, ahora estaba seguro de que el anciano recibiría un castigo mucho mayor que la pérdida de esa compañía, y es que de la manera en que las cosas se estaban desarrollando era claro que vendrían duros golpes para él.Tras atravesar la puerta de su habitación, Aarón se encontró con algo que no esperaba ver en lo más mínimo. Acostada sobre su cama, con una diminuta lencería cubriendo su cuerpo, aunque no su abultado vientre, se encontraba Amelia que no había logrado que
Hay momento en la vida que son mágicos, momentos en los que piensas que todo aquello que querías está por fin al alcance de la mano. Son esos momentos los que causan gran expectación, y también gran alegría.Ese era el momento que tanto Arturo como Franco estaban viviendo. Ellos habían deseado con desesperación a Lara en cuanto la vieron y no soportaban la idea de no poder tenerla. Franco intentó con su sustituta, después de todo ella estaba al alcance de la mano, pero no sirvió. Cuando estaba con Amelia solo podía pensar en la rubia que le robaba el aliento y lo volvía loco.Es así como ambos ingresaron en la bodega considerando que por fin, aquello que tanto querían, se haría posible. Incluso habían hecho un juego para ver quien iría primero, y el feliz ganador caminaba a paso decidido y firme al lugar, seguido por el otro que no quería perderse el espectáculo.Fue solo un momento…unos segundos, entrar y ver y comprender…que todo lo que creían cierto era una vil y vulgar mentira.At
Dicen que lo inesperado es lo que nos cambia la vida, y eso era lo que en ese momento le ocurría a Arturo y Franco. Ellos pensaban que iban a salirse con la suya, que iban a lograr abusar de Lara y cometer todas las atrocidades que se les había ocurrido, y en cambio, se encontraron con que ellos serían las presas de unos hombres grandes, fuertes y muy libidinosos que los miraban con ganas de devorarlos._ ¡Esperen!…no lo hagan _ gritó Franco desesperado _ esto es un delito, no pueden hacernos nada, irán presos _ decía intentando persuadir.Lara y Viggo escuchaban los gritos desgarrados mientras se encaminaban a la puerta. Les parecía irónico como estos hombres ahora apelaban a la ley y la justicia cuando ellos habían sido los que planeaban secuestrar a Lara para abusar de ella a gusto y placer.Ellos caminaron con calma, los gritos se hicieron cada vez más desgarradores, hasta que, ya una vez sobre el auto se dejaron de escuchar._ ¿Estás bien mi amor? _ preguntó Viggo observando a su