Hay momento en la vida que son mágicos, momentos en los que piensas que todo aquello que querías está por fin al alcance de la mano. Son esos momentos los que causan gran expectación, y también gran alegría.Ese era el momento que tanto Arturo como Franco estaban viviendo. Ellos habían deseado con desesperación a Lara en cuanto la vieron y no soportaban la idea de no poder tenerla. Franco intentó con su sustituta, después de todo ella estaba al alcance de la mano, pero no sirvió. Cuando estaba con Amelia solo podía pensar en la rubia que le robaba el aliento y lo volvía loco.Es así como ambos ingresaron en la bodega considerando que por fin, aquello que tanto querían, se haría posible. Incluso habían hecho un juego para ver quien iría primero, y el feliz ganador caminaba a paso decidido y firme al lugar, seguido por el otro que no quería perderse el espectáculo.Fue solo un momento…unos segundos, entrar y ver y comprender…que todo lo que creían cierto era una vil y vulgar mentira.At
Dicen que lo inesperado es lo que nos cambia la vida, y eso era lo que en ese momento le ocurría a Arturo y Franco. Ellos pensaban que iban a salirse con la suya, que iban a lograr abusar de Lara y cometer todas las atrocidades que se les había ocurrido, y en cambio, se encontraron con que ellos serían las presas de unos hombres grandes, fuertes y muy libidinosos que los miraban con ganas de devorarlos._ ¡Esperen!…no lo hagan _ gritó Franco desesperado _ esto es un delito, no pueden hacernos nada, irán presos _ decía intentando persuadir.Lara y Viggo escuchaban los gritos desgarrados mientras se encaminaban a la puerta. Les parecía irónico como estos hombres ahora apelaban a la ley y la justicia cuando ellos habían sido los que planeaban secuestrar a Lara para abusar de ella a gusto y placer.Ellos caminaron con calma, los gritos se hicieron cada vez más desgarradores, hasta que, ya una vez sobre el auto se dejaron de escuchar._ ¿Estás bien mi amor? _ preguntó Viggo observando a su
Ese día ellas decidieron que no harían ninguna visita. Estaban convencidas de que lo mejor sería dejarlos descansar, era bueno darles un poco de esperanza, aunque solo sería un poco ya que al día siguiente volverían por ellos.La muestra de cabello fue llevada al laboratorio, también tenían una de Esmeralda, solo faltaba la del anciano y de obtenerla se debía encargar el propio Viggo. El viejo Holt no permitía que nadie ingresara a su casa, por lo que no había podido infiltrar a ninguno de sus hombres dentro de la Villa, solo había logrado que ingresaran como personal que custodia el perímetro y ellos jamás lograban acercarse a Honorato.El viejo Holt bebía un delicioso café mientras que escuchaba los informes de Aarón sobre la marcha de los negocios. El anciano escuchaba atento, al parecer su nieto lo había dejado de lado, por lo menos por un tiempo, ya que no seguían recibiendo sus fuertes ataques comerciales.Si hay algo que tenía que reconocer el hombre era que Aarón era muy hábil
Mina llevaba días encerrada en ese sucio lugar. Ella estaba en un estado más que lamentable, sus heridas estaban sucias y llenas de humedad, lo que significaba que una fuerte infección comenzaría a carcomerla dentro de poco, literalmente, ella comenzaría a pudrirse. El olor era nauseabundo, y las moscas pululaban por todo el lugar posándose descaradamente en su cuerpo y en sus heridas sangrantes. El horror vivido la hacía llorar de manera descontrolada, sumado al profundo dolor que sentía tanto por las ataduras, como por los golpes y la tortura recibida dos días antes.Quería morir, ansiaba la muerte como nunca antes ansió otra cosa. Seguir con vida era una constante tortura y ella ya no quería que continuaran jugando con su cuerpo de esa manera. Cerró los ojos con fuerza, quizá si lo hacía al abrirlos descubriera que todo no había sido más que una espantosa pesadilla, pero al abrirlos seguía allí, bañada de sus propios deshechos, oliendo a ellos y llena de insectos que habían hecho d
El karma había llegado a la vida de estos hombres de una manera increíblemente dolorosa. Ellos, que se creían intocables, inmortales, dioses de los destinos de los más débiles, estaban recibiendo un poco de todo lo que habían hecho. Esto solo era una pizca, una nimiedad, al lado del daño que ellos habían infringido en otros. Hombres, mujeres y niños habían padecido bajo el influjo de la mafia que Franco y Arturo Puentes comandaban. Ellos no eran los más poderosos, pero sí eran muy prolíficos y habían logrado extender en gran manera sus dominios. Se habían logrado posicionar y comenzaban a ser respetados por todos, justo antes de que todo terminara de esta manera.Arturo sintió una mirada intensa sobre él. Con mucho cuidado, intentando mover lo menos posible su adolorido cuerpo. Abrió los ojos y buscó fijar la vista en la persona que se encontraba en esa habitación. Cuando por fin lo consiguió se encontró con el rostro sarcástico de ella. Sus hermosos ojos esmeralda lo recorrían de arr
Los destinos de Mina, Franco y Arturo habían sido sellados por su propia maldad. La familia Miller estaba preocupada por su hijo menor, pero también estaban acostumbrados a que desapareciera sin dejar rastros por lo que no se sorprendieron de que se haya marchado tan de repente, pensaban que en cualquier momento haría su arribo en el lugar como siempre ocurría.Amelia y Ana estaban más que molestas. Todos sus planes e intentos por deshacerse de Lara y Anastasia habían fracasado y ellas seguían siendo el hazmerreír de todo el mundo.Las imágenes del último encuentro se habían virilizado e innumerables memes con la foto de unos pajarracos bulliciosos con el rostro de Amelia y Ana circulaban por todos los sitios de humor y todas las redes sociales. Ellas eran conocidas como las hurracas molestas y así las fotografiaban en la calle, ocasionando que no pudieran moverse un solo centímetro fuera de la Villa. La situación era verdaderamente graciosa para todos, menos para ellas dos.Aarón se
Todo ocurre por alguna razón, aún aquello que creemos es producto de la casualidad, ya que la vida es un delicado entramado de casualidades; en cada giro inesperado reside la esencia de nuestra existencia, recordándonos que en lo fortuito también se encuentra el sentido.Honorato se encontraba sentado en su cómodo sofá. Los últimos días habían sido bastante extenuantes para él que no dejaba de reproducir en su mente una y otra vez los sucesos con su amada, que ahora no sabía si era Esmeralda o gema o quién diablos era la mujer que le había robado el alma y luego lo había abandonado como si él nunca hubiera importado.Ya habían pasado los días necesarios como para que el resultado estuviera listo, pero él no sabía si quería conocer la verdad, no estaba seguro de poder aceptar el hecho de que la mujer que añoraba no era la que había compartido su cama durante los tiempos que pasaron juntos, y que solo era una casualidad de la vida que su hermana se haya casado con Laureano Kovacs.Él ha
La vida es corta, y suele estar llena de sorpresas y de situaciones inesperadas que son definitivamente un quiebre para los que no saben de qué manera reaccionar a ellas.Eso es lo que le ocurría a Amelia en ese momento. Todo lo que conformaba el mobiliario de su habitación estaba siendo destrozado en ese momento. Ella estaba desesperada y no sabía de qué manera procesar lo que le habían dicho hace tan solo unos minutos.Había desgarrado sus ropas y arañado su rostro, la locura se estaba apoderando de su ser y no sabía cómo procesar todo, y solo una idea llegaba a su mente: “todo era una vil mentira” Su abuela jamás le habría mentido de esa manera, ella era una mujer dulce y buena, no tenía ningún tipo de maldad en su interior y decir mentiras era algo que no podía tolerar.Ahora un desquiciado brillo llegó a sus ojos. La joven mujer estaba perdiendo inevitablemente la cordura y por su mente se reproducían algunas imágenes que se entremezclaban entre sí._ Mi niña…Laureano Kovacs es e