Viggo ingresó a la habitación de su esposa. Ella estaba aún dormida, su rostro se veía pálido, pero tranquilo. Había sufrido bastante y estaba demasiado cansada por el esfuerzo ya que sus apresurados retoños habían nacido de manera natural, por lo que ahora descansaba plácidamente. Ella podría ver a los bebes en cuanto abriera los ojos, después de todo la voz y el calor de mamá podría ayudar a que ellos se recuperaran de la mejor manera y lo más pronto posible.Viggo solo se sentó en silencio en la silla que estaba junto a su cama y la observó durante algún tiempo. Estaba sufriendo, pero su padre tenía razón, ahora debía estar más fuerte que nunca para poder sostenerla a ella y juntos salir adelante._ Vig…Viggo _ se escuchó una tenue voz en la sala _ Viggo…mis bebes _ dijo ahora Lara tocando su vientre que ya no se sentía tan abultado._ Tranquila mi pequeño ángel…ellos están en la incubadora _ él ni iba a mentirle, pero quizá no era necesaria toda la verdad _ ellos ya nacieron, pero
_ Es mi culpa _ dijo Esmeralda aún abrazada al pecho de su marido _ todo esto es mi culpa _ repetía una y otra vez sin cesar._ Shhh _ calmaba su marido con cariño _ en todo caso es culpa de los dos…yo jamás imaginé que pudiera pasar algo así…no sé si ellos entenderán nuestras razones y si podrán perdonarnos por este engaño…Mientras que el hombre hablaba la puerta fue abierta de golpe y una sombría figura ingresó por ella. Viggo miraba a ambos ancianos tirados en el suelo y sentía que las cosas eran aún más complicadas de lo que él estaba vislumbrando._ Quisiera que me expliquen… ¿Cuál engaño? _ dijo con el ceño fruncido y la mirada oscurecida.Laureano observó detenidamente a su esposa y soltó un sonoro suspiro, las cosas habían llegado demasiado lejos, su intento de proteger y desenmascarar había dado resultados diametralmente opuestos a los esperados._ ¿Has escuchado la frase: “mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca”? _ preguntó el viejo y Viggo sintió que algo
Los días habían transcurrido con aparente calma. Lara y Amelia aún permanecían internadas, aunque ellas no se cruzaron en ningún momento en el sector de neonatología y es que Amelia no se había dignado en ver a sus bebes en ningún momento. Sus niñas ya estaban muy bien, con peso óptimo por lo que se calculaba que en escasos dos días más le darían el alta.Los gorditos de Lara estaban creciendo a pasos agigantados. Su preciosa madre y su padre iban cada tres horas a verlos, como lo habían acordado con el neonatólogo. Ellos les hablaban y los mimoseaban, todo lo que fuera necesario para que los retoños estén convencidos de que sus padres los aman con locura.Aarón estaba impaciente, esperaba con ansias el resultado del ADN, el problema es que estaba seguro de que si era positivo sería obligado a casarse con Amelia y eso no lo convencía en demasía. Lo que él no sabía es que ella tampoco estaba feliz con eso, en realidad, en ese momento, no le interesaba en lo más mínimo casarse con él. E
Los días corrían rápido. Todos estaban enfocados en sus respectivas circunstancias. Había muchos problemas que resolver y demasiadas situaciones difíciles que requerían de atención inmediata.Esmeralda se había mantenido junto a Amelia y separada de la familia. Incluso se había mudado a un hotel durante esos días. Había tenido que escabullirse para poder ver a sus nietos y estar junto a su marido y Viggo, quien ya estaba involucrado en toda la situación. Ellos habían buscado información y encaminado la investigación en la dirección adecuada. Cada paso que daban descubrían más y más atrocidades cometidas por ese hombre, pero no lograban llegar al centro de la situación y ese era el por qué. Sabían que había desprecio, sabían que había ambición, sabían que había sed de venganza…lo que no sabían era el motivo, pero ahora tampoco les importaba, solo necesitaban encontrarlo y destruirlo…nada más que eso.Mientras esto ocurría con ellos, entre las sombras se habían comenzado a desplegar los
Aarón había llegado con premura a La Dorada. Estaba desesperado por contar aquello que sabía y lo que había visto. Esperaba que en el lugar hubiera un imponente despliegue de seguridad, pero lo que se encontró fue aún mayor.Un ejército completo se había apostado en la zona y hombres fuertemente armados custodiaban todo. Le fue difícil, casi imposible que le permitieran el ingreso, pero finalmente lo consiguió._ Señor Miller creo que no ha elegido el mejor momento para realizar visitas de cortesía _ le dijo Baltasar en cuanto lo vio._ Mi visita no es de cortesía…yo vi todo…escuché a Amelia…_ las palabras se le habían atorado en la garganta y el miedo que sentía en ese momento lo había paralizado. Nunca en su vida se imaginó ver una escena así. Parecía todo sacado de una película de acción, pero no lo era…eso era peor que una película de acción y lo peor es que era su propia vida.Baltasar lo observó con detenimiento, no estaba seguro de si podía o no confiar en ese hombre, después de
Fernando Escobedo observaba con un profundo odio, mezclado con ira y una intensa sed de venganza a los dos espectadores de su extensa explicación. Su relato había tocado las fibras más íntimas de su ser, pero aun así había sentido un profundo placer al contar todo aquello. Sentía que se liberaba un poco de todo lo que lo había aquejado durante tantos años.Lara y Viggo lo miraban con detenimiento, pero ambos estaban seguros de algo y eso es que ese hombre había sido cruelmente engañado, lo peor es que, estaban también convencidos, de que había hecho cosas atroces con tal de conseguir su tan ansiada venganza._ Ahora que ya saben el porqué de todo esto, y culpa de quién es que van a sufrir…llegó la hora _ dijo con burla y mirando fijamente a sus hombres como para darle una orden.Uno de los hombres que se encontraba en el lugar dio un paso al frente, ya todos sabían perfectamente bien qué era lo que tenían que hacer, pero en ese momento se escuchó un murmullo junto con un movimiento ba
La noche había caído por fin. En la habitación de neonatología vip dos hermosos gemelos eran amorosamente cuidados por una anciana que en su momento fue una mujer más que hermosa y ahora era una dulce y elegante bisabuela. Junto a ella dos enfermeras permanecían alertas encargadas de todo lo que se les pudiera ofrecer a los dos retoños de las familias Holt y Kovacs._ Señora Esmeralda ¡estos son los dos bebés más hermosos que he visto! _ dijo una de las muchachas mientras que se agarraba la cara en señal de admiración y asombro._ Lo se mi niña…mis bisnietos son todos una preciosura _ contestó la mujer con una enorme sonrisa.Esmeralda y Laureano Kovacs tuvieron que enfrentar días antes el juicio de toda la familia en pleno. Ellos habían cometido un error muy grave y que había provocado una, casi desgracia.Viggo fue el que organizó esa reunión familiar en cuanto a Lara le dieron el alta y el que obligó a los dos ancianos a dar la cara. Realmente se habían comportado como dos niños y n
Esa misma noche Lara y Viggo dormían abrazados en su cama, con la cuna de sus dos hijos a su lado. Tras la larga conversación con Escobedo habían ido al hospital a buscarlos. Ya el peligro, no tan peligroso que representaba ese hombre estaba neutralizado, aunque aún quedaba un capítulo por cerrar en esta intrigante trama que había ideado el hombre más vil que habían podido conocer en su vida.Lara no podía entender cómo era que las cosas habían sucedido de esa manera. Ese ser era verdaderamente despreciable, nunca en su vida pensó en que llegaría a conocer a alguien tan ruin como para hacer ese tipo de cosas._ Mi pequeño ángel…debes descansar un poco o nuestros retoños despertarán a comer y no habrás logrado dormir nada _ dijo Viggo abrazándola con fuerza _ solo déjalo ser…él tendrá lo que verdaderamente se merece, de eso me encargo yo _ agregó sabiendo exactamente qué era lo que le ocurría a su rubia._ Lo sé mi amor…es que nunca imaginé que llegaría a tanto por su desprecio injustif