Aarón había llegado con premura a La Dorada. Estaba desesperado por contar aquello que sabía y lo que había visto. Esperaba que en el lugar hubiera un imponente despliegue de seguridad, pero lo que se encontró fue aún mayor.Un ejército completo se había apostado en la zona y hombres fuertemente armados custodiaban todo. Le fue difícil, casi imposible que le permitieran el ingreso, pero finalmente lo consiguió._ Señor Miller creo que no ha elegido el mejor momento para realizar visitas de cortesía _ le dijo Baltasar en cuanto lo vio._ Mi visita no es de cortesía…yo vi todo…escuché a Amelia…_ las palabras se le habían atorado en la garganta y el miedo que sentía en ese momento lo había paralizado. Nunca en su vida se imaginó ver una escena así. Parecía todo sacado de una película de acción, pero no lo era…eso era peor que una película de acción y lo peor es que era su propia vida.Baltasar lo observó con detenimiento, no estaba seguro de si podía o no confiar en ese hombre, después de
Fernando Escobedo observaba con un profundo odio, mezclado con ira y una intensa sed de venganza a los dos espectadores de su extensa explicación. Su relato había tocado las fibras más íntimas de su ser, pero aun así había sentido un profundo placer al contar todo aquello. Sentía que se liberaba un poco de todo lo que lo había aquejado durante tantos años.Lara y Viggo lo miraban con detenimiento, pero ambos estaban seguros de algo y eso es que ese hombre había sido cruelmente engañado, lo peor es que, estaban también convencidos, de que había hecho cosas atroces con tal de conseguir su tan ansiada venganza._ Ahora que ya saben el porqué de todo esto, y culpa de quién es que van a sufrir…llegó la hora _ dijo con burla y mirando fijamente a sus hombres como para darle una orden.Uno de los hombres que se encontraba en el lugar dio un paso al frente, ya todos sabían perfectamente bien qué era lo que tenían que hacer, pero en ese momento se escuchó un murmullo junto con un movimiento ba
La noche había caído por fin. En la habitación de neonatología vip dos hermosos gemelos eran amorosamente cuidados por una anciana que en su momento fue una mujer más que hermosa y ahora era una dulce y elegante bisabuela. Junto a ella dos enfermeras permanecían alertas encargadas de todo lo que se les pudiera ofrecer a los dos retoños de las familias Holt y Kovacs._ Señora Esmeralda ¡estos son los dos bebés más hermosos que he visto! _ dijo una de las muchachas mientras que se agarraba la cara en señal de admiración y asombro._ Lo se mi niña…mis bisnietos son todos una preciosura _ contestó la mujer con una enorme sonrisa.Esmeralda y Laureano Kovacs tuvieron que enfrentar días antes el juicio de toda la familia en pleno. Ellos habían cometido un error muy grave y que había provocado una, casi desgracia.Viggo fue el que organizó esa reunión familiar en cuanto a Lara le dieron el alta y el que obligó a los dos ancianos a dar la cara. Realmente se habían comportado como dos niños y n
Esa misma noche Lara y Viggo dormían abrazados en su cama, con la cuna de sus dos hijos a su lado. Tras la larga conversación con Escobedo habían ido al hospital a buscarlos. Ya el peligro, no tan peligroso que representaba ese hombre estaba neutralizado, aunque aún quedaba un capítulo por cerrar en esta intrigante trama que había ideado el hombre más vil que habían podido conocer en su vida.Lara no podía entender cómo era que las cosas habían sucedido de esa manera. Ese ser era verdaderamente despreciable, nunca en su vida pensó en que llegaría a conocer a alguien tan ruin como para hacer ese tipo de cosas._ Mi pequeño ángel…debes descansar un poco o nuestros retoños despertarán a comer y no habrás logrado dormir nada _ dijo Viggo abrazándola con fuerza _ solo déjalo ser…él tendrá lo que verdaderamente se merece, de eso me encargo yo _ agregó sabiendo exactamente qué era lo que le ocurría a su rubia._ Lo sé mi amor…es que nunca imaginé que llegaría a tanto por su desprecio injustif
Honorato seguía mirando un poco complicado a las personas que tenía delante. Él había tomado la decisión más importante de su vida y no pensaba detenerse por nada del mundo. Estaba seguro de que eso no era lo que se esperaría de un hombre como él, pero él era el dueño absoluto de su vida y de su destino después de todo._ Ahora…ya estoy viejo y cansado…mi vida se me ha escurrido como agua entre mis dedos y la he desperdiciado en ambiciones y venganzas sin sentido y he decidido, en total dominio de mis facultades, darle el fin que corresponde a todo _ esas palabras eran un enigma para los que estaban presentes, para todos menos para Viggo quien estaba en absoluta comprensión de lo que su abuelo estaba diciendo y también de lo que estaba haciendo._ Amelia…_el hombre hablo llamando a la mujer que estaba allí agazapada como una león a punto de atacar _ quiero que comprendas que tú también eres una víctima de las circunstancias…eres mi nieta…y como tal debes vivir…lamento que hayas estado
Ana Había intentado impugnar el testamento, ella estaba segura de que Honorato n podía haberla dejado sin nada. Aunque en realidad no lo hizo, por el contrario ella tenía más dinero del que podría gastar, pero para su ambiciosa mente eso no era suficiente.Ella se había casado, incluso había tenido intimidad con el viejo decrépito solo con la idea de ser la dueña y señora de todo y ahora, solo era la madre de uno de los herederos. Tenía que volver al plan original, de eso no había duda, ella tenía que lograr meterse en la cama de Viggo, él era ahora el jefe de la familia y el que tomaba las decisiones, le convenía ser su mujer y si no lo lograba por lo menos convertirse en su amante.Ya había tomado la decisión y nada podía lograr hacerla cambiar de opinión.Aarón había decidido salir de esa Villa que ahora pertenecía a Amelia, él realmente ya no quería tener mucha relación con esa mujer, había descubierto que era un ser maquiavélico, cegada por la envidia y la sed de venganza y ya no
La confusión era total. Sangre era lo que se veía por todos lados. Gritos, corridas, espanto y muerte rodeaban a las personas que se encontraban allí.Viggo parecía un ser con cuernos y cola, se había transformado en ese momento, no en el heredero de lucifer, sino que era el mismísimo ángel caído, el más bello de todos, pero también el más letal.Amelia lo miraba con una sonrisa burlona, la adrenalina del momento corría por sus venas de manera precipitada, y sin que ella se diera cuenta, también salía de su cuerpo de la misma manera._ Quiero que la atiendan y salven su vida a como dé lugar _ rugió furioso el ángel del mal, mientras que una delicada mano lo tomada del brazo y se aferraba a él como una enredadera.Amelia observaba todo con incredulidad._ ¡No! ¡Maldita! ¡No puede estar viva! Yo le di…yo la mate _ gritaba de manera histérica mientras que era sostenida por los hombres de Viggo _ abuela…yo la mate…yo la mate…Gritaba mientras que uno de los hombres de Viggo le vendaba el
Un auto circulaba a toda velocidad por la avenida principal. Su destino era el Hospital Central. Dentro iba una hermosa mujer cuya roja cabellera se pegaba a su rostro por el sudor que en ese momento surcaba su frente y descendía por su mejilla.Junto a ella, un hombre acariciaba su espalda y le dejaba dulces besos en su frente. Intentaba reconfortarla de alguna manera y que el dolor que sentía se aliviara gracias a su gran amor, pero eso era, ridículamente imposible.Anastasia gruñía de dolor e intentaba aguantar pero era algo que se le dificultaba. Tras llegar al hospital Fabricio la cargó en brazos y la condujo hasta el interior del hospital. Él estaba sumamente entusiasmado ya que ese era su primera hija y deseaba verla y poder tenerla en sus brazos cuanto antes._ Señor, coloque a su esposa en la camilla, la llevaremos a maternidad _ dijo una de las enfermeras inmediatamente vio ingresar a los dos.Fabricio obedeció en el acto, antes de que se la llevaran le dejó un dulce beso en