Nia estaba mirando una grabación en vivo del juicio desde la comodidad de la casa de Andrew, que le estaba dando asilo mientras fingía estar fuera del país para que Noah no se atreviera a molestarla. El juicio era público, cualquiera podía entrar mientras hubiera espacio, incluidos periodistas, y podían grabarlo y mostrar pedazos en televisión luego según la ley y lo impuesto por el juez, pero no podían transmitirlo en vivo. Sin embargo, Nia había mandado a alguien con una cámara oculta para grabar todo en vivo para ella. Andrew llegó a ver el juicio con ella con una bandeja con bebidas y bocadillos, sentándose a su lado, justo cuando sus abogados estaban atacando a diestra y siniestra a Areliz con todos los argumentos más bajos y de los que menos se podía defender, todo cuidadosamente planeado para hundirla. Sin embargo, Andrew no pareció contento de escuchar eso. —¿Por qué tus abogados atacan tanto a Lizzy? Ella es agradable, y gracias a ella nos conocimos, muñeca. —Le guiñó
El abogado le siguió preguntando cosas horribles de muy mal modo la siguiente media hora a Areliz, con una cosa más ridícula que la anterior, todo para intentar hacerla quedar mal incluso en los aspectos más pequeños, aunque solo hacía notar su desesperación, en opinión de Areliz, lo que le daba más fuerza para no caer en sus trucos ridículos. —Doctora, ¿es cierto que en más de una ocasión fue descubierta sin hacer nada en su oficina, conversando con amigos o incluso viendo series de televisión junto a su novio enfermero quien por cierto metió al trabajo chantajeando al Sr. Noah Cobain? —preguntó el abogado con una sonrisa que denotaba confianza en su jugada.Areliz sintió un nudo en la garganta ante esa pregunta, sabiendo que era una estrategia para desacreditarla. Recordó las veces que, agotada por todas las investigaciones en el hospital y las tensiones de su vida, había matado el tiempo conversando con la Dra. Amber o Remy, aparte de algunas enfermeras, y en alguna que otra ocasió
En medio del interrogatorio del abogado de Nia a Areliz, el secretario de Noah de repente llegó con una terrible noticia que hizo que todos voltearan a verlo con incluso más sorpresa de la que causó su repentina aparición en medio del juicio, pero que ahora se veía justificada por la impactante noticia de que algo muy grave le estaba pasando a Emma... y que incluso era probable que pudiera estar muriendo ahora mismo.—¡¿Q… qué dices?! —Noah palideció de inmediato, antes de voltear a ver a Areliz, que lo miró boquiabierta y sin saber ni qué pensar. Luego, Noah volteó a ver al juez—. Disculpe, pero debo retirarme. Lo siento, pero es una emergencia. —Dicho eso, salió corriendo junto con su secretario. Areliz lo observó con preocupación y sorpresa. Esto no sonaba a que fuera una trampa de Nia… en verdad sonaba a que algo grave podría estar pasándole a Emma… y ella seguía siendo su paciente, por más que se llevaran tan mal. Además, algo se le estaba comenzando a pasar por la mente de l
Lo que tanto temían se cumplió cuando Areliz recibió la llamada de Noah que tanto esperaron con tantos nervios, ahora era un hecho. Emma murió. Había fallecido a pesar de todos sus esfuerzos, de todos los meses que lucharon por salvarla, no hubo nada que hacer... ya era demasiado tarde. Areliz escuchó eso con la boca abierta, sintiendo un pinchazo de culpa en el pecho. Si hubiera entrado antes, si hubiera insistido un poco más o si hubiera encontrado la forma de resistirse a los guardias… ¿tal vez podría haber hecho algo para salvar su vida? Ella era su paciente… por más que no hubiera querido serlo, y Areliz de todas maneras no podía evitar sentirse un poco responsable por esta tragedia… —Noah… Lo siento mucho… —dijo con genuina pena—. Sé que tú hiciste mucho por intentar salvarla… y de verdad lamento no haber podido ayudar más… Lo oyó tomar aire lentamente. —Yo lo siento por… por haberte metido en esto… Los abogados de Nia están aquí y… me acaban de decir que quieren hacert
Teo llegó a la mansión Cobain, donde ahora mismo solo vivían Noah y su madre. Agatha había estado muy encerrada en su habitación las últimas semanas, sin querer enfrentar la furia de Noah por haberle mentido respecto a Nick, pero ahora era Noah el que se había encerrado en su habitación, deprimido por la muerte de Emma. Agatha fue la que lo recibió, viéndose también muy triste y quizás hasta un poco… ¿culpable? Como si ella supiera algo que no quería decirles. De todas maneras, Teo no quería interrogarla ni nada, respetaba mucho a la señora, por lo que solo le preguntó respecto a Noah mientras entraba a la casa.—Mi niño… ha estado muy triste. Intenté hablar con él, pero no quiere saber nada de mí, dice que yo estoy protegiendo a Nia y que no quiero ayudarlo a que pague por lo que le hizo a Emma… pero ella es mi niña también, no sé qué espera de mí… —Frotó sus ojos con pesar. Teo la miró con ojos entrecerrados, pero prefirió mejor no decirle nada ya que no quería faltarle al res
Finalmente llegó el día en el que iban a retomar el juicio, y a pesar de que Areliz estaba muy nerviosa por lo mucho de su vida que estaba en juego, estaba más decidida a defenderse y no dejar que por culpa de Nia su vida, su reputación y su carrera se arruinaran, más por que también estaba en juego el futuro de su hijo.—Retomamos el juicio. —El juez dio la orden y el tormento de Areliz por fin se reanudo—. Como la última vez, la Dra. Areliz Thatcher debe pasar a declarar una vez más. Los abogados de la demandante serán los primeros en interrogarla, luego los abogados de la defensa. Frustrada, a Areliz no le quedó de otra más que acatar la orden, subir al estrado y esperar a que esos abogados de quinta le lanzaran toda su basura a la cara. —Como bien saben, la situación ha cambiado —empezó a hablar el líder de los abogados de Nia—. Lastimosamente, la señorita Emma ha muerto… Dígame, doctora, ¿no le remuerde la consciencia el que su jueguito de celos haya acabado con la vida de una
Noah fue llamado al estrado, cosa que causó mucha sorpresa, pero Areliz igual se sintió tranquila al ver su firmeza y recordar que él tenía mucha experiencia lidiando con tribunales. Estaba segura de que podría con esto. Y, además, solo con la mirada ya estaba intimidando al rastrero abogado líder de Nia, cosa que causaba en Areliz un sentimiento de gran satisfacción por lo insoportable que era ese hombre.—Se… señor Cobain. —El abogado carraspeó antes de final mente volver a ponerse firme—. Usted era el prometido de la señorita Emma desde hace más de un año, ¿no es eso cierto? —Sí. —Noah lo miró muy serio, advirtiéndole con los ojos que cuidara sus malditas palabras.—E… entonces, dígame, usted no llegó a casarse con ella debido a que estaba preocupado por su salud, ¿no es cierto?—Claramente, Emma quería una boda grande y donde pudiera bailar, con ese estado de salud no habría sido posible… o eso pensaba. —Usted dice “eso pensaba” por que ahora cree en las mentiras de la Dra. Thatc
En cuanto la abogada terminó de hacerle preguntas a Noah, él bajó del estrado y el abogado líder de Nia pidió llamar al siguiente testigo. —Llamamos a Agatha Cobain al estrado. Todos se sorprendieron, y Areliz volteó la mirada a su ex suegra, dándose cuenta en ese momento que por eso había ido a la corte, ahora la pregunta era… ¿qué pensaba decir? ¿Iba a ponerse en su contra y a hablar mal de ella y tal vez incluso de Noah para hacer quedar bien a Nia? La señora se subió al estrado y el abogado comenzó a preguntarle sobre Emma. —Dígame, señora Cobain, ¿cuál era su relación con la señorita Emma? Agatha Cobain se encontraba visiblemente nerviosa en el estrado, pero al recordar a la difunta Emma, su expresión cambió y de inmediato se puso triste. Todos sabían que había conocido a Emma desde que era una adolescente, y esos recuerdos parecían iluminar el temor en sus ojos.—Mi relación con la joven Emma era bastante cercana. Yo era amiga de su madre desde hace muchos años —comenz