Lo de ayer realmente me afecto, pasé toda la noche asustada, imaginando que quizá en cualquier momento esa persona volvería a entrar a mi casa o a mi habitación, invadiendo mi mente como lo hizo. ¿Cómo sabia lo de mi coma? es decir, ¿Cómo pudo entrar a mi casa sin forzar ninguna puerta? Revise todo antes de dormir, dos veces.Está claro que quizá el coma despertó alguna clase de trastorno en mi mente lo que me hace tener estas alucinaciones tan vividas de él.Tome la decisión de ir al psicólogo, dar ese primer pasó de reconocer que tengo algún problema, he visto y leído casos de personas que luego de un accidente o situación que les causa un trauma, generan alguna especie de depresión psicótica, ese puede ser mi caso.Ingrese al edificio donde se encuentra el consultorio de la psicóloga, caminé con paso apresurado hasta la secretaria que se encontraba en un pequeño escritorio frente al consultorio.—Hola, buen día...—Buen día. —de forma tajante y sin hacer contacto visual.— ¿Se encu
Me abstengo de aparecer en su vida en mi aspecto físico normal. No quiero que se asuste y termine odiándome sin siquiera conocerme o mejor dicho recordarme. No puedo luchar conmigo mismo, contra mis propios instintos que fluyen de forma natural cuando la veo directamente a sus hermosos ojos. Pude sentir que realmente estaba mirando a Eva, sé que es su descendiente, pero sus ojos, los tiene exactamente iguales. Cómo si ella misma hubiese reencarnado.Hermosos, llenos de inocencia y de un azul que te hace perder por completo la noción del tiempo y el espacio. Me siento cómodamente perdido en sus retinas, quisiera permanecer reflejado en ellas por el resto de mi eternidad. Pero… todo a su tiempo, Zoe es una humana con una vida difícil, nos topamos en circunstancias complejas, así que debo mantenerme cerca de ella, lo suficiente como para estar alerta de lo que sucede con su vida. Quiero ser para ella su guardián, su luz, su sombra, el eco de sus pasos al caminar, quiero serlo todo.
¡Pensé que estabas muerta! ¿Debería ser un motivo de alegría? Ojalá. Ojalá yo hubiese fallecido junto a mis padres, pero no fue así.Estaba tratando de buscar en mi mente alguna respuesta lógica para esa frase, no encontré nada, me siento al borde del colapso social hasta que ¡PUM! Explota su teléfono de la nada.Di varios pasos atrás, aprovechando que muchas personas se acercaron a ella, curiosos de sus heridas y de la extraña forma en la que el teléfono explotó.Por eso no he comprado uno aún, el que tenía se dañó en el accidente, lo tengo en el cajón de mi habitación, guardado, quizá lo revise un día de estos para salvar algunas fotos. No lo quiero tocar porque siento que solo me recordará al momento en el que perdí todo. A demás no hay nadie con quién quisiera hablar.De camino a la salida no puedo evitar sentir que alguien me sigue, miro varias veces de reojo a mi espalda cuando volteo a los lados, pero no veo nada... No hay nadie. Quizá no me he distraído lo suficiente.Tengo q
Me sentía como una niña pequeña cuando Ethan me miró, se fijó en mí nuevamente. No sé había olvidado de mí o en todo caso, no me veía con lástima ni mucho menos hizo algún comentario de: "pensé que estabas muerta, o gracias a Dios estás viva", solo me trató normal... ¿Es mucho pedir eso de los demás?Sentados en el salón, yo intenté llevar el ritmo de lo que la profesora explicaba, anotando en mi cuaderno todas esa fórmulas y medidas para inyecciones, sin embargo mi mente no está del todo aquí.«Quizá fue muy pronto para regresar a la universidad, me siento tan perdida» pensé.Sentí las horas eternas, sostener el lápiz me cansó la mano, definitivamente necesito tomar esto con calma.—Señorita Jones— me llama la profesora. Todos en el salón clavaron sus miradas curiosas en mí— puede que se sienta algo perdida en clase, quizá algún compañero le facilite un cuaderno con las clases anteriores y así de sienta un poco más familiarizada con las futuras clases.Yo asentí, queriendo hacerme pe
Sus ojos mostraban una mezcla extraña entre miedo y alegría, como si estuviese feliz de ser rescatada, pero odiase la idea de que su salvador es Lucifer.El silencio abrazo el momento que, extrañamente, no era incómodo.Siento que ella quiere decir mucho, demasiado, pero sus palabras chocan en su garganta ocasionando un accidente silencioso.—Esto no puede ser cierto... — se aleja de mí, camina con paso apresurado hasta el baño, pasándole seguro a la puerta.Pobre Zoe, todavía piensa que esas cosas tan banales me alejarían de ella. No tiene idea de lo que yo haría para llegar a ella.—Zoe, no puedes huir de mí, no puedes seguir negando mi clara existencia— dije yo, mientras me acerqué a la puerta de su baño.Ella continuaba en silencio, escucho como se abre el grifo. Traspase la puerta y la vi ahí lavándose el rostro y el cuello, como si quisiera limpiar toda la suciedad y mal rato que le hizo pasar ese imbécil, al cual espero con muchas ansias en mi castillo en el infierno. Hay much
Me siento completamente dominada, sumisa, atada a un hombre que, claramente no es nada bueno según la biblia, reina en el mismo infierno.¿Lo peor? Que me gusta. Me está gustando está sensación de peligro y deseo, aunque no me siento en peligro, él me da esa sensación de seguridad que no he tenido en varios días.Todo este tiempo intenté huir de él y solo me salvó de Ethan; el verdadero monstruo aquí.Sus manos pasean por mi cintura y espalda, como si quisiera hundirme en su cuerpo y que seamos uno, el fuego que pensé sentir con Ethan ahora lo siento con Lucifer; quema todo mi ser, quema dentro de mí, en mi entrepierna. Mi corazón acelerado, solo me hacer querer más.—Te deseo... Quisiera estar justo dentro de ti— musitó él.Yo lo miré directamente a sus retinas, sus ojos rojos ahora derrochan deseo y fuego. Su expresión me da a entender que está disfrutando de mí, de la misma forma en la que yo disfruto de él.Yo quedé en silencio, no sé qué decir, me siento atrapada en una situación
Zoe está desnuda, mojada, extasiada y hermosa. Parece una diosa en su máximo esplendor. No puedo decir con palabras lo perfecto que se siente estar dentro de ella. Lo perfecto que encaja su cuerpo en el mío.Quiero que no acabe jamás este momento. Quiero llenarla de mis fluidos todo el tiempo, no quiero despegarme de ella hasta verla acabar más de tres veces en un solo momento. Sin embargo, todo tiene un final.Mi aspecto humano no dura mucho aquí, debo regresar a mi castillo en el infierno para poder recuperar energías. Agoto demasiado de mi fuente de poder al estar como humano.Aunque debo admitir que vale la pena cada maldito segundo que paso aquí junto con Zoe.—Te estás volviendo mi adicción, Zoe.Su cabeza yace en mi pecho, mientras que yo acaricio su hermoso cabello negro.—Tú la mía. — musitó ella, se levantó y tomó asiento en la cama para mirarme fijamente. — ¿Dormirás conmigo?Yo también me senté para estar frente a frente.—Yo no duermo, Zoe.—Entiendo— bajo su mirada, algo
Mi cuerpo se siente liviano, liberado de tanta presión. ¿Fue un sueño lo que hice con Lucifer? Abrí mis ojos dándome cuenta que estoy con una pijama abrigada la cual no es mía. Obviamente lo que pasó anoche no fue un sueño. Lucifer me vistió con su magia y saco ropa de la nada para vestirme.Acaricié mis muslos mientras recordaba como él me tomó con fuerza y pasión, como me besaba por todos lados. Como su lengua se deslizaba por mi piel.Lucifer me hizo suya y yo sin dudar cedí por completo a sus misteriosos encantos ¿Cómo no hacerlo? Si cada beso suyo se sentía como besar lava del mismo volcán, y sus manos tocándome se sentían como cuchillos clavando mi piel; por supuesto que me dolía, pero era un dolor placentero, un dolor que me hacía querer volver por más.Cerré mis ojos recordando a Lucifer y sus ojos rojos intensos llenos de fuego y pasión, quisiera poder repetir todo lo de ayer una y otra vez. Me levante de la cama quitándome la pijama nueva, danzando desnuda por mi habitación,