Elena acababa de alejarse cuando varias personas se acercaron para saludarla. Adriana los observó; parecían ser empleados del Grupo Blanco.Javier, el padre de Elena, nunca había logrado establecer una conexión con el Grupo Blanco, entonces, ¿por qué sus empleados parecían respetar tanto a Elena? ¿Será que quizás…?Adriana se sintió extraña, recordando aquella noticia sobre la amante de Christian. La mujer en la foto, que se parecía mucho a ella, ¿podría ser Elena?Ahora entendía cómo Elena había logrado infiltrarse en un evento tan importante en la industria de la perfumería.Adriana empezó a comprender la situación.Fue con prisa hacia la puerta del salón, sacando su teléfono para pedir ayuda. Pero, de repente, sintió un mareo intenso y su teléfono se le cayó de las manos.Su cuerpo tambaleó y casi se desplomó. Una camarera atenta corrió hacia ella y le preguntó:—Señorita, ¿se encuentra usted bien?Adriana miró a la camarera, pero no se atrevió a explicar lo que le ocurría. No estab
Adriana estaba echa un manojo de nervios y no sabía qué hacer.No tenía fuerzas. Aunque pudiera trepar por la ventana, si saltaba desde esa altura, sin duda moriría.Pero en la habitación había un maldito pervertido decidido a no rendirse.Era una situación de la que no podía ir ni para adelante ni para atrás.Adriana apretó los puños. Justo en ese momento, Christian, que se había levantado otra vez del suelo, volvió a lanzarse hacia ella, murmurando:—¡Uy mamacita! ¡Eres la mujer más bella que he visto! Vamos, sé que quieres.Esta vez, Christian tenía bien calculado su movimiento, y Adriana apenas pudo esquivarlo.En ese momento crítico, la puerta de la habitación fue derribada con un estruendo.Una figura alta y esbelta entró como un relámpago. En un instante, llegó junto a ella. Antes de que Adriana pudiera alzar la vista para ver quién era, vio cómo Christian era derribado de una patada, chocaba contra la pared y caía al suelo como un costal de arena.Un segundo después, otras pers
José salió, sacó su celular y llamó a Rafael, dándole instrucciones:—Prepara el desayuno para mi esposa y para mí, además de una muda de ropa para cada uno. Tráelo de inmediato.Adriana, envuelta en las sábanas blancas como un fantasma, estaba acurrucada en la cama.Unos minutos después, Rafael llegó con la ropa, sin atreverse a mirar hacia adentro.Poco después, también trajeron un desayuno muy completo y bien presentado.José se cambió de ropa y fue al baño. Aprovechando ese momento, Adriana rápidamente tomó su ropa para cambiarse.Ella pensó que había sido lo suficientemente rápida, pero justo cuando estaba luchando por subir la cremallera en la espalda de su vestido, una mano grande la tocó desde atrás, apartando sus dedos y subiendo la cremallera por ella.Se sonrojó, pero José solo se rió con picardía:—¿Por qué tanta vergüenza? ¿Qué no he visto yo que ahora no pueda?Con esas palabras, su puso aún más rojaCorrió al baño y se lavó la cara con agua fría, intentando calmar el cal
—Déjame revisar la situación. Más tarde hablamos. —dijo Adriana, colgando rápidamente para evitar que Julia siguiera diciendo cosas que la hicieran sentirse aún más avergonzada—¿No pudieron tus tipos controlar a los que me querían sabotear? —preguntó Adriana.José le mostró su celular:—Míralo tú misma.Adriana tomó el celular y lo revisó rápidamente.Esa mañana, la noticia había explotado en las redes. Informaban que, durante la gala de la industria de la perfumería la noche anterior, mientras los demás estaban intercambiando experiencias, la representante de la familia López no solo se había pasado de tragos, sino que además había alquilado una suite en el piso de arriba para pasar la noche con un hombre.Las fotos publicadas eran pixeleadas y solo mostraban dos imágenes borrosas de la espalda de Adriana. En efecto, parecía tambalearse, pero del supuesto acompañante masculino no había ni rastro.Resultaba pues bastante obvio que Elena, molesta por el fracaso de su plan, intentaba ah
Frente a las invasivas preguntas, Adriana se mostró impenetrable:—¿Alguien tiene pruebas de que ayer estuvo con un supuesto tipo? —preguntó con firmeza.Los periodistas quedaron desconcertados, sorprendidos por la calma y determinación de Adriana.—Todos ustedes son profesionales. Seguro entienden mejor que yo, una simple aficionada, que no todo lo que sale en internet es verdad. La mayoría de las veces, son cosas sacadas de contexto malintencionadamente. —dijo con confianza.En ese momento, los guardias de seguridad de la asociación llegaron, abriendo paso entre los reporteros y escoltándola fuera del lugar.Los periodistas reaccionaron y volvieron a rodearla mientras hacían más preguntas:—Señorita López, aunque no haya pruebas claras de que estaba con un hombre, tampoco puede demostrar que no subió al piso con alguien anoche. En las fotos y videos parece tambalearse, lo que claramente sugiere que estaba ebria.—Anoche en la gala solo me sentí un poco indispuesta. Puedes tambalearte
—¡No puede ser! —exclamaron los periodistas en la multitud, y de inmediato todos bajaron la cabeza para revisar sus celulares.Incluso el presidente de la asociación se detuvo y pidió a su asistente que viera las noticias para entender lo que estaba sucediendo.En las redes sociales, un periodista reconocido había publicado dos grabaciones de audio en su blog. Cada una venía con subtítulos explicativos, y el hombre añadió en su publicación:—El audio fue grabado anoche en el desayunadero el Refugio. Invitamos a los internautas a verificar su autenticidad, tanto de las grabaciones como de la identidad de los involucrados.En las grabaciones se escuchaban claramente tres voces principales.—Querido, brindemos —la voz de Elena sonaba demasiado dulce a propósito.—¿Qué haces aquí? Esto es una gala de la industria. No es apropiado que estés aquí. —respondió la voz de Christian.—Emm… ¿Es que te da vergüenza que me vean contigo? Dijiste que me ayudarías a volver, y tarde o temprano tengo que
—Es una dirección IP del Grupo Guillermo. —informó Julia.Julia añadió con sarcasmo:—Parece que la gente del duque Guillermo no es muy cuidadosa. ¡Se les olvidó esconder su dirección IP!Adriana se rio:—Entonces, expongamos pues este dato en internet. No solo hay que dejar claro que fue el Grupo Guillermo quien planeó todo, sino también asegurarnos de que la familia Blanco lo sepa. Así los odiarán aún más.—Exacto. El duque Guillermo, para limpiar la reputación de Gracia, no dudó en arruinar la de Christian. El odio entre Blanco y Guillermo será eterno. —respondió Julia, emocionada.Luego añadió, curiosa:—Pero, esa mujer que en la grabación discutía con Elena y decía que ella era la verdadera amante de Christian, ¿sabes quién es?—No lo sé. —respondió Adriana, bajando la mirada.Esa mañana, cuando ella y José escucharon la grabación, también notaron esa parte extraña. Sin embargo, como era solo un tema secundario, los editores de la compañía de Julia lo habían eliminado.Esa parte d
Por la noche.A la hora de salida del trabajo, Adriana recibió de repente una llamada de José. Su voz tranquilizante y dijo:—¿A qué hora terminas?—Ya casi. —respondió ella.—¿Pasa algo?—Nada. —contestó él antes de colgar.Aunque Adriana había dicho que casi terminaba, se quedó un rato más en la sala de mezclas, perfeccionando sus fragancias, y luego regresó a su oficina para organizar documentos. No bajó hasta una hora después.Al llegar al estacionamiento, vio que el chofer de Residencial Los Jardines la esperaba en su auto. Abrió la puerta y, para su sorpresa, encontró a José sentado atrás.—¿Esto es lo que llamas ya casi? —él levantó la vista, con una mirada seria.—¡Tampoco me dijiste que estabas esperándome! —respondió mientras subía al auto. No podía creer que él hubiera esperado una hora entera.—¿Me buscabas por algo? —preguntó, intentando saber el motivo de su presencia.José la miró desconcertado, como si su pregunta no tuviera sentido:—Los comentarios en internet sobre t