El sonido proveniente de la casa la hizo despertarse, no sabía cuánto tiempo exacto llevaba dormida. Se puso en pie, al parecer su pesadilla sí era una realidad, se encontraba realmente en la casa de la madre de Marcos. Se acercó a mirarse frente al espejo, se veía horrible con los ojos hinchados. El ruido de fuera la llamó la atención ¿qué estaba pasando? Se acercó a la ventana y fue entonces que descubrió lo que se temía, se estaba volviendo aún más su pesadilla en realidad. Se estaban realizado los preparativos para su boda. Se sobresaltó cuando escuchó que tocaban a la puerta, se dio la vuelta y enseguida aparecía la madre de Marcos.—Estás despierta—dijo con una sonrisa—hay una amiga tuya que ha venido a acompañarte.¿Amiga? Ella no tenía ninguna amiga, sonaba triste, pero era cierto, y enseguida apareció nada menos que Lady, Madilyn la miró totalmente sorprendida ¿qué tenía que ver ella en todo esto?—Hola amiga—dijo con una sonrisa más falsa que ella misma.—Las dejaré que habl
Las distintas luces corrían a enfocarse sobre él una tras otra, se encontraba en medio del club, de pie, ignorando al resto de gente que había a su alrededor moviéndose al ritmo de la música, y de igual forma a aquella gente que se acercaba a hablarle.—Cariño, ¿bailas con nosotras? —escuchó que gritaban dos mujeres, reaccionó y las miró, parecían felices con aquellas diademas llamativas sobre la cabeza.Mujeres, siempre se veían encantadoras, pero eran capaces de hundirte si te dejabas llevar. ¿Qué hacía él allí? Abandonó la zona y caminó hacia las escaleras para encontrarse en la zona vip, Aron se encontraba allí con alguna gente, cuando le vio se puso en pie y les pidió que salieran. Jussie se acercó y se sentó en el sofá silenciosamente apoyándose contra éste. Aron le hizo una llamada a Shane y luego se puso de pie frente a su amigo.—Lo siento amigo, supongo que ya leíste el periódico. —Jussie lo miró confuso.—¿Qué periódico?—¿No estás aquí por eso?—¿De qué me hablas…? Ah, ent
Los tres atravesaron el pasillo para conseguir asientos, la mirada de todos estaba sobre ellos, Marcos también los vio. Al principio sintió furia en su interior, tal vez por costumbre, nunca se acostumbraba a verlos a los tres juntos, pero entonces se calmó, él mismo le había invitado a su medio hermano solo para que comprobara que se casaba de verdad, simplemente se olvidó de que no podía salir sin sus sombras.De pronto alguien los detuvo deteniéndose frente a Jussie, era Alan, se veía claramente enfadado.—Me pediste que confiara en ti, —murmuró—que la querías y que harías lo posible porque ella no tenga que pasar por esto, ahora explícame por qué estamos es esta boda que no debió realizarse, solo querías jugar con ella ¿verdad? Dime ¿conseguiste lo que querías?—Cálmate Alan—intentó tranquilizarlo Shane, pero entonces lo enfrentó a él también.—¿Que me calme? Los tres sois iguales, le convencen a la gente que no son de su clase para que confíen en vosotros para luego divertiros a
Jussie caminó hacia la salida, pero la madre de Marcos se colocó frente a él. Lo estaba mirando llena de desilusión.—¿Por qué? — dijo la mujer con la voz rota que de alguna manera le afectó. —¿Qué más tienes que quitarle a mi hijo? ¿Él no se merece nada bueno en la vida porque se lo arrebatarás?—Rachel, créeme, no era mi intensión que esto ocurriera. Dejaré que su hijo se lo explique…lo siento.Se apartó de la mujer para continuar su camino, pero no pudo avanzar mucho, Alan y su madre estaban allí de pie esperándole.—Jussie…—por su expresión parecía lamentar la escena que había montado hacía unos minutos.—Prometí que cuidaría de tu prima, y eso pienso hacer—le tranquilizó. Miró a su madre. —Usted debe de ser la tía de Madilyn, un placer—le tendió la mano con educación. La mujer se la estrechó, no dejaba de observarlo.—Es en verdad bello—comentó.—Mamá—le codeó su hijo sintiéndose avergonzado.—Gracias. Si me disculpan iré a ver cómo está Madilyn.Caminó hacia la salida, se subió
Ella se había quedado dormida acurrucada contra su pecho. Se vía tranquila, él quería que lo estuviera realmente. En ningún momento había dejado de observarla, parecía proteger su sueño. Acariciaba suavemente su cabello, su ricitos. Sonrió al acordarse de cómo se conocieron, una loca que soltaba lo primero que se le venía a la cabeza, lo que en un principio lo sacaba de quicio, pero que acabó gustándole de ella. Se preguntaba cuándo fue que empezó a sentirse atraído hacia ella, ¿será aquella noche cuando volvió a verla en la fiesta, o mucho antes cuando decidió recompensarla llevándola a comer a su restaurante? No podía recordar cuándo fue exactamente. Admiraba lo que había conseguido hacerle, había logrado cautivarle fácilmente después de pensar que no iba superar su plantón en el altar, y agradecía que se hubiera metido en su vida justo a tiempo para no tener que lamentar su fracaso matrimonial.—Adonis—murmuró ella todavía en sueños, él le acarició la mejilla. —¡Jussie! —exclamó de
—¿Cenamos? —Alan se encogió de hombros restándole importancia, lo que le gustó a Jussie, y tomó asiento.—¿Esa información no os afectará en ninguna manera verdad? —preguntó la mujer preocupada.—No se preocupe, no es para tanto—procuró tranquilizarla. Cuando se dio la vuelta descubrió que Madilyn estaba allí de pie junto a la puerta, por su mirada pudo descubrir que había estado presente en todo lo que se decía en la tele.Se acercó a ella y le tomó de la mano.—Como te dije, todo está bien—le susurró.—Mady—Alan se puso de pie al verla y se acercó para regañarla. —Esta vez te pasaste, ¿sabes cómo de preocupado estaba? Espero que sea la última vez que me haces…—ella se lanzó a su cuello y lo sorprendió con un abrazó.—Yo también te quiero, hermano. Prometo que esta es la última vez, ya no volveré a preocuparte. —se separó de él.—Más te vale—ella le sonrió. Se acercó a su tía que también se había puesto de pie y la abrazó igualmente.—Lamento haberte hecho pasar por esto, lo siento.
Shane miró la hora en el reloj que llevaba en la mano, era la tercera vez que lo hacía en diez minutos. Miró de nuevo a Jussie que tenía frente a él y le sonrió en un intento de ocultar su preocupación, no quería alarmarle aún más a su amigo. Hacía veinte minutos que debía haber llegado la novia, pero por la puerta no aparecía ninguna mujer envuelta en un precioso y glamuroso vestido de blanco.― ¿Qué es lo que está pasando? —preguntó Jussie en voz baja a su amigo, ― ¿Por qué no llega Lady?― Ya sabes cómo son las mujeres con esas cosas, seguro que llega en cualquier momento —intentó tranquilizarle Shane.―Probablemente se esté secando el pelo, ― añadió Aron, su otro amigo que también lo acompañaba en su boda― a veces les resulta difícil secárselo, por no mencionar el maquillaje y todas esas cosas de las mujeres. Nunca llegaré a entenderlo. Jussie cerró los ojos y soltó aire in
Estaba intentando revivir sus momentos con Lady, ¿dónde había fallado? ¿qué es lo que había hecho mal? Todo había estado bien entre ellos, tan bien que solo recordaba momentos felices. Nunca pensó que contraería matrimonio con alguien hasta que la conoció y decidió que era con ella con quien debía pasar el resto de sus días. ¿Por qué había tenido que estar tan equivocado? ¿Será que lo suyo no era casarse? Siendo sinceros, dolía, le dolía en el fondo del alma, ¿qué estaría pensando ahora toda esa gente que había acudido a su fracasada boda? ¿Y la revista? ¿Qué dirá la revista de ello y qué pensarán sus conocidos cuando se enteren de que uno de los mejores hombres de negocios del país había sido plantado por una actriz reconocida? Deseó enormemente que todo aquello fuera solo una pesadilla, que no estuviera pasando realmente, porque no sabría cómo sobrellevarlo. ¿Cómo iba a enfrentarse al mundo entero ante aquella situación vergonzosa?